¿Por qué la Ciudad de México está entre las más inseguras del mundo?
Para nadie es un secreto que caminar por las veredas de la Ciudad de México o transportarse en los microbuses que aún abundan por miles en sus calles, sigue siendo un asunto riesgoso para millones de ciudadanos.
Esos y otros riesgos hacen de la Ciudad de México una de las mas inseguras del mundo según el reporte Ciudades Seguras 2015 de la Unidad de Inteligencia de The Economist (The safe cities index 2015, a report by The Economist Intelligence Unit, EIU).
El índice coloca a la capital mexicana en el lugar 45 de 50 ciudades, de los cinco continentes, escogidas para ser evaluadas en cuatro aspectos de la seguridad urbana: Seguridad digital, seguridad sanitaria, seguridad de la infraestructura urbana, y seguridad personal.
Por debajo de la Ciudad de México las otras 5 ciudades peor calificadas en materia de seguridad fueron: Riyadh, Johanesburgo, Ho Chi Minh, Teherán y Jakarta. De las seis ciudades latinoamericanas seleccionadas para el reporte, la capital mexicana obtuvo la calificación más baja. La ciudad más segura de América Latina es Santiago, en el lugar 28, según EIU.
Los primeros diez lugares globales del reporte Ciudades Seguras 2015 lo ocupan tres ciudades asiáticas: Tokyo, Singapur y Osaka; tres europeas: Zurich, Amsterdam y Estocolmo; dos ciudades de Norte América: Toronto y Nueva York; y dos ciudades australianas: Sydney y Melbourne.
Mal en infraestructura
Es la seguridad de la infraestructura urbana el rubro en el que la Ciudad de México salió peor calificada, en el lugar 49 de 50. La calidad de sus vías, el número de muertes anuales de peatones, los accidentes vehiculares, la calidad en los sistemas de transporte público, las medidas para mitigar el tráfico, el mantenimiento a las redes de agua, comunicaciones y energía, son aspectos en los que la capital del país obtuvo bajas puntuaciones, solo por encima de Ho Chi Minh.
En las ciudades desarrolladas cada vez más se utilizan los datos de los sensores con capacidad inalábrica para controlar la seguridad de las estructuras existentes tales como puentes, túneles y redes de saneamiento. El gobierno de Singapur, por ejemplo, planea instalar mil sensores por toda la ciudad en 2015 para supervisar condiciones como los niveles de agua, la congestión del tráfico, las multitudes y la calidad del aire.
¿Qué de la seguridad digital y personal?
En contraste, en materia de seguridad digital –que comprende desde equipos dedicados a la seguridad cibernética, hasta la frecuencia en los robos de identidad) a la Ciudad de México se le califica en la posición 27 de 50, por encima de ciudades europeas como Madrid, Barcelona, Paris o Frankfurt. En esta materia Tokyo, Singapur y Nueva York fueron las ciudades con mayor seguridad digital.
En seguridad personal la Ciudad de México se ubicó en el lugar 37 de 50. Aspectos como los niveles de delincuencia y la actividad ilegal, el nivel de compromiso de la policía y la prevalencia de los delitos violentos, fueron evaluados.
Estocolmo es la única ciudad no asiática en los cinco primeros mejores lugares en la categoría de seguridad personal, que es liderada por Singapur. No obstante las ciudades del mundo más ricas apenas llenan la mitad superior de esta categoría, esto quiere decir que el éxito económico no necesariamente garantiza una mayor seguridad personal.
Por ejemplo Chile es una nación relativamente próspera en América Latina, pero el pobre desempeño de Santiago en la parte inferior de esta categoría se debe en parte a los altos niveles de violencia doméstica y violación, y a los bajos niveles de confianza en las autoridades policiales y de la justicia penal.
Por su parte Roma y Bruselas tampoco se salvan. Estas antiguas capitales de Europa se clasifican en los lugares 40 y 41, respectivamente. Esto podría explicarse por el predominio de pequeños delitos, como robos de carteristas que el Departamento de Estado advierte a los viajeros estadounidenses cuando visitan estas ciudades.
Las 10 primeras después de Singapour para este rubro son: Osaka, Tokyo, Estocolmo, Taipei, Hong Kong, Toronto, Melbourne, Amsterdam y Sydney.
También indico el estudio que los circuitos cerrados de televisión (CCTV), cámaras instaladas alrededor de las ciudades no inciden en la disminución de los niveles de delincuencia y violencia.
Seguridad sanitaria
La Ciudad de México se encuentra prácticamente a media tabla (lugar 33) en materia de seguridad sanitaria –en la que las ciudades europeas muestran altos estándares- y que mide factores como la relación de camas de hospital a tamaño de la población y la esperanza de vida.
Las ciudades necesitan ser vigilantes contra los brotes de enfermedades repentinas o desastres naturales como terremotos, el establecimiento de centros de salud robustos y protocolos que significan que son capaces de hacer frente en caso de una crisis.
La reciente propagación del virus del ébola ha puesto de relieve las debilidades no sólo en los sistemas de salud de las ciudades de África Occidental (Liberia, Sierra Leona y Guinea), sino también en los Estados Unidos a pesar de sus buenas calificaciones en materia de sanidad.
¿Y qué dicen los habitantes?
La percepción de los habitantes de las ciudades fue relevante tomar en cuenta para el reporte. Más allá de que se evalúen aspectos de largo plazo de la seguridad, asuntos como la violencia cotidiana inciden fuertemente en la percepción ciudadana.
En las ciudades estadounidenses los habitantes tienden a mostrar un mayor grado de miedo e inseguridad que los resultados del análisis de factores objetivos. Nueva York, por ejemplo, que se encuentra en el lugar 10, cae al 31 en la percepción de sus ciudadanos.
Lo interesante para el caso de la Ciudad de México es que la percepción ciudadana sobre el nivel de seguridad en la capital –que también fue evaluada para este reporte- es coincidente con los resultados generales obtenidos en el reporte. Solo en dos ciudades –Zurich (7) y México (45) de las 50 analizadas, la percepción ciudadana sobre seguridad fue coincidente con los resultados.
MÁS INFORMACIÓN: The Safe Cities Index 2015. A report by The Economist Intelligence Unit