Demanda hijo de Amado Yañez concurso mercantil de MIGSAL

Tras el hundimiento de la empresa Oceanografía, personajes ligados al caso luchan por rescatar algunos activos de la ex proveedora de Petróleos Mexicanos (Pemex).
28 Mayo, 2014 Actualizado el 28 de Mayo, a las 08:31
Oceanografía y MIGSAL se enfrentaron en el pasado, cuando la constructora se negó a entregarle una propiedad.
Oceanografía y MIGSAL se enfrentaron en el pasado, cuando la constructora se negó a entregarle una propiedad.
Arena Pública

En el juzgado 11 de distrito en el Estado de México el hijo de Amado Yáñez, Omar Yáñez Osuna, aún intenta recuperar algunas propiedades y recursos que estarían fuera de los problemas en los que se encuentra Oceanografía, compañía que por casi dos décadas generó importantes negocios para su familia al amparo de contratos con Pemex.

Resulta que, precisamente en ese juzgado, Omar Yáñez Osuna demandó a las autoridades judiciales el concurso mercantil de la compañía Comercializadora y Constructora MIGSAL, que apenas el año pasado se había negado a entregar una propiedad en Acapulco a su padre por un valor superior a los cuatro millones de dólares.

Si bien MIGSAL, como muchas constructoras dedicadas al sector de la vivienda media y residencial, ha enfrentado durante los últimos dos años graves problemas de liquidez, aparentemente los negocios y diferencias con Amado Yáñez aceleraron su crisis.

La empresa que pertenece a Miguel Ángel Leyva Urquía, a Ernesto Karam García y a los inversionistas del complejo habitacional Bosque Real Country Club -que ha venido reduciendo el segmento de su mercado objetivo- ahora enfrenta el proceso de concurso mercantil a cargo de José Alfonso Alvarado Sierra.

Pero el hijo de Amado Yáñez no se conformó con el concurso mercantil de la comercializadora y constructora de viviendas y desde el 2011 impulsó una averiguación previa a través de sus abogados por el incumplimiento en la entrega de un conjunto de condominios en el fraccionamiento Brisas del Marqués en Acapulco.

A Amado Yáñez le gustaba demandar a quienes le resultaban contrarios en los negocios y a quienes cuestionaban la legalidad de los mismos. Paradójicamente, hoy él mismo se enfrenta a las mismas circunstancias y su firma, la poderosa Oceanografía, también enfrenta un concurso mercantil.

Fue en febrero de este año cuando se iniciaron las diligencias contra MIGSAL para confirmar que se encontraba en una situación de clara insolvencia que justificaba el concurso mercantil de sus pasivos.

El asunto con esta constructora se ha venido complicando porque en las investigaciones del caso también se confirmó que mantiene importantes adeudos con el SAT, el IMSS y con la Comisión Federal de Electricidad.

No se trata de un concurso mercantil con un convenio preaprobado, sino de una verdadera confrontación en la que se ha llegado, por ejemplo, a las acusaciones de tipo penal por cargos de fraude y falsificación de documentos y, por supuesto, a los necesarios recursos de suspensión para evitar problemas mayores como la privación de la libertad que ya vive en carne propia el ex contratista estrella de Pemex.

 

MÁS INFORMACIÓN: Oceanografía, ¿concesión?, nota de Arena Pública, 15 de mayo del 2014.