Los refrescos light, exentos del caos

<p>Al tradicional incremento anual de precios de la industria refresquera, en esta ocasi&oacute;n se sum&oacute; al traslado del nuevo impuesto especial a las bebidas carbonatadas endulzadas con az&uacute;car, el famoso impuesto &lsquo;antiobesidad&rsquo;.</p>
10 Enero, 2014 Actualizado el 10 de Enero, a las 10:56
¿Habrá valido la pena entonces el debate y desgaste político en torno al incremento en el precio de los refrescos?
¿Habrá valido la pena entonces el debate y desgaste político en torno al incremento en el precio de los refrescos?
Arena Pública

Además en el comercio detallista informal, el aumento de precios va más allá de los dos pesos acumulados al precio que mantenían el año pasado.

También se confirmó lo que en los pasillos del Congreso se comentaba con preocupación: el cabildeo de las asociaciones vinculadas con esta industria había sido tan, pero tan eficiente, que se logró dejar fuera a las bebidas endulzadas con sustitutos con menos calorías, como el aspartame. Y también se preparan para fortalecer sus campañas anti azúcar.

Es cierto, las bebidas con este tipo de sustitutos tienen menor contenido calórico pero no son una opción frente al problema de obesidad que vive la población en México. Así, en las ventas minoristas, el consumo de bebidas ligeras o light tiene beneficio ante los ojos del consumidor porque el incremento que registran es sólo la mitad del que sufrieron los refrescos endulzados con azúcar de caña.

Por cierto, la otra paradoja que se presenta es la que vive el titular de la Secretaría de Agricultura, Enrique Martínez; porque esa dependencia tendrá que hacer frente a la demanda de apoyos por parte del sector cañero que, en más de 70%, se encuentra en manos del gobierno federal. Son pocos los ingenios que operan vinculados con grupos que manufacturan bebidas y alimentos.

Entonces, si disminuye el consumo de azúcar –aunque el refresco sigue con fortalezas inelásticas debido a los hábitos de consumo de la población– será el gobierno federal a través de los estados, la Secretaría de Agricultura y hasta la de Desarrollo Social, el que deberá hacer frente a los rescates particulares.

¿Habrá valido la pena entonces el debate y desgaste político en torno al incremento en el precio de los refrescos? La recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) al cierre del año nos indicará si valió la pena o si una campaña más agresiva de prevención a la obesidad, la diabetes y otros padecimientos crónicos, hubiera sido más efectiva.

En el Grupo Bimbo, de la familia Servitje, también fortalecerán su presencia en foros de educación y de salud vinculados con la prevención de la pandemia que amenaza la productividad de los mexicanos. También reformularán productos y seguirán la ruta de los refresqueros con productos que prometan bajo contenido calórico, aunque el nutricional no sea tan importante.

Las tiendas de autoservicio también esperan notificaciones de proveedores que estudian la posibilidad de reformular sus mercancías para evitar el incremento doble en sus precios, porque también deberán cubrir mayor gasto por transporte.

El tiempo apremia y el caos reina, pero las bebidas light observan la revuelta desde la trinchera.

 

MÁS INFORMACIÓN: Refrescos, alimento para perro y botanas en el “top 5″ de gastos del nivel socioeconómico bajo, nota de Arena Pública de octubre 30 de 2013.