Ingrid y Manuel, ¿dónde están los seguros?
Las empresas aseguradoras comienzan a engrosar sus estadísticas y también hacen sus cálculos sobre el costo de los reaseguros contratados para daños catastróficos que, en los últimos años, se han incrementado en la región de América Latina.
El terremoto que afectó a Chile en 2010, por ejemplo, generó un incremento en los costos de los reaseguros por la gran penetración en ese país de la industria de la cobertura de riesgos. En México, los especialistas de este sector descartan que las inundaciones a causa de los huracanes y tormentas tropicales impacten el costo de los reaseguros en la región.
¿La razón? Lamentablemente en las comunidades afectadas la contratación de pólizas es tan baja que no habrá repercusiones económicas porque se pagarán pocas indemnizaciones.
El mismo fenómeno se repite en el segmento de autos. En México, sólo 30% de los vehículos se encuentran asegurados. Así, las compañías de seguros que deberán hacer frente a las reclamaciones de las coberturas por parte de sus clientes ya cuentan con reaseguros que les permitirán reducir el monto de las pérdidas.
El gobierno federal, vinculado con los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) contrató una especie de reaseguro, el bono catastrófico conocido como MultiCat. El problema es que los daños provocados por Ingrid y Manuel no están contemplados en la cobertura, a pesar de que cada año con mayor o menor fuerza el territorio nacional se ve sometido a la fuerza de los meteoros.
¿Quién no leyó la letra pequeña?
A FONDO: Conozca aquí más detalles del programa MultiCat, del Banco Mundial.
OPINIÓN: El recordatorio de “Manuel”, columna El Observador de septiembre 19 de 2013.
