Fiscalidad en América Latina

En las recientes reuniones de la CEPAL se discutió modernizar la seguridad social para convertirla en uno de los pilares del sistema fiscal con buena aceptación entre los asistentes.
21 Mayo, 2024
Países de la Plataforma Regional de Cooperación Tributaria de AL y el Caribe en la sede de la CEPAL (Foto: CEPAL)
Países de la Plataforma Regional de Cooperación Tributaria de AL y el Caribe en la sede de la CEPAL (Foto: CEPAL)

Del 6 al 8 de mayo pasados se realizó en Santiago, Chile el XXXVI Seminario Regional de Política Fiscal de la CEPAL. Es un evento peculiar y trascendente: participan ministerios de finanzas, organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil que se dedican a finanzas públicas y academia especializada.

Durante este foro la CEPAL hace público su documento insignia de finanzas públicas, el “Panorama fiscal”1. Es por mucho la reunión más importante en su tipo de América Latina, con discusiones que ayudan a entender la fiscalidad de la región, sus mejores prácticas y retos para nuestros países. 

Tuve la fortuna de ser invitado como participante. Sería muy complicado hacer una reseña de todo lo mencionado, recomiendo a la persona interesada revisar la página de la CEPAL, donde pronto estarán disponibles casi todas las presentaciones. Intentaré discutir las principales ideas y cosas que me llamaron la atención. De entrada, había una percepción de incertidumbre grande, me parece que es una diferencia importante respecto a los seminarios recientes (aún considerando los más cercanos a la pandemia).

Primer tema recurrente, casi no hay espacio fiscal. Es decir los gobiernos tienen pocos recursos para cosas nuevas, lo que se recauda está comprometido en su mayoría, incluso muchos países no pueden evitar incurrir en financiamiento para cumplir sus compromisos. Se observa que la inercia de ciertos rubros (sobresalen las pensiones) va comiéndose los presupuestos de otras áreas con efectos potencialmente muy graves. También se reconoció que las consolidaciones fiscales pueden ser más complicadas en comparación con otros periodos de estrés fiscal en la región. 

Segundo, el tema de la deuda, sus complejidades y restricciones fue abordado y discutido casi todo el seminario. Por un lado, se reconoce que la normalización o endurecimiento de la política monetaria ha aumentado considerablemente el servicio de la deuda. Esto tiene consecuencias, reduce el espacio fiscal, ya limitado, lo cual puede a su vez generar la necesidad de mayor endeudamiento. También se reconoció el carácter más “estructural” en los déficits, muchos programas sociales y su liga a derechos, hacen que los recortes sean políticamente muy complicados. 

Tercero, se discutieron los cuidados al medio ambiente, desde tomarse en serio los impuestos ecológicos hasta las inversiones necesarias para mitigar los desastres naturales. Hubo una amplia opinión de que, si la degradación ambiental fuera considerada, nuestros déficits serían bastante mayores a los reportados.  De nuevo, el poco espacio fiscal y las presiones de corto plazo en un número importante de variables pone en tensión varios elementos fundamentales para la sostenibilidad de largo plazo. 

Una cuarta idea, que resulta esperanzadora, se refiere a los sistemas de cuidados. Aquí se recoció desde un envejecimiento acelerado que le cambiará el rostro a nuestra región, hasta la poca atención y recursos que se dedican a la primera infancia. Se discutió el rezago que varios países tienen en cuestión de género con respecto a mercados laborales y los roles que desempeñan las mujeres. Los sistemas de cuidados pueden traer beneficios sociales de muchos tipos y resultar en cargas de trabajo más homogéneas en la población.

Es interesante que, si todos los diagnósticos parecían consensuados, los “remedios” que se propusieron a los problemas fiscales descritos fueron muy heterogéneos. Fue argumentado que si bien recortar gastos por eficiencia deber ser una prioridad, en muchos casos el margen es reducido, por ende, la ampliación de ingresos públicos se vuelve inevitable. 

Justo en lo último aparecieron controversias: el reconocimiento que la informalidad limita los instrumentos fiscales. Al mismo tiempo, se apuntó (y la CEPAL ha sido una voz importante en dicho tema) sobre el abuso del IVA y el poco desarrollo en sistemas de renta. Las haciendas públicas deben ser modernizadas. La nueva economía de la información y las finanzas públicas digitales ofrecen la oportunidad de una formalización amplia, punto débil histórico para la región. 

Hubo mensajes importantes sobre mejoras a la administración tributaria. El fisco no debe ser un obstáculo para realizar negocios o resultar complicadísimo para empresas pequeñas y medianas. Al mismo tiempo la evasión fiscal2se presenta como un flagelo viejo, con poder corruptor importante y nexos a otros crímenes. También la región debe ser un jugador mayor en la discusión sobre erosión de bases (BEPS) y los acuerdos para su control. 

Si bien hubo insistencia en los impuestos a herencias, riqueza y patrimonio en general, se reconoce que pueden quedar cortos en términos de la gran solución a nuestros sistemas fiscales. En cuanto a impuestos a las empresas, las opiniones fueron divididas. Muchos países ya tienen cargas relativamente altas,  el asunto de la competencia y distorsiones está presente. Por otro lado se aceptó que la región desaprovecha los prediales y que ahí se tiene una oportunidad de un buen impuesto redistributivo y poco distorsionante. 

Un poco más técnica y específica, se habló de revisar la relación entre seguridad social, protección social y asistencia social. Se discutió modernizar la seguridad social y que se vuelva como uno de los pilares del sistema fiscal, con buena aceptación entre los asistentes.

Hay una contradicción presente con respecto a nuestra América Latina. Su enorme potencial casi siempre es mencionado: países de renta media, les quedan unos años de bono demográfico, amplios recursos naturales, etcétera. Al mismo tiempo, los estragos de las crisis financiera y la pandemia, malos gobiernos y una geopolítica muy incierta, pueden generar otra década perdida. Tener sistemas fiscales sólidos no es una condición suficiente, pero sí es necesaria para lograr el desarrollo anhelado.

 


[1] El de 2024 se puede encontrar en https://www.cepal.org/es/publicaciones/69216-panorama-fiscal-america-latina-caribe-2024-politica-fiscal-enfrentar-desafios.

[2] Un tema relacionado es la necesidad de revisar los gastos fiscales (renuncias), sus objetivos y evaluar qué tanto han servido. 

Héctor Villarreal Héctor Villarreal Profesor investigador, líder de la Iniciativa para la Transición Económica y Demográfica (ITED) en el Tec de Monterrey. Fundador y ex director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Es doctor por la Universidad de Wisconsin en Madison con la especialidad de microeconomía aplicada.

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