Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no inhibió la Inversión Extranjera Directa (IED) siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Su afirmación de que, durante su sexenio, la IED alcanzó niveles récord en la Ciudad de México es correcta. Durante su sexenio (2001-2006), la IED, según los datos de Inegi que mencionó Ricardo Anaya, en la Ciudad de México fue de 37,353 millones de dólares (mdd), por encima de lo observado durante el sexenio de Marcelo Ebrard (31,971 mdd).
En los cinco años de la actual administración, bajo la égida de Miguel Ángel Mancera, la IED se eleva a 27,687 mdd, inferior a lo observado durante los cinco primeros años de AMLO (31,881 mdd) y de Ebrard (30,692 mdd).
Fuente: Inegi. La administración de Mancera sólo incluye 5 años, aunque también para ese período sale comparativamente peor que AMLO y Ebrard.
Pero más interesante que el monto absoluto, es evaluar cuánta IED acaparaba la Ciudad de México respecto al total de IED que ingresaba en el país. Durante todo el sexenio, los 37,353 mdd que atrajo el gobierno de AMLO representó un 26% del total de la IED en México. Ese porcentaje se redujo a 21% con Marcelo Ebrard y en los primeros cinco años del gobierno de Miguel Ángel Mancera descendió a un 16%.
La afirmación de que el impulso de la IED durante el sexenio de AMLO se debió a la venta de Bancomer a BBVA es parcialmente falsa. Esa venta se produjo en el año 2000, cuando AMLO aún no era Jefe de Gobierno: la aprobación de esa venta se produjo bajo la presidencia de Ernesto Zedillo, con José Ángel Gurría como Secretario de Hacienda. En ese año, BBV adquirió el 40% del Grupo Financiero Bancomer por 2,600 mdd.
Sí es verdad que la compra total de Bancomer por BBVA se produjo en el 2004, ya con Vicente Fox en la presidencia y Francisco Gil Díaz como Secretario de Hacienda, y con AMLO como Jefe de Gobierno. Ahí Bancomer vendió el 40.6% del capital accionario que aún no poseía BBVA por 4,100 mdd. En el tercer trimestre del año de 2001, Banamex es vendido a Citigroup por alrededor de 12,000 mdd. Ese año, en el 2001, la IED en la Ciudad de México alcanzó una cifra récord de 10,210 mdd.
Decir que esas ventas favorecieron la IED de la Ciudad de México es correcto. Pero incluso descontando esas cifras, la IED fue muy robusta en la Ciudad de México durante el sexenio de AMLO. Por ejemplo, en el año 2004, el año de la venta total de Bancomer, la IED en la Ciudad de México fue de 5,474 mdd. Pues bien, ese monto se mejoró en el año 2005 (6,239 mdd) y se igualó en el 2006 (5,472 mdd). Lo más interesante es que, pese a la venta de Bancomer, en el 2004 la participación de la Ciudad de México en la IED del total del país fue de 22%, mejorando a 24% en el 2005 para acabar el sexenio en el 26%.
Por otro lado, decir que AMLO fue el que vendió la banca nacional a la banca extranjera no tiene ningún sentido: los avales de esas ventas provinieron del gobierno priísta de Zedillo, y del panista de Fox, junto con la luz verde de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores bajo las recomendaciones de Banxico. Por tanto, Anaya debería mirar haca el PRI, y sobre todo hacia su propio partido, como los ejecutores de la venta de la banca nacional a manos extranjeras.
Lo que sí puede decir es que, estuviera o no de acuerdo AMLO con esa venta, no inhibió unas operaciones financieras que venían de la iniciativa privada y que había sido aprobada por el gobierno federal, justamente una de las preocupaciones del empresariado mexicano. Y eso demuestra dos cosas: uno, que AMLO cumple con lo pactado; y dos, que no es contrario a la inversión ni a la iniciativa privada.