Peña Nieto indiferente ante futuro de política monetaria. En el aire elección del gobernador de Banxico
El nombramiento de Jerome Powell en la Reserva Federal, representa la continuidad en la radicalización de las políticas de Trump.
En México, el banco central continua a la expectativa del anuncio del nuevo gobernador.
A cuatro meses del término del mandato de Janet Yellen como presidenta de la Reserva Federal, Trump anunció a su candidato. En México, a 20 días esta decisión aún continua incierta.
De cara al escenario actual, México enfrenta la decisión de nombrar a su próximo gobernador del Banco de México, y decidir el rumbo de la política monetaria en el país.
A menos de un mes de que Carstens deje la presidencia del Banco de México, no se ha nombrado a su sucesor.
Los posibles efectos a corto plazo en los mercados financieros, tras la nominación de Jerome Powell, han ido colocando en una situación incierta al país, pues los rumores y aseveraciones han configurado una lista de los posibles candidatos del presidente Enrique Peña Nieto.
Se contemplan a los subgobernadores Alejandro Díaz de León, Manuel Ramos Francia y Javier Guzmán; así como la jefa del sistemas de pagos del banco central, Lorenza Martínez; el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray; el secretario de hacienda José Antonio Meade, y el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher. Incluso se ha mencionado al ex subgobernador José Julián Sidaoui.
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En su estudio “Mexico: Succession at Banxico”, el economista Rafael De La Fuente, advierte que la orientación de la política monetaria tendrá que reconocer los retos que enfrentará el país para 2018 ante la normalización de la política monetaria, la renegociación del TLCAN y las elecciones presidenciales.
En este sentido, se tendrá que considerar el recorte en las tasas de interés, de 100 puntos base, suponiendo un comportamiento estable en el tipo de cambio, a partir de la segunda mitad del 2018.
De La Fuente, señala que Meade cuenta con el mejor perfil para tomar el puesto, sin embargo, el presidente Enrique Peña Nieto, quien tiene en sus manos la decisión, no ha emitido ninguna declaración.
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Designar a uno de los posibles candidatos a la Presidencia de la Republica, en este caso José Antonio Meade, transformaría las preferencias electorales del siguiente año, razón que suma importancia al anuncio del sucesor de Carstens.
Poco después de una de las más graves crisis económicas del siglo pasado y a unos meses de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), se le otorgó la autonomía al Banco de México.
El economista Miguel Mancera Aguayo -quien era su director general desde 1982- fue nombrado el primer gobernador del banco central autónomo a partir de abril de 1994.
Posteriormente, en 1998, Guillermo Ortiz Martínez -un economista y político quien fue designado secretario de Hacienda en plena crisis financiera a finales de diciembre de 1994, ocuparía la gubernatura del banco central por decisión del presidente Ernesto Zedillo y la aprobación del Senado.
Agustín Carstens Carstens, doctor en economía por la Universidad de Chicago, fue nombrado por el presidente Felipe Calderón para ocupar el puesto a partir del 1 de enero de 2010. Ya antes había fungido como secretario de Hacienda. En septiembre de 2015 el presidente Enrique Peña Nieto propuso su reelección al frente del banco central por un nuevo periodo a partir del 1 de enero de 2016 y que concluiría el 31 de diciembre de 2021.
Carstens renunció a la gubernatura a partir del 30 de noviembre próximo, para encabezar el Banco Internacional de Pagos. Su aún incierto sucesor completará el periodo de poco más de 4 años que restan al actual gobernador.
A diferencia de Peña Nieto, Donald Trump realizó un proceso de selección rápido para elegir al presidente de la FED.
EX BANQUERO, ABOGADO Y RICO
Jerome Powell -el nominado presidente de la FED por el presidente Donald Trump- no reúne el perfil clásico de un banquero central. Es abogado -aunque con gran experiencia financiera, banquero privado, con ya varios años en el sistema de la Reserva Federal, y mucho más rico que sus antecesores.
Con activos valuados entre los 21 y 61 millones de dólares, la riqueza acumulada de sus antecesores palidece. A Janet Yellen se le calcula una fortuna de entre 5 y 13 millones de dólares; mientras que la fortuna de Ben Bernanke va de los 1.1 a los 2.3 millones de dólares.
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Powell, tras haberse graduado como abogado en la Universidad de Princeton y ejercer en el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos, en 1984 inició su acercamiento con las finanzas en el banco de inversiones Dillon Reed & Co.
Su trayectoria comenzó a despegar, al ser nombrado vicepresidente de Dillon Reed & Co. y convertirse en socio en The Carlyle Group, entre 1997 y 2005.
Si bien su preparación académica se encaminó a las leyes, su trayectoria se orientó principalmente en el mundo hacia el mundo financiero, lo que lo convierte en el primer banquero de inversión en presidir la Reserva Federal.
Esta situación se vuelve particularmente importantes tomando en cuenta la conocida relación entre la Reserva Federal y Wall Street.
Por otro lado la corriente republicana de Powell se ilustra en la tradicional inclinación por favorecer el aumento en las tasas de interés como instrumento frente a la inflación.
Nominado a la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal a partir de 2012 por el ex presidente Barack Obama, y confirmado en 2014 por un periodo de 14 años, hasta enero de 2028; el candidato resultó en una opción predecible, según los expertos.
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Dentro de los posibles seleccionados de Trump, se encontraba el profesor de Stanford John Taylor y el economista Kevin Warsh, conocidos por su preferencia por una política monetaria más rígida. Powell, sin duda, parecía ser el único con interés de continuar sin cambios las determinaciones de Yellen, lo que pudo haber influenciado al presidente de los Estados Unidos.
Por otro lado, dado el desempeño de la economía estadounidense que reportó un 3% de crecimiento en sus primeros tres trimestres, la conciliación tras la normalización de la política monetaria requerirá de un presidente de la FED más dispuesto a planear el nuevo régimen en los mercados.
La situación mexicana es muy distinta. Aún se ve lejana la posibilidad siquiera de pensar en la nominación de un banquero privado o de un abogado para presidir el Banco Central. La capacidad y preparación que podría representar la experiencia de un banquero como en el caso de Powell para dirigir un Banco Central podría redirigir los reflectores hacia los matices políticos de tal decisión.
Bajo el régimen de autonomía del banco central, esta determinación no tendría que considerarse imposible, si el Senado de la República hace un trabajo fino de evaluación del candidato propuesto por el Presidente.
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MÁS INFORMACIÓN: LOS ÚLTIMOS TRES LÍDERES DEL BANXICO,expansión, 2009