El veneno de tarántula podría ayudar a entender la activación del dolor

Investigadores de la Universidad de California también señalan que la toxina de este arácnido ayudaría a entender enfermedades como la epilepsia o el Alzheimer.
22 Junio, 2016 Actualizado el 22 de Junio, a las 00:10
Gracias los efectos del veneno de tarántula, científicos han descubierto cómo se activan ciertos canales del dolor en el sistema nervioso.
Gracias los efectos del veneno de tarántula, científicos han descubierto cómo se activan ciertos canales del dolor en el sistema nervioso.
Arena Pública

Una de las especies de tarántulas ha dado la clave para entender los canales del dolor en los seres humanos.

De acuerdo con el grupo de científicos liderados por David Julius, de la Universidad de California San Francisco, el veneno de la tarántula 'Heteroscodra maculata' activa un canal de sodio denominado Nav1.1 dependiente del voltaje, que son los que impulsan las fibras nerviosas del dolor.

Cabe señalar que en tejidos subcutáneos se encuentran fibras nerviosas y receptores denominados como nocioreceptores, los cuales se encargan de detectar la sensación de dolor.

La mayoría de las fibras nerviosas operan utilizando canales de sodio. Estos pasajes son la unión en la membrana celular con el nervio, en los cuales se transmiten iones de sodio que alteran la carga eléctrica de fibra generando el impulso de dolor.

En concreto lo que realizaron los investigadores para descubrir el canal de sodio fue inyectar la toxina a roedores. Esta acción activó el dolor en los sujetos de prueba, pero sin inflamación.

 

¿La clave para enfrentar trastornos del sistema nervioso central?

"Este hallazgo establece un papel inesperado para los canales Nav 1.1 en la regulación de la excitabilidad de las fibras sensoriales nerviosas que median en el dolor mecánico", explicaron investigadores de la UCSF.

Con base a los resultados obtenidos, los investigadores han comenzado a contribuir a la investigación de distintos tratamientos relacionados con el sistema nervioso central por medio de un bloqueo farmacológico del Nav 1.1 para disminuir el dolor crónico.

Asimismo, aparte de las conclusiones sobre el dolor, el mismo canal de sodio se ha relacionado con el desarrollo de la epilepsia, el autismo y la enfermedad de Alzheimer. Con esto, esperan contribuir a la investigación de nuevos tratamientos para trastornos del sistema nervioso central, según explica la revista Nature.

 

MÁS INFORMACIÓN: Artículo original publicado en Nature.