Políticas de AMLO dificultan atraer nuevas cadenas de suministro México-EUA
Las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) son el mayor obstáculo para crear nuevas cadenas de suministro en México. Así lo sugieren varios ensayos publicados por el Center for Strategic & International Studies (CSIS) y el Peterson Institute for International Economics (PIIE).
Bajo el título “Trayendo Cadenas de Suministro a México”, los especialistas advierten que el país tiene puntos a favor para atraer la inversión de empresas de Estados Unidos (EU) y aprovechar la tendencia del nearshoring. Sin embargo, varias decisiones y estrategias de la actual administración estarían desincentivando (o no incentivando lo suficiente) la puesta en marcha de estos planes.
En la presentación de los ensayos se señala que sus autores "compartieron el interés de México y Estados Unidos en construir cadenas de suministro resilientes en América del Norte", a la vez que exploraron "la viabilidad y los beneficios de reubicar las cadenas de suministro en México". Pero también analizaron "las políticas económicas que México necesita para tener éxito como destino de la producción reubicada desde China" y "cómo Estados Unidos puede fomentar los cambios de política necesarios en México".
El CSIS es un prominente think tank, ubicado en Washington, enfocado en diversos campos pero reconocido por sus expertise sobre seguridad y defensa nacional de los intereses estadounidenses. Los ensayos publicados en conjunto con el PIIE fueron escritos por diversos expertos de EU y México, entre ellos, Adam S, Posen -presidente del PIIE-, John Hamre -presidente del CSIS-, Anthony Wayne, Ryan Berg, Matthew Goodman, Luis de la Calle, Mariana Campero, entre otros.
De acuerdo con los autores, entre los factores que están limitando el atractivo de México para el desarrollo de nuevas cadenas de suministro se cuentan la falta de incentivos y facilidades regulatorias para iniciar un negocio, el acceso a infraestructura (particularmente eléctrica), así como fallas en la implementación de derechos de propiedad, el respeto al Estado de Derecho y la percepción de corrupción.
Estos problemas ya han sido presentados por otros expertos con anterioridad. Un estudio de la firma AlixPartners, publicado en mayo pasado, también señalaba que el entorno de negocios en México no era favorable para la creación de nuevas cadenas de suministro de escala regional. El estudio afirmaba que la inseguridad, la corrupción y la baja implementación de políticas laborales en el país golpeaban los cálculos de costos de las compañías con interés en México.
Sin embargo, los ensayos parecen apuntar directamente a algunas de las nuevas políticas de la actual administración como barreras claras a la creación de cadenas de suministro regionales. Por ejemplo, señalaron que algunas de las decisiones de AMLO en torno a la infraestructura de transporte, como la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México (CDMX), “no indican una excelencia en logística” dentro del país.
De hecho, los investigadores señalan que, a partir de 2018 (cuando se canceló el nuevo aeropuerto de la capital), el cambio anual en los montos de inversión privada dentro de México han sido consistentemente negativos trimestre a trimestre.
También critican abiertamente la propuesta de reforma eléctrica, asegurando que el proyecto de AMLO provocará que “la electricidad sea más cara, sucia, menos estable y lastimará la competitividad de manufactura de México al tiempo que incrementa su huella de carbono”.
Políticas a contracorriente
Incluso algunos de los puntos que los mismos ensayistas defienden como esperanzadores para el futuro de México en una cadena de suministro regional, podrían verse minados por las decisiones de la actual administración.
Los expertos aseguran que se podrían expandir proyectos de financiamiento a través de figuras como el Banco Norteamericano de Desarrollo (NADBank) para no solo fortalecer la realidad económica de los estados en la frontera, sino también en el sur del país e incluso en países de América Central.
Pero es importante destacar que la actual administración no solo ha mostrado una reticencia al endeudamiento, incluso en medio de la crisis económica de la pandemia. Además, se han tomado pasos estratégicos para reducir facilidades crediticias que otorgan organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien México planea reducir su línea de crédito en 20% para noviembre, con futuros recortes en 2022, con el fin de reducir el gasto en aportaciones.
Los autores -académicos y ex funcionarios públicos- también pintan de forma positiva la reanudación de los Diálogos Económicos de Alto Nivel (DEAN) entre México y Estados Unidos. De hecho, en estos intercambios diplomáticos se han planteado con anterioridad el establecimiento de cadenas de suministro, particularmente en torno al tema de semiconductores.
Pero este discurso no necesariamente ha servido para compensar las otras barreras que existen para la inversión en cadenas de suministro. Por ejemplo, agentes como Nvidia reconocen que hay una posibilidad técnica para llevar parte de su cadena de suministro tecnológica a América del Norte, con pasos clave realizados en México. Pero, al menos en lo que se refiere al corto plazo, no piensan “modificar sus cadenas globales de producción actuales de microchips, y menos aún realizar en el corto o mediano plazo inversiones” en el país.
Problema histórico en México
Estos ensayos contrastan con las conclusiones a las que habían llegado anteriormente otros expertos privados que se verían directamente beneficiados por la llegada de nuevas cadenas de suministro norteamericanas a México.
Tanto la firma de consultoría para empresas de manufactura Tetakawi como la operadora de ferrocarriles Kansas City Southern (KCS) han señalado que México se beneficia de estar físicamente cerca de Estados Unidos, de la presencia de clústers económicos densos que le han dado experiencia e infraestructura, y de una mano de obra comparativamente barata y experimentada.
Sin embargo, estas ventajas han probado ser insuficientes en el pasado. Un ejemplo que señalan dos de los autores en la serie de ensayos del CSIS y PIIE es la guerra comercial entre EU y China. En un análisis retrospectivo, investigadores del PIIE encontraron que, aunque la gigante asiática perdió el 4.12% de su participación de mercado en las importaciones estadounidenses entre 2018 y 2019, México solo captó 1.63% de esas ventas. Más importante aún, perdió el 0.88% de su participación de mercado en el mismo periodo entre las categorías que no recibieron aranceles a raíz del conflicto.
Los investigadores determinaron que esto responde a que “México sigue quedándose atrás como una locación atractiva para la inversión estadounidense”, y que los impedimentos estructurales detrás de este fenómeno “podría limitar para seguir ganando participación en el mercado de EUA”.
Esta falta de atractivo no es un problema nuevo. Ya a inicios de la década pasada, un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (IDB) señalaba que el valor agregado de la producción doméstica en México había caído de 28% a 24% entre 2007 y 2013; mientras que en China creció de 35% a 49% entre el 2000 y el 2006. Una muestra que, históricamente, el país ha sido incapaz de aportar mucho valor a las cadenas de suministro internacionales.