México: Víctima de los aranceles trumpianos
México sale de la lista de los socios comerciales excluidos de los aranceles trumpianos al acero y aluminio anunciados por el presidente estadounidense en los primeros meses del año.
Después de exentar al país, junto con Canadá, por escasos dos meses, el gobierno estadounidense ha decidido gravar a partir de junio las importaciones de esos dos metales provenientes tanto de sus dos socios en el TLCAN como también de la Unión Europea.
Las respuestas oficiales de viva voz no se han hecho esperar, pero de aplicarse, podrían constituir el inicio de una batalla comercial en donde no habrá ganadores sino solo perdedores a nivel mundial.
El presidente Trump echó mano una vez más de su estrategia intimidatoria con el propósito de obtener concesiones en las mesas de negociación del TLCAN por parte de sus dos principales socios comerciales: Canadá y México.
A poco más de doce horas de la fecha de caducidad de la exención arancelaria, el gobierno estadounidense en voz de su secretario de comercio reveló la decisión de imponer aranceles de 25% a las importaciones de acero y 10% a las de alumino provenientes de México, Canadá, y la Unión Europea.
Estados Unidos podría enfrentar una situación generalizada de “ojo por ojo y diente por diente”
Dicha decisión arancelaria contra sus principales socios comerciales, más allá del endeble argumento de seguridad nacional, refleja un conocimiento de economía que deja mucho que desear por parte del equipo económico del presidente Trump.
Pero además refleja cierta confusión para entender las ventajas y beneficios del comercio internacional y posiblemente revelan un olvido o desconocimiento de un principio elemental de macroeconomía: el balance comercial de un país no es más que el resultado de las decisiones de ahorro-desahorro en la economía, particularmente del sector público y del sector privado.
Las respuestas de las partes involucradas no se han hecho esperar, particularmente de México y Europa, mismas que van en la dirección más temida por los mercados: el posible inicio de una guerra arancelaria.
Mientras México y la Unión Europea inmediatamente dijeron que responderían en la misma dirección de imponer gravámenes a algunas importaciones estadounidenses, Canadá se ha tardado en dar una respuesta oficial y contundente, aunque es de esperarse que sea en la misma dirección.
Donald Trump decidió sacar a sus socios del TLCAN de la lista de países exentos de aranceles sobre el acero y aluminio.
A pesar de que las partes afectadas no deseaban llegar a una situación de represalias, han sido orilladas a responder y posiblemente a tomar acciones similares.
De persistir la cerrazón comercial del gobierno estadounidense, y de darse las posibles respuestas de Canadá, México y la Unión Europea, Estados Unidos podría enfrentar una situación generalizada de “ojo por ojo y diente por diente” ante cada medida arancelaria contra cualquier otro país.
El gran riesgo de este 'juego inocente' de las amenazas arancelarias no beneficiaría a ninguno de los paises involucrados y pondría en entredicho la recuperación de la economía mundial.
Los países no deben olvidar que en las guerras comerciales, bilaterales o multilaterales, no hay ganadores, ya que el principal resultado es “todos pierden”.
Alfredo Coutiño ( @AlfredoCoutino) es director para América Latina en Moody’s Analytics. Las ideas expresadas son de la exclusiva responsabilidad del autor y de ninguna manera deben ser atribuidas a la institución para la cual trabaja.