La reforma fiscal en las campañas
Las promesas de campaña son un discurso vacío si no se especifica de forma realista cómo se obtendrán los recursos necesarios para hacerlas posibles. Hasta el momento, el único candidato que ha sido claro y serio al respecto es el de Movimiento Ciudadano. Aunque su papel en la competencia pueda ser, en el mejor de los casos, testimonial, tiene la posibilidad de mantener abierta la agenda de una necesaria e inevitable reforma hacendaria.
Tanto Xóchitl Gálvez como Claudia Sheinbaum desean atender las grandes fallas del sistema de salud, el pobre desempeño del sistema educativo, las enormes desigualdades regionales, la ausencia de un sistema nacional de cuidados, la carencia de seguridad social universal y otros asuntos de interés público. Hay diferencias notables en su diagnóstico y las soluciones propuestas, pero tienen en común la necesidad de más recursos.
Un ejercicio sencillo de identificación de los costos de algunas medidas de política pública muestra que se requeriría para la próxima administración un gasto adicional en salud de 3 puntos del PIB al año, 2 puntos para educación, 1.5 puntos para desarrollo regional, 1.5 puntos para el sistema de cuidados y 1.5 puntos para pensiones. Las cifras pueden variar, pero lo hacen en torno a un presupuesto extra de 9.5 puntos del PIB, sólo contando el gasto social.
Nuestro país tiene una de las recaudaciones más bajas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o de América Latina como proporción del PIB. Si el país recaudara lo necesario para el gasto social y 7.5 puntos del PIB al año para infraestructura, seguridad pública y funciones de gobierno, alcanzaría el promedio de recaudación de la OCDE. Si solamente recaudara la mitad de lo requerido adicionalmente para el gasto social apenas llegarían al promedio de América Latina.
Incluso en el escenario moderado, recaudar 4.75 puntos más del PIB por año requeriría una reforma fiscal, pues tal monto no puede alcanzarse con mayor eficiencia recaudatoria, como lo propone Sheinbaum dando continuidad a la mayor fiscalización del actual gobierno, o reasignando recursos de inversiones poco productivas, particularmente de las actividades de refinación de PEMEX, a donde más se requieren, como sugiere Gálvez.
Instituciones de diverso tipo, como Oxfam y México Evalúa, concluyen que una reforma fiscal es necesaria e inevitable. El coordinador del eje económico para recopilar propuestas de gobierno para Sheinbaum ha declarado que no existe margen fiscal para la próxima administración. Por otra parte, los ahorros que Gálvez contabiliza dejando de gastar en grandes proyectos apenas alcanzan para 4 puntos del PIB en todo un sexenio, no anualmente.
Pese a lo indispensable de una reforma fiscal, sólo Álvarez Maynez ha abordado el tema. Su propuesta tiene como meta incrementar la recaudación entre 4 y 5 puntos del PIB gravando a quienes más tienen y desanimando actividades que deterioran el ambiente o la salud. Se basa en más impuestos a las empresas mineras, contaminantes o que usan mucha agua, así como a las industrias refresquera y de alimentos ultraprocesados.
El planteamiento va más lejos, pues no se descartan impuestos a la riqueza, en particular a las herencias, y a la producción de algunas drogas dentro de un mercado regulado. Si acaso, al candidato de Movimiento Ciudadano le ha faltado especificar fuentes de recaudación compatibles con su idea general de reforma fiscal, como la revisión del impuesto predial y la reinstauración del impuesto federal a la tenencia de automóviles.
Es desafortunado que propuestas razonables como las de Movimiento Ciudadano las realice un candidato con nulas posibilidades de triunfo y que puede inclinar la balanza hacia alguna de las candidatas que ha rechazado de entrada una reforma fiscal. Sin embargo, aún desde un lejano tercer lugar, y evitando favorecer directa o indirectamente a alguna de las coaliciones, Álvarez Maynez puede prestar un servicio útil a la competencia electoral.
Si Movimiento Ciudadano mantiene su insistencia en una reforma fiscal ayudará a que ésta se realice más temprano que tarde y con mayor orden e ideas de lo que nos ofrecen las candidatas de la irresponsabilidad económica.