Coahuila deberá limitar inversiones por 18 años para pagar deuda de Moreira
Casi la tercera parte del presupuesto de Coahuila se destina al pago de deuda.
Miguel Ángel Riquelme –y por lo menos sus próximos dos sucesores- tendrán un estrecho margen para ejecutar proyectos que impriman un sello a su administración.
El tercer estado más grande del país arrastra una deuda que se gestó entre 2008 y 2011 a través de la falsificación de documentos oficiales y la manipulación de información durante la administración del exgobernador Humberto Moreira, hoy prófugo.
Coahuila heredó más de 33 mil millones de pesos en deuda, durante la primera reestructura en 2011 se incrementó hasta 36 mil millones y hoy asciende a 37 mil 250 millones, incluyendo la de corto y largo plazo.
Pero no es la deuda en sí misma lo que ata al presupuesto, sino la forma de financiarla.
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Como el resto de los estados Coahuila creó un fideicomiso para ofrecer una garantía de pago a las instituciones bancarias que le redituara en mejores tasas de interés para refinanciar su deuda. El fideicomiso se alimenta de los recursos que el estado recibe de la federación.
El problema es la proporción. Coahuila comprometió 94% de los recursos que recibe del Fondo General de Participaciones al Fideicomiso Irrevocable de Administración y Medio de Pago número 1163. Se trata del fondo mediante el cual los estados reciben de la federación hasta 75% de los recursos de libre uso, las llamadas participaciones federales (Ramo 28).
A 13 mil 375 millones de pesos equivalen los recursos comprometidos al fideicomiso en 2018, que representan 28% de los ingresos totales de Coahuila, es decir, casi 3 de cada 10 pesos de su presupuesto se destinarán al pago de deuda e intereses. El monto duplica la cantidad de recursos que el estado transferirá a sus 38 municipios por 6 mil 544 millones de pesos.
El porcentaje de recursos comprometido es uno de los más altos a nivel nacional. Chihuahua y Nuevo León, por ejemplo, registran una deuda -por persona- mayor a la de Coahuila que asciende a 12 mil 527 pesos, sin embargo, tienen un porcentaje mucho menor de participaciones federales atadas a sus fideicomisos.
Con una deuda por persona de 13 mil 699 pesos, Chihuahua comprometió 48% de los recursos del Fondo General de Participaciones –sin incluir la proporción de los municipios- y Nuevo León con una deuda de 13 mil 332 pesos por persona únicamente 33%, con información del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) al cierre de 2017.
Los recursos de libre disposición para el estado son muy estrechos. En 2017 37% de sus ingresos totales provinieron de participaciones federales, los cuales tiene comprometidos casi al 100%; 34% de aportaciones federales, que son recursos etiquetados para gastarse en un fin específico; 12% de otros recursos federales como convenios y solo 17% son recursos propios. Es decir, por lo menos siete de cada 10 pesos están atados.
De ahí que Miguel Riquelme solicitara un préstamo a corto plazo por mil millones de pesos durante los primeros 15 días de su administración por falta de flujo financiero en diciembre de 2017.
El gobierno de Coahuila inició una tercera reestructuración de la deuda en julio de 2018 que conservó como garantía el 94% de los recursos del Fondo General de Participaciones, aunque liberó el 25% del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios correspondiente al estado que anteriormente había atado al fideicomiso.
Inevitablemente los coahuilenses y sus próximos gobernantes padecerán la presión de la deuda sobre el ingreso público, sin embargo, Coahuila se encuentra ya en camino de disminuirla, la calificadora de riesgo HR Ratings proyecta que su déficit presupuestario disminuirá de 2 mil 774 millones que registró en 2017 a 519.4 millones en 2021.
MÁS INFORMACIÓN: HR Raitings ratificó la calificación de HR BBB+ con perspectiva estable al estado de Coahuila, HR Raitings, 23 de marzo de 2018.