¿Al diablo las instituciones? AMLO ignora al INE y al Inegi para consulta y censo
“Al diablo con sus instituciones” es una frase célebre de Obrador que vitoreó en 2006 y que más de 10 años después parece seguir repitiendo, al menos en su cabeza.
El presidente electo parece desconfiar de todas las instituciones públicas del país, inclusive de las autónomas.
Obrador no echó mano del Instituto Nacional Electoral (INE) para organizar la consulta ciudadana por el aeropuerto, como tampoco se ayuda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para realizar su censo de bienestar, a pesar de que estas dos instituciones son las únicas calificadas legalmente para llevar a cabo las labores que ahora realizan Obrador y sus allegados.
Ni la consulta por el aeropuerto que se realizará a fin de octubre será legalmente vinculante al saltarse todos los procedimientos establecidos en la Constitución, ni el censo que actualmente se lleva a cabo brindarán información confiable al no contar con la transparencia necesaria.
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El artículo 35 constitucional establece que es un derecho de los ciudadanos votar en consultas populares sobre temas de trascendencia nacional, sin embargo, este mecanismo tiene una metodología establecida y la votación debe hacerse a través del instituto electoral, algo que no sucede con el tema del aeropuerto.
Por otro lado, el artículo 59 de la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica especifica que solo el Inegi tendrá la facultad exclusiva de realizar censos nacionales, no obstante, López Obrador ya inició su propio censo nacional que servirá para detallar las políticas de desarrollo social, hecho que ha sido criticado por diversos especialistas.
De acuerdo con el economista Rodolfo De la Torre en un artículo para Arena Pública, “no puede descartarse que el censo de bienestar vaya a ser un instrumento partidista, inhibidor de la participación ciudadana, con una visión fragmentaria de las necesidades que no abone a una visión de derechos y absolutamente innecesario”.
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La cereza en el pastel del aparente conflicto entre Obrador y estas dos instituciones autónomas podría ser el tema de los salarios, pues decenas de personas en este instituto ganan por encima del futuro salario de AMLO, el cual, ha dicho, se fijará en 108 mil pesos mensuales y que nadie en la administración pública podrá ganar más que él.
De acuerdo con la página oficial del INE, el secretario ejecutivo del Consejo General, Edmundo Jacobo Molina, gana 167 mil 781 pesos mensuales y los consejeros electorales Pamela San Martín, Adriana Favela, Claudia Zavala, Dania Paola Ravel, Jaime Rivera, José Roberto Ruiz Saldaña, Ciro Muraya, Benito Nacif, Enrique Andrade y el propio presidente Lorenzo Córdova ganan 178 mil 448 pesos.
Otros funcionarios del INE que perciben más de lo que el virtual presidente electo ganaría, son Francisco Naranjo, secretario particular de la presidencia del consejo, con 128 mil 706.39; Diego Cordera Mora, coordinador de logística, con 124 mil 247.43 pesos, y Luis Emilio Giménez, coordinador de asesores de la presidencia del consejo, con 150 mil 689.67.
Por parte de Inegi, los tres vicepresidentes y ocho directores generales tendrían un ingreso más alto que el futuro sueldo de Obrador.
Julio Santaella, presidente de Inegi, percibe más 205 mil pesos mensuales, que tras deducciones, queda en un ingreso neto de 139 mil 632 pesos , de acuerdo con el tabulador de percepciones brutas mensuales para los servidores públicos, del ejercicio fiscal 2017, últimos disponible en el sitio de Inegi.
Julio Santaella, presidente del Inegi
Enrique de Alba, Paloma Merodio y Mario Palma Rojo, los tres vicepresidentes del instituto, perciben un ingreso superior a los 190 mil pesos mensuales, que tras deducciones queda en 129 mil 845 pesos.
Los ocho directores generales con los que cuenta el Inegi reportan un ingreso de 172 mil 3667 pesos, que tras impuestos y aportaciones sociales, queda en un salario de 118 mil 845 pesos al mes.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), los altos niveles de capacidad estadística del Inegi se deben, en gran parte, a los recursos presupuestarios con los que cuenta, por lo que es importante seguir fortaleciendo a este instituto.
Aún sin ocupar la presidencia y con un presupuesto de egresos para 2019 en incertidumbre, se ignora cual será la relación de López Obrador con el INE y el Inegi. Por lo pronto, para las tareas de transición los ha ignorado por completo.
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MÁS INFORMACIÓN: La importancia de fortalecer al Inegi, Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, 8 de octubre de 2018