El Calcio Storico, el juego más violento del mundo

“Demasiado chico para ser una guerra, demasiado cruel para ser un juego”. Así se refirió sobre el Calcio Storico el rey Enrique III de Francia en 1574. En pleno renacimiento y en la cuna de este movimiento tan respaldado por el arte, a mediados del siglo XVI se disputó el primer encuentro del Calcio Storico en Florencia. 500 años más tarde el juego más violento del mundo se sigue practicando cada año en la ciudad capital de la Toscana.
El Calcio Storico representa algo mucho más grande que un juego, es el orgullo de Florencia. Desde hace 5 siglos, cuatro barrios de la ciudad son representados por sus 27 gladiadores, todos oriundos del barrio por el que juegan: Santa Croce son los azzurri, Santa Spirito los bianchi, San Giovanni los verdi y los rossi de Santa María Novella. Y no, no hay cambios de equipo nunca. Representan a su barrio y a los mismos colores de por vida.
Es un juego como ningún otro, se enfrentan en un campo de arena 27 jugadores contra 27, buscando llegar al lado contrario para meter una pelota en una especie de portería que ocupa todo el ancho del fondo del campo. Suena sencillo, pero no lo es en lo absoluto. Para llegar a esa posición hay que pasar por 27 rivales los cuales no están limitados por ninguna regla para buscar quitarte la pelota.
La gran diferencia entre el Calcio Storico y los otros deportes de pelota, es el boxeo sin guantes utilizado para abrir espacio hacia la portería. Las peleas no son ocasionales, es la estrategia más importante del juego para mover la pelota. Lo que es el bloqueo para el futbol americano, lo son los golpes para el Calcio Storico.
Durante 50 minutos, los 54 gladiadores dan y reciben golpes, patadas y codazos que se traducen en contusiones, fracturas y una violencia que no se encuentra en ningún otro espectáculo. El juego es tan desafiante físicamente que solamente se puede jugar una vez en el año, si logras pasar a la final entonces tienes 9 días para recuperarte y jugar la gran final. El 15 de junio se disputan las semifinales y el 24 de junio, en el día de San Juan se lleva a cabo la final en el lugar más icónico de la ciudad, la Piazza del Duomo.
¿La motivación para ser parte de esta brutalidad? Simplemente pasión, orgullo y tradición. No existe ninguna recompensa económica para los jugadores, el premio es ser parte de un juego que genera un vínculo y un sentido de pertenencia con su ciudad y con su barrio, como ningún otro.
