Crisis en los medios de comunicación: Recortes de personal suman 18 meses consecutivos
“Una sola historia en línea puede atraer a más lectores que todo el periódico impreso”.
Frase célebre de Martin Baron, director del Washington Post, para describir la crisis de los medios tradicionales que no lograron hacer su transición a plataformas digitales.
Ya sea por tardarse en transitar a un portal digital o el miedo a que el nuevo gobierno asigne menos presupuesto, cada vez hay menos personal ocupado en medios masivos, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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El personal ocupado que se registró en el rubro “información en medios masivos” mostró una variación negativa en junio de 2018, de acuerdo con la Encuesta Mensual de Servicios (EMS) elaborada por el Inegi.
No obstante, la variación negativa del personal ocupado en junio no es algo nuevo, desde el primer mes de 2017 la industria de la información arroja números rojos en cuanto a personal ocupado.
Fuente: Elaboración propia con datos de la EMS, Inegi.
En los últimos años son varios los casos nacionales que ejemplifican la crisis.
En enero de 2017 el periódico la Jornada publicó un editorial en la que sugirió reducir sueldos con tal de evitar “despidos masivos”. La empresa Demos, editora del diario, informó que destina más del 90% de sus ingresos al pago de salarios y prestaciones.
Distintos portales estimaron que Grupo Multimedios, propietario del diario Milenio, despidió recientemente a cerca de 200 empleados debido a un proceso de "reestructuración". Un proceso de reducción de costos que viene produciéndose desde hace tiempo en la gran mayoría de los diarios del país.
Pero no son solo los medios impresos los que viven esta crisis. De acuerdo con su último reporte anual entregado a la Bolsa Mexicana de Valores, Grupo Televisa cerró el año pasado con 39 mil 900 empleados, 2 mil 300 menos que a finales de 2016 y 4 mil menos que en 2015. En otras palabras, durante 2017 Televisa despidió a 191 empleados cada mes.
El urgente adelgazamiento de los costos se está dando en diferentes áreas de las empresas de la información. Diversos articulistas en medios han hecho pública la situación al exponer sus recortes por causas económicas, como ocurrió hoy con el reconocido historiador Lorenzo Meyer, con una larga presencia en la prensa nacional.
Por razones económicas @Reforma decidió suspender la publicación de mi columna semanal “Agenda Ciudadana”. Lamento su situación y les deseo mejor fortuna en el futuro.
— Lorenzo Meyer (@DrLorenzoMeyer) 29 de agosto de 2018
Los recortes se han acelerado frente a lo que se presume viene con el nuevo gobierno: Un importante recorte en el presupuesto público destinado a publicidad oficial, la fuente más importante de ingresos para una gran cantidad de diarios del país.
El ahora presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, prometió en campaña acabar con los excesos del gobierno y manejarse bajo una política de austeridad republicana, por lo que se prevé una disminución del gasto gubernamental en comunicación y publicidad, contrastando con la situación que se vivió con Peña Nieto.
En su primera plana del 25 de diciembre del 2017, el diario The New York Times dio a conocer como el gobierno de Enrique Peña Nieto había gastado cerca de dos mil millones de dólares para controlar a los medios de comunicación del país.
“La mayoría de los medios mexicanos han dependido de la publicidad pública durante tanto tiempo que no sobrevivirían sin los aportes del gobierno”, se lee en el reportaje del influyente diario estadounidense.
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Un fenómeno global
La crisis de los medios no es única en México, diversos medios -algunos de renombre y larga trayectoria- han quebrado o estado al borde de la quiebra en los últimos años.
El periódico norteamericano Charleston Gazette-Mail, rotativo que en 2017 recibió un premio Pulitzer -el mayor galardón en la industria periodística, se declaró en bancarrota en enero de 2018. El mayor premio periodístico de poco sirvió para brindar estabilidad económica a la empresa.
En 2009 el multimillonario Carlos Slim invirtió 250 millones de dólares en el afamado The New York Times cuando el diario atravesaba problemas financieros. Y en un caso más reciente, el hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, compró por 250 millones de dólares el Washington Post en el momento en que corrían rumores sobre la mala situación económica del diario.
El panorama luce desolador para los medios tradicionales en México si no se reinventan y encuentran nuevas avenidas de negocio, más allá de las arcas públicas.
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