Sin consenso, ni sustento, danza de cifras sobre inversión por reforma energética
Desde que inició el año hasta la fecha han desfilado por las cabezas de la prensa un sin número de cifras que pronostican la inversión que podría recibir México luego de implementar la reforma energética, todas ellas dispares entre sí.
Las expectativas, desde las moderadas hasta las muy entusiastas, vagan desde los 2 mil hasta los 70 mil millones de dólares anuales.
Arena Pública se dió a la tarea de recoger las declaraciones vertidas en la prensa por funcionarios públicos, líderes empresariales y analistas, de enero a agosto del presente año, más de 40 registros respecto al impacto económico que traería la reforma energética a través de la inversión.
Hasta hoy, lo único común en la danza de las cifras ha sido la ausencia de una explicación clara respecto al sustento de las mismas.
¿A quién podría creerle la opinión pública si ni siquiera al interior del gobierno federal hay un consenso?
La pasarela de cifras del sector público arrancó el año con uno de los montos más alegres.
El 30 de enero el comisionado presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Francisco Xavier Salazar, declaraba desde Madrid, España, que la reforma energética traería inversiones acumuladas por 700 mil millones de dólares en diez años -ó alrededor de 70 mil millones de dólares anuales-.
Durante el Foro Iberoamericano Empresarial “México: Perspectivas frente al reforma energética” -con información que reportó la agencia gubernamental Notimex- Salazar especificó que la cifra es la suma de las proyecciones tanto del sector hidrocarburos como electricidad.
En seguida, el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Miguel Messmacher Linartas, afirmó el 13 de agosto que la inversión ascendería a 60 mil millones de dólares anuales, unicamente para el sector hidrocarburos.
En entrevista para Reuters, Messmacher aseguró que la inversión podría elevarse desde los 30 mil millones de dólares actuales, hasta 60 mil millones de dólares a partir del 2018.
La misa cifra fue confirmada por el director general de Pemex un mes atrás, el 6 de junio Emilio Lozoya Austin la expuso ante el auditorio de la IX edición del Congreso Mexicano del Petróleo que se realizó en Acapulco, Guerrero.
Dos meses después, el 13 de agosto, a menos de 48 horas de que el presidente de la República firmara los decretos de ley que culminaron el proceso legislativo, las previsiones de Lozoya perdieron vuelo.
De forma ambigua declaró ante la prensa que en los próximos cinco a diez años Pemex lograría una inversión de 76 mil millones de dólares para la ejecución de proyectos en lo individual y en asociación con privados. Una inversión promedio anual de 7.6 mil millones si se toman los 10 años.
Luego de Messmacher y Lozoya sigió en entusiasmo el director general de ProMéxico, Francisco González, quien el 18 de junio -al presentar el primer Reporte Económico México 2014 en asociación con Oxford Business Group- aseguró que México recibiría “en los próximos años” inversión extranjera directa por 40 mil millones de dólares anuales.
En un tono más moderado -por lo menos entre los representantes del sector público- el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, declaró el 13 de enero a Radio Fórmula que la inversión extranjera sería de 10 mil millones de dólares anuales a partir del 2015.
Ocho meses después -el 19 de septiembre- luego de aprobarse y promulgarse las reformas del sector, ante los integrantes de la Cámara de Diputados, el secretario de Energía elevó la expectativa al señalar que el país recibirá “inversiones iniciales” por 50 mil millones de dólares entre el 2015 y el 2018, equivalentes a un promedio anual de 12 mil 500 millones anuales.
Un monto superior en 2 mil 500 millones de dólares al que pronósticó a principios del año, mismo que la subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, Lourdes Melgar, anticipó el 14 de agosto.
Al exponer el contenido de la Ronda Uno, Melgar sostuvo que la inversión extranjera directa en hidrocarburos, más la ejecutada por Pemex para el periodo 2015 - 2018 ascendería a 12 mil 625 millones de dólares anuales.
“Yo no he visto que ninguna de las cifras que se ha publicado tengan un sustento, por ejemplo, un desglose de cuanto se invertirá en exploración, en producción; un calendario de lo que se esperaría, más bien son cifras que han aventado al aire los analistas, ahora si que me late que puede ser tanto, pero realmente ninguna tiene detrás algún estudio que diga, será tal cantidad si se perforan tantos pozos, si se construyen tantos gasoductos, en tanto tiempo”, criticó el director general de la empresa Asesoría y Estrategia Económica, Oscar Vera.
Con ambigüedad, los argumentos expuestos ante la prensa -en mayor medida por analistas del mercado que por funcionarios públicos- apuntan a tres razonamientos: el incremento de la producción petrolera; la incursión de privados en el mercado energético, luego de eliminarse las restricciones que lo impedían en el pasado; o bien, la asociación de Pemex y CFE con grandes empresarios.
Para el doctor en economía por la Universidad de York, Inglaterra, hay un “exceso de optimismo” que en parte se basa -erróneamente para Vera- en las inversiones que llegaron a Brasil cuando implementó su reforma energética.
El mayor competidor de capitales para México en América Latina tuvo una entrada masiva de capitales por alrededor de 50 mil millones de dólares, pero porque vendió cerca de la mitad de Petrobras, enfatizó Vera, “pero aquí no estamos vendiendo a PEMEX, la entrada de capitales será por proyectos y todo depende de que tan rápidos sean, que tan grandes y también depende mucho de la parte regulatoria”.
El vaivén de las cifras encontró un mayor consenso entre los analistas del mercado que entre los representantes del gobierno federal. Instituciones financieras de talla internacional y también local apuntan a que la inversión extranjera directa (IED) oscilará entre los 20 mil y los 25 mil millones de dólares anuales, para el conjunto del sector energía e hidrocarburos.
El 26 de enero el economista en jefe de Deutsche Bank en México, Alexis Milo, aseguró que en el “mediano y largo plazo” la IED sería de entre 15 y 25 mil millones de dólares anuales, equivalentes a dos puntos del PIB, que empujarían a la economía a un crecimiento a tasa de 5% anual.
Más tarde, el 3 de abril, JP Morgan estimó que la reforma energética detonaría inversión -principalmente de fondos extranjeros- de hasta 15 mil millones de dólares en 2016.
Ese mismo mes el Departamento de Estudios Económicos de Grupo Financiero Banamex estimó un promedio anual de 20 mil 300 millones de dólares del 2015 al 2019, 10 mil millones en el primer año y un máximo de 28 mil 800 hacia el 2017.
El 23 de mayo el director de Estrategia de Mercados del Grupo Financiero Banorte, Alejandro Padilla, expuso -en contraste con sus pares- uno de los pronósticos más conservadores, una inversión cercana a los 2 mil millones de dólares hasta llegado el 2016, que podría alcanzar los 50 mil millones anuales hasta el 2020.
Respecto a la disparidad de las cifras, el experto en temas de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan Carlos Quiroz, señaló que para medir si son demasiado optimistas podrían tomar como base la inversión extranjera directa, que en el 2013 fue de aproximadamente 13 mil millones de dólares, sin contar con la venta de Grupo Modelo que elevó el monto hasta 35 mil millones.
Para el especialista, en la variedad y disparidad de cifras “puede estar jugando la incertidumbre sobre cuales van a ser los proyectos específicos que se van a realizar”, ya que en cualquier proyecto se establece un presupuesto que posteriormente se puede ampliar.
“No me parece irresponsable (que existan tantas cifras) me parece simplemente que existen demasiados actores que están tratando de estimar cual va a ser el interés del sector energético en México y los supuestos varian entre cada uno de ellos”, concluyó Quiroz.
La danza de cifras no es ajena a la cúpula empresarial, uno de sus mayores exponentes, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, ha declarado a la prensa por lo menos cinco cifras diferentes en lo que va del año, que van de los 12 mil a los 50 mil millones de dólares anuales.
La incertidumbre respecto a la inversión que México podría esperar tiene en vilo a los analistas y debería hacerlo también con los ciudadanos, pues de esta cifra pende el crecimiento económico futuro del país y la evaluación respecto a si valió la pena, entre otras cosas, que el Estado absorbiera un pasivo laboral de Pemex y CFE por alrededor de 1.7 billones de pesos.
Para echar al vuelo la implementación de la reforma energética de forma completa aún faltan los reglamentos de la legislación secundaria a las nueve leyes de reciente creación y 12 modificadas que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ha prometido publicar a más tardar en octubre próximo.
MÁS INFORMACIÓN: La danza de Cifras. Columna, el Observador de Samuel García en Arena Pública.