Asume AMLO presidencia; reitera promesas y deja dudas a los capitales

El primer discurso presidencial de AMLO no resolvió las incógnitas que los capitales han mantenido sobre su futuro mandato desde que ganara las elecciones federales.
1 Diciembre, 2018 Actualizado el 1 de Diciembre, a las 16:51
El ahora presidente de la República tiene muchas promesas por cumplir (Foto:@CanalCongreso)
El ahora presidente de la República tiene muchas promesas por cumplir (Foto:@CanalCongreso)
Arena Pública

El izquierdista Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como presidente de México, después de dos décadas de hacer campaña y recorrer incansablemente el país. 

Pero su primer mensaje a la nación, en el Palacio Legislativo de San Lázaro ya como presidente de México, no fue suficiente para despejar las dudas de los capitales y revertir la percepción de riesgo que se acrecentó en los últimos días.

Una cuestionada consulta ciudadana que le llevó a cancelar la construcción del aeropuerto de la Ciudad de México y la declaración de legisladores de su partido que anunciaban la eliminación de importantes comisiones bancarias, entre otras medidas, fueron suficientes para que el peso se debilitara y las tasas de los bonos mexicanos se dispararan. 

En su largo discurso enfatizó, una y otra vez, en que combatirá la corrupción y prometió no fallarle al pueblo de México. Empeñó su palabra en que respetará las inversiones de los capitales.

"Me comprometo, y soy hombre de palabra, a que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras y se crearán condiciones hasta para obtener buenos rendimientos, porque en México habrá honestidad, Estado de derecho, reglas claras, crecimiento económico y habrá confianza", dijo en respuesta al deterio de la confianza de los capitales que la prensa internacional ha reportado en los últimos días.

Sin embargo, no anunció medidas concretas para ratificar esos buenos deseos. 

 

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El discurso inicial era una oportunidad para dar una señal a los mercados financieros, pero este no mostró señales específicas respecto a lo que se conocía en semanas previas. 

Será hasta la entrega del paquete presupuestal, que tiene como fecha límite el 15 de diciembre, cuando se conozca el marco macroeconómico de la administración, así como detalles de la forma de ejercer el gasto, el impacto de los programas sociales y fiscales en el manejo de las finanzas públicas, de tal forma que puedan dar certidumbre al capital.

Una vez con la banda presidencial puesta, AMLO habló del respeto a la autonomía del Banco de México (Banxico), a la inversión privada y extranjera y a los contratos de gobiernos previos.

Mencionó incentivos fiscales para la franja fronteriza y algunas cortinas de desarrollo, pero también destacó que seguirá con las consultas ciudadanas como mecanismo de decisión para los principales proyectos de infraestructura del país.

En las últimas semanas, el riesgo en el país ha venido en aumento debido a las dudas del capital privado y foráneo por la forma en que se tomarán las decisiones de los principales proyectos de infraestructura  del presidente, así como por iniciativas como la eliminación de las comisiones a bancos.

La incertidumbre se reflejó en un deterioro de los activos denominados en pesos mexicanos en los mercados financieros, un mayor rendimiento de los bonos de largo plazo del país, en la tenencia de valores gubernamentales por parte de inversionistas extranjeros, en una  depreciación del peso frente al dólar y en el índice de riesgo EMBI+ de JP Morgan.

El premio que entregan los bonos mexicanos a 10 años se colocó por encima de 9%, su mayor nivel en los últimos 5 años. Con ello, el índice de riesgo país EMBI+ tocó su nivel más alto del año el miércoles pasado en 237 puntos base.

Por otra parte, el dólar subió a los 21.5 pesos por unidad en los últimos días, y este sábado muestra apenas una ligera depreciación.

 

Fuente: Bloomberg

 

"No gastaremos más de lo que ingrese a la hacienda pública. Se respetarán los contratos suscritos por los gobiernos anteriores, pero ya no habrá más corrupción ni influyentismo en negociaciones con empresas particulares", dijo López Obrador en San Lázaro buscando comprometerse con la estabilidad macroeconómica, pero también con reglas claras y el estado de derecho.

Con todo, las dudas sobre el balance fiscal, los costos de los programas sociales -como pensiones a adultos mayores, el programa de jóvenes aprendices- el crecimiento económico, el financiamiento a los proyectos de infraestructura y energéticos que ha prometido, aún siguen latentes.

Las ofertas de agresivos estímulos fiscales en la zona fronteriza norte -en donde el impuesto al valor agregado (IVA) se reducirá de una tasa del 16% al 8.0%, mientras que el Impuesto Sobre la Renta (ISR) se va a ajustar a la baja hasta el 20%- y la reducción de precios de las gasolinas y la electricidad para enfrentar la competencia estadounidense, siguen dando lugar al debate.

Pero el respeto a las instituciones y a las reglas del juego de parte de su gobierno, es el mayor vacío que deja el discurso de López Obrador. Será la primera gran tarea de su equipo cercano, junto a un marco macroeconómico que garantice estabilidad.

El secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, ha señalado que esperan tener listo el presupuesto y la ley de ingresos para ser entregados a las Cámaras antes del tiempo que marca la ley, por lo que los próximos días las dudas e incertidumbres de los mercados van a continuar, hasta recibir señales más claras y específicas.

 

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