Las víctimas del éxodo de centroamericanos por México
Ángel Amílcar Colón Quevedo vivió un verdadero infierno en su paso por México rumbo a Estados Unidos en búsqueda de trabajo.
Después de más de dos meses de viaje, el hondureño Ángel fue detenido antes de cruzar la frontera con Estados Unidos y llevado a un cuartel militar donde fue torturado, antes de ir a la cárcel en Tepic, Nayarit, acusado de posesión de armas y de tráfico de drogas.
Nunca las autoridades mexicanas probaron estas acusaciones, aunque su proceso estuvo lleno de violaciones a sus derechos y al propio proceso. Fueron cinco años de prisión y solo la intervención de organizaciones civiles y de su propia esposa ante el presidente Enrique Peña Nieto, sirvió para que finalmente saliera libre en octubre de 2014, quedando absuelto de todos los cargos que se le imputaron.
El caso de Ángel –como de tantos otros- terminó en un “usted disculpe”.
Fuente: Cuartoscuro
Un ‘mundo’ de migrantes moviéndose por México
Las cifras de migrantes crecen alarmantemente en todo el mundo y México no es la excepción. En 2014 la cifra de extranjeros presentados ante las autoridades migratorias ascendió a más de 127 mil, mientras que en el primer semestre de este año estas cifras superaron los 97 mil. Una gran mayoría de ellos –más de 90 mil- son centroamericanos.
El fenómeno migratorio es una realidad que muchas de las regiones en el mundo enfrentan día a día y México, figura entre los países que recibe un importante flujo de personas provenientes de Centroamérica.
Este flujo se debe en gran parte a que, México es un país de tránsito para quienes buscan llegar esencialmente a Estados Unidos (EU). Ya sea por encontrar mejores oportunidades de trabajo o por huir de la violencia que azota a muchas de zonas de Centroamérica.
Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, entre otros Estados centroamericanos, son puntos de origen de los migrantes que se adentran a lo largo del país.
De acuerdo a cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y recopiladas por el Instituto de Política Migratoria (Migrant Policy Institute) México es uno de los países en el mundo que reciben los mayores flujos de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños.
FUENTE: Migrant Policy Institute con datos de la ONU
“La migración es una valerosa expresión de la voluntad de una persona por superar la adversidad y vivir una vida mejor” destacó el secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Kofi Annan, durante un discurso sobre Migración Internacional y Desarrollo pronunciado en el 2006.
Mientras que la Organzación Internacional para las Migraciones define este fenómeno como “el movimiento de una persona o grupo de personas de una unidad geográfica hacia otra a través de una frontera administrativa o política con la intención de establecerse de manera indefinida o temporal en un lugar distinto a su lugar de origen”.
Ante esta situación, año con año crece la cantidad de migrantes en México. Estas son algunos de los datos proporcionados por la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob) al respecto.
En 2011 se registró un total de 66 mil 583 extranjeros alojados en las estaciones migratorias. En 2012 la cifra llegó a 88 mil 506 personas con un crecimiento de 40.3% respecto al año previo.
Para el 2013, el registro de las cifras cambia con el nuevo gobierno. Las estadísticas muestran que se registraron 86 mil 298 extranjeros presentados ante autoridades migratorias. En 2014, la cifra llegó a 127 mil 149, mientras que en el periodo enero a junio de 2015, fueron 97 mil 513 los extranjeros presentados ante las autoridades migratorias de los que 90 mil 986 son originarios de América Central.
¿A qué escenario se enfrentan los migrantes?
Organizaciones no gubernamentales internacionales, así como asociaciones civiles locales han documentado las agresiones de las que son víctimas las personas que intentan cruzar nuestro país, aun cuando en la mayoría de los casos no busca asentarse aquí.
El informe “México Víctimas Invisibles. Migrantes en movimiento en México” realizado por Amnistía Internacional (AI) relata el proceso tortuoso de los centroamericanos en su paso por llegar a la Unión Americana.
Actos que van desde la extorsión a manos del crimen organizado, así como desde las propias autoridades nacionales, quienes han señalado al propio Instituto de Migración, también son violentados a través del secuestro, violaciones sexuales entre otros ataques.
Estos grupos se han convertido en el objetivo de secuestro de diversos grupos armados del país, quienes los secuestran y los torturan, para así pedir un rescate a sus parientes, tanto de sus Estados originarios como de EU.
Amnistía Internacional, señala que muchos de estos secuestrados que lograron sobrevivir, ante el temor de volver a caer en manos de grupos criminales, prefirieron recurrir al Instituto de Migración para buscar su repatriación, que a veces encontraron tal respuesta, pero en otras ocasiones fueron entregados por estas mismas autoridades a otros grupos criminales.
Uno de los episodios más representativos de ello, fue la llamada masacre de San Fernando ocurrida en 2010.
El grupo criminal conocido como “Los Zetas” -un grupo de paramilitares dedicados al narcotráfico, secuestros, extorsión entre otras actividades ilícitas- ejecutó a 72 migrantes provenientes en su mayoría de Centroamérica y Sudámerica.
Las indagatorias apuntaron a que este grupo de migrantes fue secuestrado con el fin de obtener numerosos rescates, y al no obtener dichos pagos, fueron finalmente asesinados.
En el caso de las mujeres centroamericanas, también enfrentan otro de los panoramas más trágicos en su viaje. En su mayoría son víctimas de violación, de trata y amenazas de agresión sexual.
“La violencia sexual, o la amenaza de violencia sexual, a menudo se utilizan como medio para aterrorizar a las mujeres y sus familias”, señala el informe emitido por AI.
Ante este enorme peligro, muchas de estas mujeres optan por administrarse inyecciones anticonceptivas previamente a emprender su viaje por México, para evitar quedar embarazadas en caso de sufrir uno de estos ataques.
Cifras de la ONU, así como las obtenidas por testigos y testimonios captados por organizaciones civiles, contabilizan que 6 de cada 10 mujeres son víctimas de violaciones sexuales.
Estas mujeres, en la mayoría de los casos prefieren no denunciar estos hechos por temor de ser deportadas.“(Corren el peligro de) que si denuncian lo sucedido pueden ser expulsadas del país, o de que si buscan tratamiento perderán la oportunidad de llegar a Estados Unidos”, apunta este documento.
El ser centroamericano: motivo para ser privado de la libertad
Otro de los destinos a los que se enfrentan los centroamericanos es terminar siendo acusados -según datan casos relatados- falsamente de algún delito y por consecuencia ser recluidos en alguna de las prisiones mexicanas.
“El sólo hecho de ser centroamericanos es un motivo para ser privado de la libertad, aunque [las y los migrantes] sólo vayan caminando sin estar cometiendo delito alguno […] son acusados falsamente de traer droga y quererla vender”, enfatizó el hogar de asistencia para los migrantes, La Casa del Migrante de Saltillo.
Con cifras hasta octubre del 2013 se contabilizó a 1,219 personas de origen centroamericano recluidas en México, según datos del informe “Migrantes en prisión, la incriminación de migrantes en México otro destino trágico” elaborado por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y la Universidad Iberoamericana.
De los cuales 45% de los detenidos son de origen guatemalteco y un 34% de procedencia hondureña. El 20% restante se divide en 13% que procede de El Salvador, 3% de Nicaragua; 3% de Belice y 1 % de Panamá, según informó la Secretaría de Gobernación (Segob) en octubre del 2013.
Tanto el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) y la Universidad Iberoamericana, apuntan sobre aquellos procesos de migrantes acusados injustamente, a los cuales se les imputa toda clase delitos.
Casas de protección a los migrantes tales como La 72, Hogar y Refugio para la persona Migrante, Servicio Jesuita a Migrantes y la Casa del Migrante de Saltillo documentaron los casos de personas que fueron acusadas falsamente. Migrantes que fueron detenidos, torturados y acusados de vender drogas.
El informe hace mención de algunos de estos casos:
El Servicio Jesuita a Migrantes, refirió al menos cuatro casos; la Casa del Migrante documentó a nueve hondureños y un guatemalteco, todos encarcelados en el Centro de Readaptación Social de Saltillo, asimismo declararon tener el conocimiento de otros 20 casos de personas torturadas. Y la 72, Hogar y refugio para Personas Migrantes afirmó que había que acompañado a “varios casos” de migrantes acusados por delitos que no cometieron.
Para muestra de ello, entre las cárceles estatales a lo largo del país en donde se encuentran recluidos migrantes centroamericanos, el delito que encabeza la lista es, robo con un 31%; seguido de homicidio con 20%; en tercer lugar están delitos sexuales con 16%; y en cuarto lugar delitos contra la salud con el 11%.
El caso de Ángel Amílcar
Entre los relatos de aquéllos que han sido acusados injustamente se halla el del migrante Ángel Amílcar Colón Quevedo quien, intentando llegar a EU para trabajar y enviar ingresos a su familia, terminó viviendo un verdadero infierno en nuestro país.
Ángel, es un hondureño que apostó todos sus ahorros por una travesía que lo llevaría hasta EU, donde podría conseguir los ingresos para pagar el tratamiento de su hijo, quien padecía de cáncer.
Luego de salir de Plaplaya, Honduras, en 2009, estuvo internado dos meses en México buscando llegar a la frontera norte del país, no sin antes pasar por las manos de los llamados “coyotes". Finalmente llego a Tijuana, la zona fronteriza más transitada entre México y Estados Unidos.
Pero esperando ser cruzado a la Unión Americana por otro ‘coyote’, fue detenido y trasladado a un cuartel militar, donde fue torturado y acusado de delitos federales de delincuencia organizada como uso de armas de uso exclusivo del Ejécito, y delitos contra la salud.
Hasta nueves meses después de haber sido detenido su esposa, July Baltazar, tuvo noticias de él.
July recibió la noticia y el paradero de Ángel a pocos días de que su hijo falleció de cáncer.
“Recuerda con precisión el día, el 30, porque el papel llegó cuatro días después de la muerte de mi hijo” comentó July.
Su caso fue documentado por Amnistía Internacional (AI) y el Centro Prodh. Al respecto la propia ONU se pronunció y pidió a México realizar la investigación correspondiente.
Uno de las aspecto que puntualizó Naciones Unidas, era la nula aclaración sobre la estancia del hondureño en un cuartel previo a su traslado al Centro Federal de Readaptación Social número 4, en Tepic, Nayarit.
“A su detención por el Estado Mexicano no dieron aviso consular, que es un derecho básico. Es una violación al debido proceso”, señaló el director del Centro Pro Juárez, Mario Patrón.
En su momento la colaboradora de este mismo centro, Denise González, declaró “hasta el momento, no existen pruebas que vinculen a Ángel con las armas, las drogas, ni que demuestren que cometió un delito”.
July Baltazar, viajó a nuestro país para exigir a la administración del presidente Enrique Peña Nieto liberar a Ángel.
“Su único delito es ser negro, hondureño y migrante en México”, relató la familia de Almícar.
Y luego de más de 5 años en prisión, y ante la labor de estas organizaciones que decidieron tomar el caso, finalmente el Estado Mexicano decidió absolverlo de los cargos y liberarlo el pasado 16 de octubre del 2014
A su salida, Ángel declaró “he tomado la decisión de perdonar a quienes me hicieron mal”, asimismo refirió a que esperaba que su historia no volviera repetirse.
A FONDO: Consulta el documento "Libertad para Ángel Amílcar", elaborado por el Centro ProJuárez.