Peña 'combate' el hambre con programa sin metodología y aumento de precios

La pobreza alimentaria en México ha crecido, factores como la inflación, provocada por el aumento del precio de la gasolina, la explican.
13 Julio, 2017 Actualizado el 13 de Julio, a las 16:00
La pobreza alimentaria aumentó desde 2012 y el valor de la canasta básica de alimentos también.
La pobreza alimentaria aumentó desde 2012 y el valor de la canasta básica de alimentos también.
Arena Pública

Enrique Peña quiso combatir el hambre, pero en un sexenio con fuertes incrementos de precios.

Una estrategia que parece no tener lógica.

Al arrancar su sexenio emprendió un ambicioso programa para abatir el hambre, pero también decidió ejecutar diversos incrementos al precio de la gasolina asumiendo el aumento de precios de bienes y servicios que provocarían.

La tasa que mide el aumento de los precios de bienes y servicios, la inflación, registró 6.3% en junio de 2017, es casi dos veces mayor a la que existía en enero de 2013, de acuerdo con el Banco de México. 

En el 2000 la canasta básica de alimentos costaba poco menos de 550 pesos por persona en zonas urbanas. En 2006 aumentó a 758 pesos o 37% con respecto al inicio del sexenio anterior. 

A inicios de la administración de Enrique Peña Nieto en 2013, la canasta básica costaba 1,079 pesos por persona, lo cual representa un aumento de casi el doble con respecto a lo que costaba a inicios del sexenio de Vicente Fox y de 42% en comparación con lo que costaba cuando Felipe Calderón asumió el cargo. 

 

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En junio de 2017, el precio de esta canasta, que es lo mínimo que una persona debe adquirir en un mes para comer, es de 1,422 pesos. A lo largo del sexenio se registró un aumento de 31% en el precio.

A ese costo, una familia de cuatro personas que recibe solo el ingreso del jefe de familia con tres salarios mínimos equivalentes a 7,200 pesos al mes, podría costear la canasta básica para sus miembros, aunque no los servicios u otros bienes básicos. Este es el modelo más común en el país, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

 

Aumento en la inflación, en parte es responsabilidad del gobierno

La tasa de inflación de 6.3% es un nivel no visto desde hace nueve años, durante la crisis económica mundial de 2008. 

El Banco de México recomienda que los niveles de inflación se mantengan por debajo o igual a 3%, cosa que sucedió en diciembre de 2015, cuando llegó a su tasa mínima de 2.1%. 

En junio de 2016 la inflación comenzó a registrar un incremento sostenido, motivada principalmente por dos razones: la depreciación del peso frente al dólar  y el aumento del precio de la gasolina.

 

El continuo incremento de precios dificulta combatir la pobreza alimentaria. 

 

Por ejemplo, en julio de 2016 los incrementos a la gasolina fueron responsables del 33% de la inflación, en agosto de ese año el alza de la gasolina más los incrementos a la luz eléctrica fueron responsables del 60% de la inflación.

La gasolina es indispensable para producir y distribuir mercancías, entre ella los alimentos, y por ello cuando sube el precio de la primera, se incrementa el de estos últimos. Hasta febrero de 2017 el costo del combustible dependía de la gestión gubernamental.

 

Programa estrella no reduce pobreza alimentaria

“La Cruzada Nacional Contra el Hambre ha probado su eficacia en la lucha contra la pobreza, en especial la alimentaria. Desde una perspectiva multidimensional, atiende a 4.5 millones de personas”, se lee en el Tercer Informe de Gobierno del Presidente, correspondiente a 2015.

Pero de acuerdo con un informe de 2016, de la Auditoría Superior de la Federación, el programa insignia del Plan Nacional de Desarrollo tuvo fallas en su metodología que hicieron que no funcionara de manera correcta y que, por tanto, no haya disminuido el número de personas en condiciones de pobreza alimentaria. 

“Las deficiencias en la implementación, focalización y coordinación de acciones en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre no permitieron verificar en qué proporción se garantizó el acceso a la alimentación y a los demás derechos sociales de las siete millones de personas en pobreza extrema alimentaria” dice el dictamen de la Auditoría Superior de la Federación.

 

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Además, hubo un fallo en la identificación de la población meta. De los 64 programas que conformaban la Cruzada, solo 55 se implementaron y no se sabe por qué los otros nueve no llevaron a cabo ninguna acción. 

De 2012 a 2014 aumentaron en 1 millón 100 mil las personas que viven en pobreza alimentaria, es decir, aquellas que no pueden costear una canasta básica, según las mediciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). 

Este es un aumento de apenas 0.6% en el número de personas que viven en dicha condición, según el último dato disponible, pero representan casi a la población total de Monterrey, Nuevo León. 

En México, el 46.2% de la población vive en pobreza y el 20.6% de ellos, casi la mitad, en pobreza alimentaria. Cifra que ha aumentado desde 2010 cuando eran 19.4%, de acuerdo con el Coneval.

 

MÁS INFORMACIÓN: Progreso de las Líneas de Bienestar, 1992-2017, Coneval.

MÁS INFORMACIÓN: Inflación, 2017, Banxico.

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