Renunciar a la pluralidad

¿Haría falta que los dueños de los periódicos mexicanos hagan lo que Jeff Bezos con The Washington Post? ¿Que publiquen los pilares que rigen a sus páginas editoriales?
3 Marzo, 2025
Jeff Bezos.
Jeff Bezos.
EL FIN DE LOS MEDIOS

El sano ejercicio de poner en duda lo que publican los medios -no se diga las redes sociales- permite a las audiencias filtrar aquello que puede tener un sesgo para vender o desechar como verdad una idea a cambio de otra. En el fondo, lo que exige ese ejercicio es discernir la calidad de las fuentes de información de la que proviene dicha idea.

Descubrirlo es más fácil cuando se trata de una noticia, pues cuando el buen periodismo hace las preguntas correctas, se va desenvolviendo un caso y, si para todas hay una respuesta, de modo general las dudas suelen quedar resueltas.

Pero, ¿qué pasa con la opinión, y, más específicamente, con la opinión que se publica en las páginas editoriales de la prensa?

Hace unos meses se planteaba aquí el conflicto de interés en los medios, cuando éstos suelen ser parte de organizaciones corporativas en donde hacer buen periodismo puede chocar con las relaciones de poder que tienen sus dueños o miembros de su consejo.

Y no es que los periodistas se libren de estar expuestos a los designios del consejo de administración (lo están más), pero ahora que el dueño de The Washington Post, Jeff Bezos, determinó un nuevo filtro para definir qué sí y qué no se publica en su página de opinión, se aviva el análisis de la libertad de opinión y su importancia en toda buena prensa.

¿Por qué es importante?

El papel del periodismo ha sido por tradición el de ser un espejo donde se mira la sociedad, especialmente con un sentido crítico del poder, que le permite evolucionar hacia formas de convivencia que representen un progresivo y mejor desarrollo de su democracia. Cada sociedad sabrá cómo cuidar de su periodismo y la importancia que le dé para ese objetivo.

Hacer explícita una política editorial, como en el caso del Post para su página de opinión, resultó revelador porque establece un marco ideológico bajo el que deben ceñirse sus plumas: escribir todos los días en defensa y apoyo de las libertades personales y el libre mercado. El periodismo de Bezos, ahora que se define uno para el magnate, abdica a la misión de cubrir todos los puntos de vista. Para eso, dice, está Internet.

De una vez las dudas para el caso mexicano:

Dirán que siempre ha sido así. Que los medios sólo invitan a sus páginas a los amigos que comparten intereses con sus dueños o accionistas. Un filtro puede ser este: ¿Adónde escriben, por ejemplo, plumas tan disímbolas como Enrique Krauze, Dolores Padierna, Héctor Aguilar Camín, Lorenzo Meyer, Ricardo Salinas Pliego, Ricardo Monreal o Yasmín Esquivel? ¿Tienen esos nombres un conflicto de interés con Juan Francisco Ealy Ortiz, Francisco A. Gonzalez Sánchez, Olegario Vázquez Raña, Alejandro Junco de la Vega o Manuel Arroyo, por citar los nombres de algunos propietarios de importantes medios?

¿En qué páginas se pueden encontrar, una frente a otra, opiniones de pluma y letra donde se confronten puntos de vista como modelo de pluralidad en México? 

Si bien no ocurre todos los días, dos casos para seguir son los de Milenio y El Universal, donde lo mismo escriben Aguilar Camín, escritor de permanente oficio crítico, el líder de un clan como Ricardo Monreal, o Zoé Robledo, ambos de la élite morenista que no desperdician la tribuna para publicitar sus logros de nuevo viejo régimen; o, en el segundo caso, es posible leer a Manuel J. Clouthier, cuyo nombre simboliza un tipo de resistencia panista heredada de legendario empresario político sinaloense, que a una ministra en funciones como Esquivel Mossa, subida en la ola que está destruyendo el sistema judicial. Habrá quien diga: cuotas y cuates.

¿Haría falta que los dueños de los periódicos mexicanos hagan lo que Bezos? ¿Que publiquen los pilares que rigen a sus páginas editoriales?

Mira quién habla

Y como todo depende del cristal con que se mire, la lectura que La Jornada dio a la decisión de Bezos en su editorial del viernes pasado fue que El Post deja de ser un medio de comunicación para convertirse –ya sin tapujos, dice– en una plataforma propagandística al servicio del magnate.

¿Entonces? No hay una página y un día donde solo estén todos los puntos de vista desprovistos de sesgo para tener el pulso de México. Es necesario armarse de un menú semanal de lecturas que combine de aquí, de allá y de acullá, incluidos puntos de vista desde el exterior. Es admirable que algunas plumas escriban diario y que, ocasionalmente, concreten buen análisis en días consecutivos, pero mejor fíese de aquellas de aparición más pausada, semanal o quincenal. Suelen ser reflexiones más juiciosas.

René Sánchez Huitrón René Sánchez Huitrón Egresado de Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana, la experiencia del autor suma varios años de investigación, edición y dirección editorial en las salas de redacción de organizaciones como Notimex, El Financiero, El Economista, El Norte y Reforma. Actualmente es asesor senior en carralsierra.com Sus opiniones son personales.