El rescate de Pemex haría temblar las finanzas públicas

La debilidad financiera de la petrolera estatal y su urgente capitalización cuestionan la fortaleza de las finanzas públicas que repite el gobierno. Un magro crecimiento esperado completa la perspectiva negativa de Moody’s para México
9 Abril, 2016 Actualizado el 9 de Abril, a las 15:33
Los pasivos contingentes por los posibles apoyos gubernamentales a PEMEX, dadas las presiones de liquidez en la petrolera estatal, podría socavar aún más el proceso de consolidación fiscal, dice Moodys
Los pasivos contingentes por los posibles apoyos gubernamentales a PEMEX, dadas las presiones de liquidez en la petrolera estatal, podría socavar aún más el proceso de consolidación fiscal, dice Moodys
Arena Pública

El 29 de febrero pasado el Consejo de Administración de Pemex encendió los focos rojos en el gobierno mexicano.

Ese viernes los consejeros de la petrolera estatal anunciaron un plan de recorte de gastos por 100 mil millones de pesos para 2016.

Sin embargo, y dada la magnitud del endeudamiento de la empresa y la drástica caída de sus ingresos, todas las miradas se posaron en uno de los último párrafos del comunicado. El más pequeño por cierto.

“El plan de ajuste permitirá también buscar, junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, nuevos esquemas para una posible capitalización”, se leyó en aquel boletín de prensa que se puede consultar en el portal de Petróleos Mexicanos.

En términos llanos, aquel párrafo anunciaba un rescate de la petrolera del Estado Mexicano ante la grave situación financiera y de liquidez que enfrenta.

Los ingresos de Pemex cayeron 27% en 2015 hasta los 68 mil millones de dólares provocando que su pérdida neta, que superó los 30 mil millones de dólares, se duplicara frente a 2014. Tan solo su deuda neta de corto plazo cerró el año pasado rondando los 26 mil millones de dólares.

De allí que con estas magras cifras, el anunciado recorte al gasto haya palidecido en opinión de los expertos.

Y es que la deuda total de Pemex siguió creciendo, sin parar en los últimos 3 años. En 2015 superó los 180 mil 500 millones de dólares, generándole un patrimonio negativo que ya supera los 66 mil millones de dólares. Una deuda que compromete el futuro de la petrolera mexicana en momentos en que se ha abierto a la competencia de las grandes petroleras del mundo y cuando su eficacia operativa para enfrentar el derrumbe de sus ingresos ha sido severamente cuestionada.

 

Balde de agua fría en Los Pinos

Para la calificadora Moody’s la actual situación financiera de Pemex, y sus proyecciones hacia 2017, es uno de los problemas que enfrentan las finanzas públicas del país dado que los analistas de la calificadora prevén que el gobierno mexicano deberá capitalizar a la petrolera, debilitando sus propias finanzas.

Moody’s  Investors cambió su perspectiva sobre la calificación de la deuda mexicana a negativa en días pasados; la primera rebaja del crédito soberano mexicano que hace una evaluadora de riesgos durante el actual gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto.

“Los pasivos contingentes por los posibles apoyos gubernamentales a PEMEX, dadas las presiones de liquidez en la petrolera estatal, podría socavar aún más el proceso de consolidación fiscal”, dice la calificadora en su reporte.

Las dificultades económicas y fiscales del gobierno para lograr una mayor consolidación fiscal y los apoyos que requerirá Pemex desde las cuentas públicas, son las dos razones principales que expone Moody’s Investors para cambiar su perspectiva a negativa sobre la deuda mexicana.

La decisión de Moody’s cayó como balde de agua fría en Hacienda y en Los Pinos. Inmediatamente el gobierno reaccionó anunciando nuevos recortes al gasto público para 2017 en los llamados ‘Pre Criterios’, un documento preliminar sobre la economía y el presupuesto para el próximo año que el gobierno federal entrega al Congreso y con el que se inicia la ruta de análisis y negociación que concluye con la aprobación del Paquete Económico en noviembre próximo.

Si bien en los Pre Criterios el gobierno federal estima que el precio promedio del barril de petróleo de exportación (conocido como ‘la mezcla’) crecerá de 25 dólares en 2016, a 35 dólares en 2017; también se espera que la plataforma de exportación petrolera promedio sufra una caída de casi 10% en 2017 respecto de este año.  Así, estima que los ingresos presupuestarios petroleros caerán 25% en 2017.

“Una combinación de la crisis de los precios del petróleo y el crecimiento más lento de lo esperado han socavado las perspectivas económicas”, dice Moody’s en su reporte sobre la calificación de la deuda mexicana dado a conocer el 31 de marzo pasado.

En las últimas semanas se ha mencionado insistentemente en los ámbitos oficiales y financieros sobre el monto del remanente de operación de 2015 que entregará el Banco de México al gobierno federal.

El remanente de operación está constituido básicamente por las ganancias cambiarias que obtuvo el Banco de México a raíz de la fuerte depreciación del peso frente al dólar en 2015.

Un monto suficientemente grande -dicen- como para darle un respiro momentáneo a la deuda pública, incluyendo la de Pemex, y a la propia capitalización que requiere la petrolera estatal. 

 

MÁS INFORMACIÓN:  Reporte de Resultados de Pemex al 31 de diciembre de 2015

MÁS INFORMACIÓN: Documento sobre las perspectivas económicas y de finanzas públicas para el ejercicio fiscal 2017 (‘Pre Criterios’); SHCP.

MÁS INFORMACIÓN: Moody's changes Mexico's outlook to negative from stable; affirms A3 rating; 31 de marzo 2016

A FONDO: Hacienda rescatará a Pemex desde Banxico pero, ¿valdrá la pena?.  Video-comentario de Samuel García del 21 de marzo de 2016