Las elecciones más observadas de la historia desafiadas por la violencia y la corrupción
Este domingo, 1 de julio, 89.1 millones de mexicanos están llamados a votar.
No solo serán las elecciones con el mayor número de candidatos en la historia de México -más de 3,400 en todo el país- sino también las que enfrentarán el desafío de la violencia y la sombra de la corrupción que ha campeado en cada elección mexicana.
Andrés Manuel López Obrador, fundador del izquierdista Morena en alianza con el conservador Encuentro Social y el Partido del Trabajo, es el claro favorito en las intenciones de voto que registraron todas las encuestas hasta el pasado 27 de junio.
Mientras que Ricardo Anaya -de la coalición Por México al Frente formada por el Partido Acción Nacional, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, y el oficialista José Antonio Meade -quien encabeza la coalición Todos Por México integrado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Verde Ecologista de México y Nueva Alianza- se enfrascaron en las últimas semanas en una lucha por un lejano segundo lugar. Jaime Rodríguez Calderón, el cuarto aspirante presidencial, apenas si aparece en las encuestas.
Los tres primeros candidatos han coincidido en la urgente necesidad de un cambio en México. El asunto está en los detalles de ese cambio. El texto editorial de la más reciente edición de la revista Letras Libres, resume las expresiones de los candidatos por una transformación. "México va a cambiar", ofrece Ricardo Anaya. "Fracasaría si soy presidente y no cambio a México, prevé Andrés Manuel López Obrador. "Soy el cambio y garantizo confianza", dice José Antonio Meade.
"¿Qué mantener, qué modificar, qué revisar, sí, pero también qué puede ofrecer la persona que encabezará el ejecutivo", se preguntan los editores de Letras Libres.
Hoy millones de mexicanos han salido a votar. En las primeras horas de esta mañana en la Ciudad de México se podían observar largas filas frente a los centros de votación y se augura que la participación sea abundante, incluso histórica. Sin embargo la sombra de la violencia que ha azotado ciertas regiones del país podría inhibir la participación de los votantes.
Mientras que la otra sombra, la de la corrupción, de la coacción y el tráfico de votos sigue estando en la mente de los mexicanos.
Largas filas de automovilistas llegando esta mañana a un centro de votación ubicado en Interlomas, Estado de México
Los comicios más observados de la historia
Prácticamente la totalidad de los centros de votación fueron instalados desde esta mañana del domingo.
En un mensaje transmitido esta mañana el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, ha señalado que la jornada electoral está transcurriendo con normalidad y sólo se dejarán de instalar 4 casillas de las 156,807 centros de votación, es decir, el 0.003% del total. El propio Córdova calificó ésta elección como la más observada y vigilada en la historia del país con más de 32 mil observadores acreditados.
Hasta el jueves 27 de junio pasado, último día para dar a conocer el resultado de las encuestas, el agregador de encuestas Oraculus, daba a conocer que el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador se colocó en un rango de preferencia del voto entre el 45% y el 52%; Ricardo Anaya en un rango de 23%-29%; y José Antonio Meade, entre 18% y 24%. Una tendencia del voto que se mantuvo, prácticamente durante toda la campaña electoral.
La violencia, el gran temor
Sin embargo la campaña electoral se caracterizó por la violencia, especialmente en zonas del país con fuerte presencia del crimen organizado.
Se llega al 1 de julio con 133 políticos asesinados desde que inició el proceso electoral en septiembre pasado, entre precandidatos, candidatos y políticos en cargos de elección popular. La cifra multiplica por diez los asesinatos contabilizados en la más reciente elección presidencial en 2012.
2017 fue el año con el mayor número de homicidios, desde 1997 cuando que se inició el registro en México, con 25,339.
Los asesinatos de precandidatos y candidatos para ocupar cargos de elección popular se concentran en los estados del Pacífico Mexicano: Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Jalisco, además de Puebla; y, particularmente, se produjeron a quienes aspiraban a cargos de presidencias municipales y diputaciones locales. Estos datos hacen creer a los expertos que los homicidios están relacionados con las actividades del crimen organizado.
En la edición de hoy del New York Times se narra como los grupos delictivos del país se han infiltrado en las elecciones locales y buscan controlar sus resultados.
"La colusión entre políticos y organizaciones criminales en México no es nueva. Pero en la última década, los delincuentes han buscado cada vez más cooptar la política local tratando de influir en el proceso electoral, utilizando la violencia para seleccionar efectivamente las listas de candidatos", escriben Paulina Villegas y Kirk Semple, reporteros del diario estadounidense.
Es allí, en esas regiones del país, en las que las elecciones pueden cambiar -desgraciadamente- la vida de aquellos pobladores. Y el miedo no anda en burro.
La violencia y la corrupción son los dos asuntos que aparecen en las encuestas como las mayores preocupaciones de los ciudadanos que asisten hoy a las urnas, por encima de los bajos salarios o de la falta de empleos formales.
Los tres principales candidatos a la presidencia han prometido cambios para detener la violencia y combatir la corrupción. Pero la desconfianza ciudadana en los políticos está más viva que nunca.
"Es el coraje de hacer algo por este país que te mueve" le dijo José Luis Rendón, candidato al Congreso Federal por Chilapa de Álvarez en el sureño estado de Guerrero, a los reporteros del Times. Quizá solo una asistencia masiva e histórica a las urnas podría dar un golpe de autoridad ciudadana por el cambio.
MÁS INFORMACIÓN: Criminal Groups Seek to Decide Outcome in Many Mexican Races; New York Times, 1 julio 2018
MÁS INFORMACIÓN: Oraculus, agregador de encuestas