“Llevemos al límite el marco legal que tenemos”: Ernesto Cordero

En entrevista, asegura que el Sistema Nacional Anticorrupción no solucionará los problemas de fondo.
2 Diciembre, 2014 Actualizado el 2 de Diciembre, a las 17:32
El legislador asegura que el Pacto por México fue sólo un mecanismo de imagen pública; los acuerdos se hubieran dado de todas formas.
El legislador asegura que el Pacto por México fue sólo un mecanismo de imagen pública; los acuerdos se hubieran dado de todas formas.
Arena Pública

“México no necesita más nuevas leyes, lo que necesita es que se apliquen las que existen”, asegura el senador por el Partido Acción Nacional (PAN) Ernesto Cordero.

En entrevista con Arena Pública, este abierto opositor a la dirigencia panista de Ricardo Anaya y del desaparecido Gustavo Madero -hoy con licencia después de haber ganado las elecciones internas- asegura que el Sistema Nacional Anticorrupción no solucionará la crisis por la que atraviesa México.

Este mecanismo -dice-, sólo es producto de la ficción, el autoengaño y la mercadotecnia política.

Para él, a esta propuesta impulsada por su propio partido, y respaldada por el presidente Enrique Peña Nieto como parte de su decálogo como respuesta al caso Ayotzinapa, le falta tocar asideros clave de la corrupción en México.

Como se ha presentado al interior del Poder Legislativo, el Sistema Nacional Anticorrupción no tendrá injerencia en la asignación de contratos de obra pública, la discrecionalidad de las asignaciones presupuestales en la Cámara de Diputados y no toca al Poder Judicial ni a la procuración de justicia en México.

“¿Verdaderamente creemos que eso va a erradicar la corrupción? Claro que no”, dice.

Según él, estos temas, si es que llegan a tocarse en San Lázaro, serán de manera tangencial y sin llegar al origen de la corrupción en México.

Por ejemplo -dice-, el mismo PAN batalla con casos de corrupción en su interior, mismos que no han podido ser esclarecidos por la actual dirigencia partidista; la asignación de los llamados “moches”, entre ellos..

“Es una manera más de todos lavarnos la cara y sentirnos tranquilos. Todo mundo  nos engañamos a nosotros mismos y pensamos que con eso lo vamos a resolver. Empecemos aplicando lo que hay ahorita, empecemos llevando al límite el sistema que está vigente y veamos si efectivamente no funciona, pero hay que aplicarlo”, declara.

Esta forma de hacer política, aquella guiada por la mercadotecnia, según él, tiene un antecedente claro en el llamado Pacto por México; los cambios estructurales que se han dado en el país e impulsados por el gobierno federal se habrían dado de todas formas en las cámaras legislativas sin este acuerdo partidista cupular, asegura.

La principal reforma del actual gobierno, la energética, fue aprobada no gracias al Pacto, sino por un apoyo consistente por parte del PAN, comenta.

“Si no hubiera habido pacto por México, ¿se hubieran aprobado las modificaciones constitucionales en el sector de telecomunicaciones, por ejemplo? Yo creo que sí”, dice.

Cuestionado sobre los saldos para el gobierno de Enrique Peña Nieto ante los casos Ayotzinapa, Tlatlaya y de la llamada Casa Blanca, el exsecretario de hacienda comenta que estos pusieron en relieve la incapacidad del gobierno para atajar una crisis de manera efectiva.  

Un hecho a destacar -añade- es que el presidente Enrique Peña se ha puesto a sí mismo en la línea de fuego entre las demandas ciudadanas y esta incapacidad estructural de dar resultados de manera pronta.

Al no hacer mención de la deficiencias al interior de su gabinete y sus decisiones -dice Cordero- el presidente ha asumido toda la responsabilidad de que el cambio del Estado de derecho se dé en México.

“El próximo problema que enfrente es responsabilidad suya. Ya no de un secretario, ya no de un procurador, ya no de un jefe de policía. Ya es suya, porque él no hizo los ajustes que debía, no utilizó el mecanismo institucional que implica tener un gabinete para poder enfrentar las cosas, para poder amortiguar, para poner distancia entre un problema y el presidente”, dice.

“Un jefe de estado no puede estar tan de frente con las cosas, debe de haber instituciones, un gabinete, mecanismos, protocolos, procesos, que permitan al mismo tiempo enfrentar un problema y que no sea exactamente el jefe de Estado el que está ahí”.

A esto habría que sumarle una economía que no repunta, añade.

Mientras que tradicionalmente la economía mexicana crece 2 puntos por arriba de Estados Unidos, esto no está pasando en la actualidad: el mercado interno se observa desacelerado.

Este país le entregó a la nueva administración un país creciendo al 4% y se desbarrancó muy rápido. En cuestión de meses ya la expectativa de crecimiento de la economía mexicana se venía a la baja y crecimos (en 2013), arañamos, el 1%, sin una situación de coyuntura internacional que justifique lo que pasó en México”, asegura.

Hacia adelante “yo espero que las instituciones en México sean lo suficientemente maduras. Que el Poder Judicial haga su trabajo, el Poder Legislativo, nosotros hagamos nuestro trabajo, y eso pueda balancear un gobierno que no esta dando resultados. Así es la democracia, elegiste mal y a ese gobierno vas a tener. Le quedan cuatro años, por eso es tan importante fortalecer las instancias democráticas y el equilibrio entre poderes”, finaliza en franca crítica al gobierno federal.

 

MÁS INFORMACIÓN: REPORTAJE primera parte. A dos años de Peña Nieto: México, con pies de barroArena Pública del 01 de diciembre del 2014.

MÁS INFORMACIÓN: REPORTAJE segunda parte. A dos años de gobierno: El acuerdo que le urge a MéxicoArena Pública del 01 de diciembre del 2014.