Los mejores hospitales privados en México
¿Cómo comparar los servicios hospitalarios privados? La pregunta no tiene una respuesta sencilla. Este mes se publicó por primera vez en México un ranking de hospitales privados.
Sin duda una iniciativa importante y necesaria del grupo de expertos de la empresa Blutitude en alianza con la Fundación Mexicana para la Salud, Funsalud, y con la revista Expansión (para la primicia de publicación). Se trata de una investigación que tiene detrás años de trabajo y experiencia en esa industria, además de que contó con un consejo consultivo de expertos del sector.
En México, el sector hospitalario privado ha crecido de forma considerable en los últimos 20 años. Hoy son privados 2,885 establecimientos hospitalarios. Sin embargo, no existe información básica (no se diga completa), comparable y objetiva sobre qué tan buenos son los establecimientos de salud. Para otros sectores, el sector bancario por ejemplo, hay muchos indicadores públicos sobre la calidad en el servicio o el desempeño de su operación. En otros países, estos rankings son comunes, como en los casos de Estados Unidos y España.
Los servicios médicos y en particular los hospitalarios, son difíciles de medir y evaluar. De entrada, son servicios multi-producto. En el proceso del servicio hay riesgos e incertidumbre, mucha información incompleta y asimétrica de ambas partes (usuario y proveedor), percepciones subjetivas, sesgos cognitivos en plena acción, así como elementos de confianza y ética. Además, hay una relación asimétrica entre el usuario y el prestador del servicio. Esto independientemente de las condiciones de accesibilidad en distintas regiones del país y qué tan asequibles puedan ser para los usuarios.
Los servicios médicos y hospitalarios privados son muy importantes en las prácticas de salud de los mexicanos, para todos los niveles de ingreso (y no sólo los estratos de mayor ingreso como podría pensarse). De acuerdo a cifras recientes de la OCDE, en el gasto de salud de los mexicanos 41% proviene del gasto del bolsillo de las personas, 6% de esquemas de aseguramiento privado, 28% de esquemas de seguridad social, 24% directamente de servicios de salud del gobierno y 1% de otras fuentes. En promedio, en los países de la OCDE sólo 21% del gasto proviene de los bolsillos de los ciudadanos. En países como Noruega y Dinamarca sólo el 14% (el 86% proviene de servicios de salud del gobierno).
La información de este ranking es valiosa. Para los usuarios, el listado que se publicó busca dotar de información que permita tomar mejores decisiones para la atención hospitalaria. Para la industria es indispensable tener información que les permita compararse y competir mejor. Para la competencia en una industria, la información pública en un insumo indispensable.
Esta información ayuda a ofrecer mejores servicios donde tengan ventajas o mejorar donde haya rezagos, tomar nichos de especialidad y segmentos de oportunidad no atendidos, en general tomar decisiones más eficaces para su negocio. Para otros sectores, como las aseguradoras, les permite tener una señalización sobre los servicios de cada establecimiento.
Esta primera edición del ranking sobre los mejores hospitales privados del país proporciona calificaciones sobre talento médico, tecnología, procesos, resultados y percepción. Asimismo, proporciona calificaciones por región del país y por algunas especialidades. El estudio evalúa los 300 hospitales privados más importantes (los cuales representan 44% de la capacidad instalada); en la publicación sólo aparecen los 50 mejores en general, y por categorías, los 15 mejores por región y los 10 mejores por cada especialidad.
Este estudio sin duda es un punto de partida para motivar una mayor competencia en el sector hospitalario nacional, bajo la premisa de que solamente se puede mejorar aquello que se puede medir y comparar. Conforme haya más información, los hospitales también se beneficiarán de tener mejores referentes para compararse.
Gustavo Del Angel
Gustavo es académico del CIDE, especializado en la historia del sistema financiero, así como en su estructura y regulación contemporáneas; ha sido profesor visitante en la Université de Paris, National Fellow en el Hoover Institution, e investigador invitado del CEEY.
