Los datos sobre el comportamiento de la economía al tercer trimestre del año que ayer dio a conocer INEGI, muestran una incipiente recuperación de la actividad económica después de la pronunciada caída que se vio en el segundo trimestre; aunque hay que decir que los nubarrones para un despegue firme de la economía aún continúan.
En los meses de julio a septiembre la economía creció 1.3% a tasa anual y 0.84% respecto al trimestre anterior. Ambos datos superaron las cautelosas expectativas de la mayor parte de los analistas que estimaron un crecimiento para el año de 1.2%, pero que con estos nuevos datos podrían revisar ligeramente al alza sus estimaciones en los próximos días en torno al nuevo pronóstico de Hacienda de 1.3% que ayer dio a conocer.
Esta previsible corrección al alza en los pronósticos de los analistas para el cierre de 2013, también estaría influida por las revisiones al alza que hizo INEGI de los datos originales del PIB al primero y segundo trimestres, particularmente al segundo trimestre cuyo dato original de 1.45% fue revisado hacia 1.59%. Pero también por las revisiones al alza en el crecimiento anual del Índice Global de Actividad Económica, IGAE, para los meses de julio y agosto, desde el 1.4% al 1.6%.
Todas estas correcciones que hizo el órgano autónomo de las estadísticas del país en las últimas semanas seguramente que influirán para un mejor resultado de la economía en este 2013; a lo que se añade un mayor desembolso desde el gasto público precisamente para alentar la recuperación económica.
Pero regresando a los datos del tercer trimestre. Un vistazo general nos dice que si bien se observó en el tercer trimestre una recuperación en la industria manufacturera y en los servicios respecto del trimestre anterior -lo que muestra que algunos de los factores que inhibieron la actividad económica en el primer semestre están cediendo- aún es prematuro adelantar que la recuperación se mantenga o se acelere en el corto plazo.
Hay tres factores a considerar hacia el último tramo del año y que podrían hacer contrapeso a la recuperación:
- El sector de la construcción sigue deprimido. El IGAE de septiembre cayó 0.42% respecto de agosto, influida por una menor actividad industrial debido precisamente al mal desempeño del sector de la construcción en general que sigue siendo un factor que contrarresta la leve recuperación de la manufactura y el comportamiento positivo de algunos de los servicios.
- El débil comportamiento del comercio. Los datos de ventas en supermercados y tiendas departamentales a octubre pasado todavía mostraron una caída de 2.1% a tiendas iguales; tendencia que probablemente se revertirá en noviembre con las ventas del Buen Fin; pero aún habrá que ver si esto será suficiente para compensar las pobres ventas que se dieron en el resto del año. Las pobres cifras en la generación de empleos y la caída de los salarios reales están detrás de un menor poder adquisitivo, de la caída en la confianza del consumidor y de un cauteloso crecimiento del crédito bancario, por lo tanto, de las menores ventas comerciales que hemos visto en el año.
- La baja en la expectativa de crecimiento anual que anunció ayer el gobierno a 1.3%, desde 1.7%, significa que el gobierno no está esperando un recuperación franca de la economía durante el último trimestre del año, sino más bien un comportamiento similar al reportado en el tercer trimestre.
En fin. Que se ha asomado una cautelosa y lenta recuperación en la economía mexicana que sigue a la espera de las consecuencias concretas derivadas de los grandes proyectos prometidos por el gobierno en diciembre pasado.