Si la policía mapea la delincuencia común puede disminuirla, Uruguay bajó 40% robos
Las estrategias para combatir el delito urbano en México han fracasado. La incidencia delictiva ha crecido tres años de forma sostenida luego de que en 2015 descendiera.
El número de asaltos en la calle y el transporte público, los robos a vehículos, las amenazas, las extorsiones, las lesiones, entre otros delitos, crecieron 11% entre 2015 y 2017 al pasar de una tasa de 35 mil 497 por cada 100 mil habitantes a 39 mil 369, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Si la tendencia continúa en 2018 México podría superar las 41 mil incidencias por cada 100 mil habitantes, el punto máximo en ocho años que se alcanzó en 2014.
El fraude es el delito que más creció en tres años, 37% entre 2015 y 2017 para ubicarse en una tasa de 5 mil 341 incidencias por cada 100 mil habitantes, le sigue el robo a vehículos con un aumento de 34% y una tasa de 733.
Sin embargo, el asalto en calle y transporte público continua a la cabeza como el delito con mayor incidencia con una tasa de 11 mil 081 por cada 100 mil habitantes y un incremento de 11% en el mismo periodo.
De ahí que 6 de cada 10 mexicanos consideren que la inseguridad y la delincuencia son los problemas que más aquejan a los estados donde viven, muy por arriba de la percepción que existe sobre otros problemas como el alza de precios, el desempleo, la corrupción o la pobreza.
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Ante lo fallido de sus estrategias México podría aprender y replicar experiencias que han sido exitosas para combatir la delincuencia urbana en países de América Latina con condiciones económicas y sociales similares.
Por ejemplo el mapeo de delitos, una de las cuatro soluciones documentadas por el Banco Interamericano de Desarrollo y presentadas durante la X Semana de la Seguridad Ciudadana de la región que se llevó a cabo en Chile a finales de noviembre de 2018.
A principios de 2016 la Policía Nacional de Uruguay comenzó a recopilar datos para geo-referenciar –incluso por horas- la rapiña y los atracos callejeros, este primer mapeo se realizó en Montevideo, su capital, donde se producen 94% de los delitos urbanos.
Tras analizar los datos descubrieron que 4 de cada 10 delitos se concentraban en una zona que abarcaba tan solo 8% de la capital, con base en los patrones adecuaron los patrullajes cubriendo con un mayor número de agentes las horas más críticas en los lugares de mayor incidencia.
La rapiña y los robos callejeros disminuyeron 40% el primer año y 20% el segundo. “El Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO) es indiscutiblemente uno de los principales cambios del Ministerio del Interior, si no el mayor de todos. Que sus resultados se hayan manifestado de un modo tan inmediato y hayan revertido 40 años de crecimiento de las rapiñas en la ciudad de Montevideo, muestra la precisión con la que fue concebido”, aseguró Jorge Vázquez, subsecretario del Ministerio del Interior de Uruguay.
Actualmente prácticas similares se desarrollan en Chile y Argentina, la diferencia con Uruguay es que el mapeo se realiza con base en los delitos denunciados, una limitante porque no se reportan el 100% de las incidencias. En Chile la herramienta se combina además con un sistema de geo-referenciación de los policías para comprobar si los agentes hacen las rutas correctas.
Países como Estados Unidos o Londres le llevan la delantera a América Latina por lo menos una década. La ciudad de Nueva York, por ejemplo, cuenta con un mapa sobre homicidios con tal grado de detalle que revela el lugar exacto, la fecha y hora de ocurrencia, el arma utilizada, e información demográfica básica como género, edad y raza tanto de la víctima como del perpetrador.
En Londres los ciudadanos pueden consultar la incidencia delictiva de su colonia introduciendo el código postal o la calle, el mapa revela los tipos de delitos cometidos.
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México por su parte no cuenta con una política pública uniforme a nivel nacional para elaborar mapas a partir de los cuales se puedan analizar datos, realizar estrategias de patrullaje y programas de prevención.
A nivel nacional existe un mapa precario que muestra únicamente la tasa de incidencia delictiva por estado para un periodo fijo de tiempo, actualmente enero-octubre de 2018, sin más detalles, elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Algunos estados o municipios han realizado iniciativas de manera aislada, Jalisco cuenta quizás con la más completa, el mapa de la entidad ubica la incidencia por colonias y tipos de delitos con información desde 2013; arroja además datos sobre el número de habitantes, el analfabetismo, las condiciones de vida: el porcentaje de casas con agua entubada, energía, ingreso, entre otras.
Mientras que municipios como Guadalupe, Nuevo León, publican solo una imagen con un mapa de la incidencia delictiva que no permite mayor interacción.
En México los estados cuentan con una valiosa fuente de información para elaborar mapas, los Centros de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo, cuyas llamadas y eventos atendidos podrían ser materia prima para la geo-referenciación de delitos urbanos junto con las denuncias hechas ante el Ministerio Público.
Muestra de la capacidad que tienen las autoridades para elaborar mapas es que incluso ciudadanos independientes han tenido la iniciativa de mapear los delitos y hacerlos públicos. Entre 2013 y 2016, Diego Valle, un especialista en análisis de datos, mapeo por sectores, cuadrantes, fechas y horas, una serie de delitos entre los que se encuentran homicidios, robos en el metro, robos de vehículos, robo a casa habitación, entre otros, para la Ciudad de México.
Pero dejó de actualizar el mapa porque la Secretaría de Seguridad Pública se negó a seguir contestando las solicitudes de información con base en las cuales hacia la geo-referenciación en la página hoyodecrimen.com.
MÁS INFORMACIÓN: Tasa de incidencia delictiva por entidad federativa de ocurrencia por cada cien mil habitantes, Inegi, consultado el 18 de diciembre de 2018.
MÁS INFORMACIÓN: ¿Cómo evitar el delito urbano? El programa de alta dedicación operativa en la nueva policía uruguaya, BID, Ministerio del Interior, 2018.
