Periodismo, activismo y negocios
El periodismo, en su definición más llana, no ha cambiado a través del tiempo. Es la actividad profesional que consiste en la obtención, tratamiento, interpretación y difusión de información a través de cualquier medio, escrito, oral, visual o gráfico (RAE); o bien, el conjunto de actividades profesionales relacionadas con el tratamiento y la publicación de noticias a través de los medios de comunicación (Diccionario del Español Usual en México. Colmex).
La práctica del periodismo es tan noble que quien reúne los conocimientos y las herramientas clave la puede ejercer profesionalmente. Y si lo que se busca es contribuir a elevar y ampliar el desarrollo de la sociedad, la condición es que la información que se difunda contenga, como sello implícito, o mejor aún, explícito, exceso de imparcialidad y que esté alejado de noticias partidistas.
Subrayo desde las primeras líneas la cualidad profesional del periodismo porque es falso que cualquiera lo pueda realizar.
Es cierto que quienquiera que sea puede desde un blog, un canal en YouTube, una página en Facebook, o una cuenta en redes sociales, publicar sus puntos de vista y otros contenidos. Pero eso es apenas uno, de muchos, de los ingredientes del periodismo.
¿Por qué es importante?
La cuestión planteada es importante porque la comunicación, que no la actividad profesional del periodismo, ha conseguido en internet la mejor y más útil de las herramientas de la libertad de expresión para decir a los demás lo que se quiera. ¿Cuál es el problema con el periodismo? Que si bien esa afortunada irrupción tecnológica puede democratizar la participación y la libre expresión, también puede ser aprovechada por grupos de presión política y económica que agregan un componente de activismo al periodismo para acceder u obtener ventajas personales y privadas. Hacen activismo.
Hacer activismo es una forma más de participación social y ni falta que hace dar fe y confesión pública de ello. Simplemente vale defender y diferenciar, definiciones aparte, que el periodismo tiene como esencia un compromiso de entregar información veraz, apartidista, apoyada en evidencia y análisis de datos.
Piense en las empresas detrás de emblemas como Proceso, El Universal, Milenio, N+, Reforma o Radio Fórmula. Mire aquí a Arena Pública o vaya a Aristegui Noticias, Animal Político o La Jornada. ¿Hacen periodismo, activismo o el fin de esos medios simplemente es hacer negocio?
Elegir dónde informarse
Siempre es oportuno señalar que, aunque incomode a los poderosos, existen muchas opciones de consumir periodismo profesional. Que la audiencia puede brincar de un sitio a otro, cambiar de canal, elegir a éste o a aquél conductor de noticias.
Lo que no se vale es coartar esa libertad. Sobra decirlo.
¿Realmente Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) es el demonio encarnado como se le ha querido pintar todo este sexenio en La Mañanera? Puede no gustar al poder público y privado, pero sus fines son públicos: analizar la corrupción, buscar justicia y, para ello, utilizar la investigación periodística. Incluso, los principales diarios en México han publicado sus investigaciones como primicias, pues a sus editores les han parecido técnicamente bien realizadas.
Claudio X. González Guajardo o María Amparo Casar tienen el mismo derecho de fundar y desarrollar una organización que emplee el periodismo como herramienta para lo que quieren decir. La audiencia de MCCI simplemente debe discernir si sus investigaciones son noticias y reportajes apartidistas, como lo define The Associated Press (AP), por ponerle un filtro.
Cuando la AP advierte que todos pagamos un precio por las noticias partidistas se refiere a las consecuencias negativas que surgen cuando los medios de comunicación presentan la información de manera sesgada o con un claro favoritismo hacia un partido político o ideología.
Esas consecuencias pueden ser desinformación, polarización, desconfianza en los medios e impacto en la democracia. La clave está en identificar las fuentes de información, el lenguaje utilizado, la selección de hechos, las citas y testimonios y la comparación de fuentes sobre el mismo tema.
La distorsión del periodismo
Finalmente, habrá que señalar que cuando el poder político recluta a sus medios, se deforma la esencia del periodismo. En un par de semanas tendremos un ejemplo de ello, una vez que ocurra un foro que se ha dado en llamar Primer Encuentro Continental de Comunicador@s Independientes.
En su convocatoria, el gobierno de México lo explica como “un esfuerzo para que los pueblos puedan tener acceso a información veraz, profesional e independiente del poder económico y político”. Es decir, desde el poder político se busca generar una “red continental” a la que, como es independiente, no podrán entrar medios comerciales, gubernamentales, financiados por empresas privadas o partidos políticos; sólo aquellos que son independientes de intereses corporativos, económicos o políticos.
Entonces, ¿quiénes pueden participar? Pues medios alternativos que suelen generar contenido para su difusión en sitios web y proyectos unipersonales que se difunden a través de radio, medios audiovisuales, redes sociales digitales. Parece definir a cierta concurrencia que hace parte de La Mañanera, donde las preguntas suelen ser elogios al poder y no pocas veces oficialía de partes para otros fines, todo lo que sea, menos periodísticos.
René Sánchez Huitrón
Egresado de Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana, la experiencia del autor suma varios años de investigación, edición y dirección editorial en las salas de redacción de organizaciones como Notimex, El Financiero, El Economista, El Norte y Reforma. Actualmente es asesor senior en carralsierra.com Sus opiniones son personales.
