¿Qué hace el Banco Central frente al abuso de especuladores que deprecian al peso? Pregunta ex Banxico
Una parte relevante de la depreciación acelerada del peso mexicano proviene de un uso excesivo y, por ende, abusivo del peso mexicano en los mercados de futuros y derivados aprovechando la amplia liquidez del peso mexicano.
Lo anterior lo afirma en una carta abierta que hoy publica Eduardo Fernández, quien por casi dos décadas fue funcionario de alto nivel del Banco de México y presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
“Hoy día se calcula en aproximadamente 135 mil millones de dólares diarios el valor de las transacciones que involucran al peso mexicano. Ni el yuan chino acumula diariamente un valor transaccional así. Mucho, pero mucho menos, el real brasileño. La desproporción salta a la vista”, dice Fernández.
Eduardo Fernández deja en claro en su carta abierta que las autoridades del Banco de México y de la Comisión de Cambios deberían tomar acciones en ese sentido. “Para empezar, el costo de este tipo de transacciones de ventas en corto y los horarios de las mismas deben ser motivo de una profunda revisión”, dice el ex director de Disposiciones de Banco Central del Banco de México.
“Las ventas en corto del peso mexicano se han convertido en algo cotidiano, muy sencillo de ejecutar, por los bajos costos de transacción y los horarios en que opera el peso mexicano: Todos los días hábiles las veinticuatro horas”.
“Es la única moneda líquida de países emergentes que opera las veinticuatro horas. Ninguna otra”.
Y pone un ejemplo:
“¿Quiero invertir en Brasil porque a la luz de la baja en su calificación crediticia, sus bonos gubernamentales y corporativos pagan muy atractivas tasas de interés? Sin embargo en ese escenario es muy probable que devalúe abruptamente el real brasileño. ¿Qué hacer? Recibo en préstamo pesos mexicanos a una atractiva tasa de interés y los vendo en el mercado de futuros contra dólares americanos, esperando que la devaluación del peso me permita pagar el préstamo y generar una utilidad que me compense la devaluación del real brasileño”.
Según Fernández, quien entre 1995 y 2000 presidió la Comisión Nacional Bancaria y de Valores durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, esta abundante liquidez que ofrece el peso permite a los inversionistas depreciar a mayor velocidad la moneda mexicana.
“Ello ha permitido que innumerables participantes puedan mantener sus inversiones en bolsas de valores de otros países o en papeles de deuda de otras economías emergentes que pagan altas tasas de interés, porque como contrapartida han recibido prestados pesos mexicanos que han vendido en corto”, explica.
Eduardo Fernández señala que si las autoridades financieras envían una señal de que no están dispuestas a tolerar –lo que llama- “excesos de mercado”, es probable que se le reste presión al tipo de cambio.
“El único propósito –dice Fernández- de esta carta abierta es invitar a la reflexión sobre el rol que debe asumir nuestro banco central cuando el tipo de cambio se ve afectado por transacciones ajenas a los flujos de divisas y coberturas cambiarias que demanda la economía mexicana para su adecuado funcionamiento”.
Y finaliza. “Cualquier intención expresa de nuestras autoridades financieras para adoptar medidas que eviten estos excesos de mercado, seguramente se traducirá en una significativa despresurización del tipo de cambio del peso mexicano.
Fernández aclara en su carta que no se encuentra en ninguna situación que implique un conflicto de interés.
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