Rigidez fiscal presionara presupuesto si reformas no dan resultados rápidos
La promesa presidencial de no crear nuevos impuestos, ni subir los existentes, coloca al fisco ante una rigidez fiscal que podría poner en aprietos al presupuesto público si los efectos de las reformas estructurales no se dejan sentir en el corto plazo, advirtió el director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada Pascal, en entrevista para Arena Pública.
La administración del presupuesto público por la Secretaría de Hacienda no está respetando el balance estructural que debe procurar para salvaguardar la salud de las finanzas públicas, ya que esta gastando más de lo que ingresa, aseguró el líder empresarial.
Foncerrada reprochó que en el Paquete Económico 2015, por ejemplo, la Secretaría de Hacienda contemple una reducción de 4% en la inversión pública para infraestructura -gasto de capital- y un incremento de 2% en el gasto destinado a la nómina, papelería y otros necesarios para el funcionamiento de la burocracia -gasto corriente-.
Lo anterior “aún y cuando el déficit fiscal es muy alto,” enfatizó Foncerrada.
Al primer semestre del 2014 el saldo neto de la deuda pública ascendía a 6.8 billones de pesos.
El director del CEESP explicó que en un escenario de finanzas públicas donde -por lo menos hasta que concluya el sexenio- el fisco no percibirá más ingresos tributarios, y el gasto público en términos generales siga incrementándose -como en los dos últimos años- la única salida será el déficit.
“El país se enfrenta a una rigidez delicada… que impide subir ingresos y modificarlos, así como parar el gasto o reducirlo, por lo que sólo hay una salida: más déficit”, declaró.
Para el 2015 los requerimientos financieros del sector público -es decir, los recursos necesarios para saldar la deuda total del país- crecerán 1.1 puntos porcentuales para alcanzar 43.3% del PIB, de acuerdo con el Paquete Económico 2015.
Tan sólo para junio del 2014 el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público creció 8.2% respecto al mismo mes del año anterior, cuatro veces más que la economía del país, que al primer semestre del 2014 registró una expansión de tan sólo 1.7%.
Si los efectos de las reformas estructurales -inversión- se observan rápidamente, es decir, si se incrementan en el corto plazo los ingresos públicos -incluyendo los petroleros- ello “ayudará a reducir el déficit y la deuda, pero si no se dan lo suficientemente rápido… esta apuesta contra el tiempo con esta rigidez fiscal y con la presencia enorme de corrupción (en el país) puede no traer lo mejores resultados fiscales”, explicó Foncerrada.
El director del CEESP advirtió la necesidad de que la Secretaría de Hacienda revise la política fiscal que ha implementado hasta ahora, incluyendo la promesa de paralizar los impuestos hasta el 2018, “para tener un sistema tributario que permita el crecimiento.”
Además, señaló que debe revisarse cuidadosamente el destino del gasto público para eliminar el gasto no necesario, y subrayó que necesita ser transparente, debiera por ejemplo, publicarse en internet donde lo pueda ver toda la población.
En este contexto criticó que el gasto asistencialista, que en su opinión “es una llamarada de petate alrededor del consumo pero no arrastra a la economía ni la hace crecer, simplemente mantiene cierto nivel de consumo a ciertos grupos pero ni siquiera se incrementa,” concluyó.
MÁS INFORMACIÓN: ¿Y el debate sobre el balance estructural? Nota Arena Pública del 7 de febrero del 2014.
OPINIÓN: Pésima señal Columna Arena Pública del 10 de septiembre del 2014
A FONDO: Consulta la definición oficial de gasto corriente y gasto de capital de la SHCP.
