La otra pandemia: Enfermedad renal crónica
El riñón es el segundo órgano más afectado por la Covid-19 después de los pulmones y vías respiratorias, sin embargo no hay un registro de seguimiento de estos pacientes, ni políticas claras de atención en el sistema de salud.
Se estima que entre 8.4% y 46% de pacientes con COVID-19 presentan una lesión aguda renal, la incidencia aumenta hasta 75% en pacientes ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), de acuerdo con el estudio Community- and Hospital-Acquired Acute Kidney Injury in COVID-19: Different Phenotypes and Dismal Prognosis, publicado en marzo del año pasado.
Lo anterior implica un “aumento en los días de hospitalización, una mayor necesidad de diálisis, un aumento en los costos de atención médica y de mortalidad”, dijo Olynka Vega, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", durante el tercer Encuentro Alianza por la Salud Renal.
La presencia de este padecimiento antes de la pandemia ya iba en aumento, especialmente en poblaciones de mayor edad con comorbilidades crónicas. En México, 75 % de los adultos vive con sobrepeso u obesidad; 49.2 %, con hipertensión, y 14 %, con diabetes. Además, se estima que 1 de cada 10 personas tienen daño renal, es decir, alrededor de 13 millones de personas y muchos lo desconocen, señala el Colegio de Nefrólogos de México A.C.
“Se mantiene silenciosa y hasta que el enfermo llega a una fase tardía externa síntomas, señala Pedro Trinidad, exjefe de Nefrología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), citado por la Gaceta UNAM.
A lo anterior se suma que el tratamiento para combatir la enfermedad “causa daños colaterales en el organismo producto de la ingesta de fármacos nefrotóxicos, los cuales dañan el sistema excretor”, dijo Saulo Oviedo, urólogo consultado por la Universidad Católica de Santa María en Perú.
Los sobrevivientes de COVID-19 a los 30 días presentaron un mayor riesgo de daño agudo renal (35% más), que aquellos que no se contagiaron, revelaron los resultados de la investigación Kidney Outcomes in Long COVID realizada por Benjamin Bowe, Yan Xie, Evan Xu y Zyda-Al-Aly publicada en la Revista Americana de Nefrología.
En México, el 50% de los pacientes con Covid grave y que requirieron hemodiálisis fallecieron. De los sobrevivientes, 11% perecieron al año con criterios dialíticos, y 24% desgarraron una enfermedad renal crónica, señaló Vega.
“¿Cuál es la magnitud del problema?, ¿quién está dando seguimiento a estos pacientes?, ¿estamos preparados?, ¿tenemos recursos humanos, económicos?, ¿se están tratando los factores de progresión?” son las preguntas con las que concluye la investigadora Olynka Vega. En México, casi 6 millones de mexicanos se han contagiado de Covid-19; 11.87% han sido hospitalizados y 88.13% son ambulatorios.
La dimensión del problema crecer porque hasta febrero de este año en México había “10 nefrólogos por millón de habitantes, de tal manera que lo que recomienda la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es 20 nefrólogos por millón de habitantes; es decir, tenemos un déficit de 10 nefrólogos por millón”, señaló Trinidad.
El costo de un paciente con enfermedad renal crónica con hemodiálisis oscila entre 223 mil 183 y 257 mil pesos anuales; mientras que el costo total para el IMSS es de entre 1.47% y el 1.73% del presupuesto, de acuerdo con este instituto.
La tasa global de mortalidad por enfermedad aumentó un 41.5% entre 1990 y 2017, de acuerdo con el artículo Global, regional, and national burden of chronic kidney disease, 1990–2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017, publicado por la revista The Lancet.