Vientos de colusión entre grandes farmacéuticas

En el sector farmacéutico mexicano comienzan a digerir con sorpresa y preocupación la ola de noticias que se dieron a conocer en esta industria a nivel global hace apenas unos días.
25 Abril, 2014 Actualizado el 25 de Abril, a las 09:38
De la noche a la mañana, Glaxo abandonaría la competencia en el segmento de fármacos para tratar el cáncer.
De la noche a la mañana, Glaxo abandonaría la competencia en el segmento de fármacos para tratar el cáncer.
Arena Pública

Fusiones y adquisiciones, así como intercambio de activos son las estrategias que están dominando a un negocio en donde la escala de capital y músculo financiero para continuar con el desarrollo de medicamentos innovadores, resulta de vital importancia para ampliar márgenes frente a la liberación de patentes.

Para empezar AstraZeneca -cuya sede se encuentra en Londres- buscaría adquirir los activos de la multinacional estadunidense Pfizer, cuya estrategia de crecimiento también ha sido la compra de marcas, mercados y empresas de sus competidores en líneas de negocio que estima con potencial.

Sin embargo, la información que más preocupó a las compañías que operan en el mercado nacional -sobre todo las de capital ciento por ciento mexicano– fue la estrategia planteada entre otros dos gigantes: la británica GlaxoSmithKline confirmó ya el intercambio de negocios en el sector de medicina contra el cáncer, operación que se presentaría con Novartis, que anunció ya la compra a Glaxo de su unidad de medicamentos oncológicos.

Así, la farmacéutica inglesa se concentraría en el negocio de fármacos contra la diabetes y de la noche a la mañana abandonaría una competencia desgastante en el segmento de fármacos para tratar el cáncer. El intercambio de activos, marcas y mercados de estos dos gigantes estará sujeto a las autorizaciones de los organismos antimonopolios de muchos países involucrados en la transacción.

El caso de México, por supuesto, formará parte de los temas que deberá incluir el pleno de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que encabeza Alejandra Palacios. El asunto no será fácil porque la colusión de mercados será un ángulo que no podrá dejar de analizarse. Al menos en México, los empresarios que encabezan pequeños y medianos laboratorios se preguntan cómo podrán hacer frente a la embestida de dos gigantes que simplemente decidieron repartirse los mercados.

Mientras tanto en las bolsas de valores de Estados Unidos y Europa, la noticia está catapultando los títulos de las empresas involucradas en el reacomodo de intereses. Al final, el efecto más pernicioso será el impacto para el bolsillo de los consumidores finales que ya no se verán beneficiados por la rivalidad de dos de los principales jugadores en medicamentos para tratar cáncer y diabetes, que exhiben una gran prevalencia entre los males que aquejan a la población mundial.

La noticia para las empresas mexicanas es que otros de los grandes laboratorios europeos que buscan mantenerse en el mercado ya buscan la compra de activos nacionales que les permitan defender sus participaciones de mercado en México. Sin crédito bancario no son pocos los laboratorios que podrían sucumbir a ofertas de compra de sus activos mientras en la Bolsa Mexicana de Valores, que encabeza Luis Téllez, sólo cotiza una empresa farmacéutica en el segmento de deuda y no hablamos de Genomma Lab, a cargo de Rodrigo Herrera, que más que una farmacéutica es una comercializadora. Hablamos de Landsteiner Scientific, que preside Miguel Granados Mora.

 

A FONDO: Lea aquí el comunicado de Novartis sobre la compra del área oncológica de GlaxoSmithKline (en inglés).