El primer debate televisado entre candidatos presidenciales en México se llevó a cabo en 1994 (Zedillo por el PRI; Cárdenas por el PRD; y Fernández de Ceballos por el PAN).
En ese evento el candidato Ernesto Zedillo afirmó que, de acuerdo a la estructura demográfica del país, la economía mexicana necesitaría crear un millón de empleos nuevos al año (cifra que se ubicó 10 años después en 1 millón 200 mil) para absorber a los jóvenes a la vida laboral.
Si bien este fenómeno había sido identificado años anteriores a ese debate, por practicidad asumo que es el punto de partida de cuando se toma consciencia de esa necesidad.
De esta manera desde 1995 y hasta el cierre de 2016 se debieron haber creado mínimamente 22 millones de empleos nuevos en el país (incluso por simplicidad subestimo este número porque la pirámide poblacional requiere hoy día de 1.2 millones de nuevos empleos).
¿Cuántos empleos formales (permanentes y eventuales) se formaron en este periodo (1995-2016)? De acuerdo a datos del INEGI se creó un total 8’479,942 de los cuales 7’161,981 fueron permanentes. Esto significa que existe un déficit laboral de 13.5 millones de empleos formales (13’520,158). Estas cifras se presentan en la gráfica de abajo. Claramente esto refleja una incapacidad del país de crearlos.
No es el propósito de esta nota analizar las causales, simplemente es importante que cada año sepamos cómo evoluciona este nuevo indicador, al que he llamado el déficit laboral.
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Es decir, si algún presidente afirma que se crearon 600 mil empleos cierto año, el nuevo indicador sugiere que se dejaron de crear 400 mil empleos y que, por tanto, se le añade esta cifra al déficit acumulado.
En otras palabras, es importante empezar a considerar el acumulado, porque refleja entre otras cosas, expulsión de mano de obra hacia otros países, inserción a la economía informal, o incluso al crimen organizado.
Gráfica 1
Fuente: Elaboración Propia con datos de INEGI
¿Qué administración presidencial ha sido la más exitosa en este sentido? El cuadro de abajo presenta las cifras.
La administración de Fox creó en promedio 206,789 empleos formales, con lo que contribuyó al déficit laboral acumulado en 793,211 empleos anualmente, un total de 4.75 millones de personas; por su parte, la administración Calderón creó un promedio anual de 428 mil trabajos con lo que anualmente contribuyó al déficit laboral en 571 mil posiciones para alcanzar un total de 3.4 millones como incremento al déficit. Finalmente, Peña Nieto ha creado 638.6 mil empleos con una contribución promedio anual al déficit de 361 mil trabajos por cada uno de los primeros 4 años de su administración.
Cuadro 1: Contribución al Déficit Laboral Acumulado
Periodo Presidencial | Promedio empleos Creados (anual) | Contribución promedio anual al Déficit Laboral | Contribución Total al Déficit |
Fox | 206,789 | 793,211 | 4,759,268 |
Calderón | 428,640 | 571,360 | 3,428,162 |
Peña Nieto (4 años) | 638,645 | 361,355 | 1,445,419 |
Fuente: Elaboración Propia con datos de INEGI
En suma, de las tres últimas administraciones el presidente Fox fue el que más engrosó el déficit laboral acumulado con 4.8 millones de gente que no se integró a la formalidad al incorporarse a la fuerza laboral (de un posible de 6 millones!). Le sigue Calderón y por último, el presidente Peña. Hasta el momento éste último ha sido el menos inefectivo.
Debe aclararse que esto es un indicador que debe verse con cautela, como cualquier otro. Primero, la afiliación al IMSS no es sinónimo de crear empleos (puede solamente reflejar nueva afiliación de empleos que no estaban registrados previamente); y segundo, la inserción al mercado laboral anual es un promedio además que cierta proporción de jóvenes deciden estudiar.
Sin embargo, es un elemento que permite medir la actuación de las autoridades, además de representar un indicador de alerta. Por ejemplo, no es de sorprender que tanto el crecimiento de crimen organizado como de la informalidad se encuentra correlacionado con este déficit laboral acumulado.