La corrupción corroe negocios en México. Para 57% de las empresas es práctica diaria
La corrupción es parte de la "cultura empresarial" en México. Se ha asumido como 'costo' de emprender un negocio aunque corroe su competitividad.
“La corrupción es parte de la cultura de negocios”, dicen pequeños empresarios entrevistados. 63% lo afirmaron y, además, el 57% señaló que es una práctica diaria de su empresa.
La encuesta revela que el 65% ha perdido oportunidades de negocio ante un competidor que utilizó influencias o pagó una mordida; mientras que el 45% de los empresarios revelaron que el gobierno les ha solicitado un soborno para obtener un contrato u oportunidad de negocio.
“El emprendedor no cuenta con el tiempo o el know-how para resistir efectivamente extorsiones” dice Álvaro Rodríguez Arregui, de la firma de capital de riesgo IGNIA.
“Transamos y no avanzamos”
El mexicano se ha convertido en el más tolerante y permisivo ante esta situación. Prácticas como agilizar un trámite dando la clásica “mordida” y acceder a la extorsión por parte de un funcionario público, son de la prácticas más "normales" aceptadas en el país; sobre todo en el gremio de los pequeños empresarios.
Al ser las PYMES las más afectadas, tienen el riesgo de no permanecer, están en desventaja por falta de recursos para pagar a intermediarios y sobornos que representan en promedio 4.5% de su valor.
Las cifras que soportan estas afirmaciones fueron dadas a conocer por el Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, que consignó en su reporte de corrupción: “Transamos y no Avanzamos” los costos económicos, políticos y sociales que esto representa para el país.
México tiene una calificación del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) correspondiente a un país con un PIB per cápita entre dos veces y diez veces menor.
Y en lo que respecta a los costos económicos de la corrupción, estos le cuestan al país entre el 2% y el 10% del PIB, es decir 87 veces el presupuesto de la UNAM o tres veces el presupuesto de la SEP, según datos recopilados por el IMCO con estimaciones del World Economic Forum, Forbes, Banco Mundial y Banxico.
Los mexicanos dan 32 mil millones de pesos en 'mordidas' (sobornos), 165 pesos por evento; y el 56% de los ciudadanos creen en la excusa perfecta: “es válido desobedecer porque las leyes son injustas”.
Castigos y recompensas
“Si la corrupción tiene un componente cultural, no significa que cada mexicano lo lleve en su ADN o que no pueda erradicarse” dice María Amparo Casar, directora de Anticorrupción del IMCO. La idea es que se cambien los incentivos, para que más bien con la corrupción se perciba que “hay mucho que perder, poco que ganar” y no al revés, como piensa la mayoría.
Un ejemplo, y de los mejores controles para las grandes corporaciones americanas para reducir la corrupción es el Foreign Corrupt Practices Act (FCPA), donde la persona paga con cárcel si se descubre que pagó un soborno en cualquier parte del mundo.
Sin embargo en México los castigos para funcionarios o empresarios que incurren en prácticas ilegales son casi nulas. Y si la implementada Ley Anticorrupción no tiene la suficiente magnitud para disuadir al que práctica tales actos por miedo a ser castigado, está ley va estar limitada.
Pero los castigos no deberían ser únicamente de tipo legal. Es necesario que estas prácticas también sean condenadas a nivel social, señala el IMCO.
“En México, la gente corrupta no es castigada socialmente. Personas que han hecho su 'lana' turbiamente, aún son consideradas 'gente bien'. Si su reputación y posición social estuviera en juego, los políticos y empresarios lo pensarían dos veces…” afirmó uno de los emprendedores entrevistados para el estudio realizado por el IMCO.
A FONDO: Índice de Competitividad Internacional 2015. La corrupción en México: Transamos y no avanzamos. Instituto Mexicano para la Competitividad