¿Por qué la economía de Baja California cayó mucho menos que el resto del país?
La economía de Baja California cayó menos de la mitad del desplome de la economía nacional ocurrido en 2020, el año de la pandemia.
Exceptuando Tabasco, cuya alta dependencia del precio petrolero internacional la hace un caso atípico, Baja California fue la de mejor comportamiento económico entre 30 estados del país.
De acuerdo con expertos de la economía y los negocios locales, tres pilares explican esta mayor resiliencia del estado fronterizo: Los mayores salarios, su alta diversificación manufacturera y su integración con California, EU, y las economías asiáticas.
Los mayores salarios que disfruta la población del estado en general, gracias en buena parte al ventajoso régimen fiscal que habilita la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN), permitieron mantener un nivel de consumo interno importante luego del cierre de los cruces con Estados Unidos.
La mayor diversificación de la economía de Baja California, particularmente en el sector maquila y manufacturas, que permitió a la entidad mantener un buen volumen de ventas. Ello se percibió al compararse con otros estados de la región, más integrados al sector automotriz, cuya actividad se redujo considerablemente por las crisis de suministros y demanda.
Pero también la integración con California y varios países asiáticos que permitieron a la entidad recuperarse con mayor velocidad que el resto del país. Y es que, a medida que la economía china y japonesa (que entraron y salieron antes que el resto del mundo de sus primeras olas de COVID-19), así como la costa oeste de Estados Unidos se reanimaba, también lo hicieron las actividades productivas en Baja California.
Sin embargo -de acuerdo con los expertos- estos factores podrían no ser suficientes para que estas ventajas continúen impulsando la actividad económica de la entidad por encima del promedio nacional en la era post-pandemia. Y es que no solo se reconoce la necesidad de mayores apoyos de parte del Gobierno federal. También se busca establecer las condiciones adecuadas para el desarrollo de la industria.
Baja California, el estado más resiliente
Con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Producto Interno Bruto (PIB) de Baja California cayó (-)3.7% en 2020 que, si bien sería una caída significativa en un año cualquiera, es la segunda mejor cifra registrada entre todas las entidades federativas, solo después de Tabasco, un caso excepcional por el rol del petróleo (y su precio) en la economía local, que creció 3.5% en 2020.
Esta resiliencia se explica, en primera instancia, por la solidez del consumo interno. De acuerdo con Francisco Rubio Rangel, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Tijuana, “con el cierre de la frontera, muchas personas no podían cruzar. Entonces empezaron a comprar local […]. Muchos negocios locales, que estaban sufriendo en 2020 porque estuvieron cerrados por mucho tiempo vieron un gran beneficio. Y lo veíamos del otro lado: En San Diego y San Isidro, los outlets que se apoyan mucho de la economía del mexicano estaban desiertos”.
Eliseo Díaz González, profesor del departamento de Estudios Económicos del Colegio de la Frontera Norte (Colef), reafirma que esta derrama económica de conso se refuerza por las ventajas salariales que existen en Baja California. “Todos los municipios de Baja California están ligados a la frontera, entonces en todos se vio un incremento salarial en 2019 […]. La entidad tiene un sector formal muy fuerte donde muchos trabajadores ganan más que el salario mínimo […], así que el impacto de esta medida en la mayor demanda de consumo pudo haber influido para mantener su nivel económico en 2020”.
También hay un componente importante en lo que se refiere a la diversificación de la economía de Baja California. De acuerdo con el especialista del Colef, Baja California “tiene un contraste importante con otros estados de la frontera […]. La presencia del sector automotriz es el motor más fuerte que tiene la industria manufacturera en el país, pero en Baja California tiene un rol menor que en el resto de los estados”.
Esta diversificación también se nota entre distintas actividades. De acuerdo con Francisco Rubio, aunque entre las empresas pequeñas o del sector servicios se notaron afectaciones importantes, “la gran mayoría de las empresas en la industria de la exportación aquí no se detuvieron por el giro. Otras cerraron unos 60 días o trabajaron al 30% […]. En la industria grande realmente no muchas empresas pararon”.
Esto último está íntimamente relacionado la integración del estado fronterizo con California y con las economías asiáticas.
De acuerdo con el presidente del CCE Tijuana, en la entidad “no competimos contra el resto del país, sino con la quinta economía del mundo, que es California. Como estamos muy interconectados, muchas de las empresas grandes son de exportación y para venderle a California {…]. Entramos en otra dinámica que no se encuentra en otras partes del país […] California no cerró […], y como ellos no pararon, acá seguíamos con la operación de las industrias”.
En lo que se refiere a la integración con los países asiáticos, Eliseo Díaz González hace notar que “en Baja California la recuperación empezó a finales del tercer trimestre del 2020, debido a que en China la dinámica de la pandemia fue diferente […]. Lo fuerte de la maquila, la producción de telecomunicaciones, teléfonos, televisiones y demás está en Baja California. Y esa viene no solo de China, sino también de Japón y otros países asiáticos”.
Ventajas limitadas
Parecería que el caso de Baja California podría dejar una lección importante al resto de las economías estatales. Específicamente el valor de diversificar los pilares que sostienen la actividad productiva de cada entidad, tanto en el tipo de industrias que están desarrollándose como con los países con los que se comercia.
Sin embargo, el experto del Colef señala que aunque a Baja California le ayudó esa asincronía frente al resto del país, “asociarse con la diversificación productiva […] es un hecho, más que una lección […]”. Más importante aún, se teme que estos factores que le permitieron a Baja California mostrar resiliencia en 2020 no se traducirán a un mejor rendimiento este año y a futuro.
Según Rubio, el líder del sector empresarial del estado, “hay que seguir trabajando con el gobierno para que podamos tener la infraestructura de energía que necesitamos […]. La alta tensión ya está saturada, necesitamos más inversión en distribución y transmisión para poder ver la construcción de nuevos edificios industriales y crear más y mejores empleos […]". Y añade, "es importantísimo que haya un balance en la ejecución del recurso federal, que no todo se vaya al Tren Maya, a Dos Bocas, al Aeropuerto”.
Para Díaz, académico del Colef, la acción del gobierno federal será fundamental en las economías locales. "Lo que va a definir cómo reaccionan todas las economías regionales va a ser cómo reacciona el Gobierno federal. Lo que estamos viendo es que no hay un esfuerzo de estabilización importante. Está el problema de la inflación […] y el ajuste en la tasa de interés […]", dice.
"Los estados estarán muy sujetos a cómo responde el Gobierno Federal a la estabilización económica y resuelva el problema del déficit, que ni siquiera se ha planteado”, apunta Díaz.