Sin popotes, botellas ni bolsas, impresión 3D ofrece refugio a industria del plástico
La industria del plástico no desaparece, solo se transforma.
Con las campañas recientes contra el uso de popotes, botellas, bolsas y otros productos de plástico debido a los altos niveles de desecho no-biodegradable que representan, podría pensarse que la industria que los produce enfrenta una amenaza mayúscula.
No obstante, los productores de plástico ya encontraron un refugio viable para su industria: la impresión 3D, que promete darles acceso a sectores que van desde los dispositivos médicos hasta los componentes para la industria aeronáutica.
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“Es de particular interés el uso de plásticos de alta calidad para reemplazar a los metales en rubros donde el peso lo es todo, como la industria aeroespacial”, señala Kevin Eches, un ingeniero e investigador para la empresa especializada en procesos de impresión tridimensional Aerosint, en un artículo de la plataforma Medium publicado en marzo de 2018.
Esta tendencia ya se ha hecho presente en varias compañías y entidades de peso, tanto en la industria aeronáutica como en la espacial.
La empresa de aeronaves estadounidense Boeing, por ejemplo, ha utilizado en varios de sus aviones alrededor de 20 mil piezas manufacturadas con impresoras 3D, según dijo un vocero de la compañía al portal tecnológico GeekWire en 2015. Los componentes se imprimieron utilizando materiales diversos, entre ellos el plástico.
La impresión 3D se perfila como un futuro posible para la industria del plástico (Foto: Possan)
La NASA, por su parte, ha tenido un interés en la impresión de componentes aeroespaciales en plástico y otros materiales desde la década de los 90, ya que les permite ahorrar en costos de producción, crear prototipos con mayor rapidez y armar modelos más fieles a los diseños originales, según señala su portal oficial.
“Nosotros reconocimos su valor potencial y nos involucramos en los procesos incluso antes de que existiera el término ‘impresión 3D’”, dijo la investigadora de la NASA Karen Taminger en una entrevista para el mismo portal.
Otro sector interesado en el uso de plásticos para la impresión en 3D es el de los dispositivos médicos y dentales, pues esta tecnología “ofrece soluciones adaptables a cada paciente que requiera implantes, y usar ciertos polímeros en vez de metales puede producir resultados muy superiores”, indica Eches en su artículo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) también ha reconocido la utilidad del plástico impreso en la industria médica, pues puede utilizarse para manufacturar desde implantes craneales, instrumentos quirúrgicos y prótesis externas hasta aparatos para asistir la respiración y ovarios artificiales.
El plástico puede servir para imprimir órganos y prótesis externas
“Las tendencias que vamos a ver van a ser la demanda por diseños individualizados con respecto a colores, formas y texturas. Esto no puedes conseguirlo con metal, por ejemplo, pero sí con plásticos”, dijo Pascal Korfuehrer, CEO de la productora de polímeros Covestro, en una entrevista para la revista Forbes publicada en junio de 2018.
Contrario a lo que podría pensarse, indica Kornfuehrer, “el futuro son los plásticos”.
Se proyecta que la industria de la impresión de plásticos en 3D alcance un valor de 822 millones de dólares (15 mil 500 millones de pesos) para 2020, de acuerdo con un reporte de la firma de análisis de mercados Markets and Markets publicado en marzo de 2016.
Limpiando su propio desastre
Además de la impresión 3D, otro de los caminos que se proyectan para la industria del plástico es el de seguir elaborando botellas, bolsas y otros productos desechables, pero reutilizando sus mismos desechos.
La empresa de bienes de consumo Procter & Gamble, por ejemplo, anunció en octubre de 2017 que lanzaría al mercado una botella de detergente compuesta de plásticos recuperados del océano. Compañías como la fabricante de computadoras Dell y la marca de ropa deportiva Adidas han hecho lo mismo con artículos propios.
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Otra vía que se tiene contemplada es la manufactura de plásticos a base de dióxido de carbono (CO2). La multinacional alemana Siemens indica en su portal que ha estado experimentando con CO2 atmosférico para hacer productos de plástico.
Y Pascal Kornfuehrer dijo a la revista Forbes que la industria está “buscando la manera de reemplazar el crudo, nuestra materia prima, por biomasa o por CO2, de manera que tú tendrás dióxido de carbono en tu colchón”.
Los productos de plástico han enfrentado el desprecio tanto de la opinión pública como de algunos gobiernos en los últimos años. En mayo de 2018, la Unión Europea anunció que prohibiría la venta de platos, popotes, cotonetes, cubiertos y otros artículos hechos con el material para aminorar la contaminación de sus mares.
Con 9.000 millones de toneladas de #plástico esparcidas en nuestro planeta, la pregunta es ¿hay esperanza? La respuesta es sí, pero depende de todos nosotros.https://t.co/hmQg46mPJx#DíaMundialDelMedioAmbiente pic.twitter.com/Ur2dgpTEAs
— Noticias ONU (@NoticiasONU) 5 de junio de 2018
El problema central señalado por las Naciones Unidas en el Día Mundial del Medio Ambiente de 2018 fue precisamente las enormes cantidades de plástico que se desechan.
El gobierno mexicano, por su parte, oficializó la campaña contra el uso de popotes de plástico en mayo de 2018 a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
MÁS INFORMACIÓN: “El futuro son los plásticos”: CEO de Covestro, Forbes, 13 de junio 2018
MÁS INFORMACIÓN: Plastics manufacturing trends for 2018, EPPM, 4 de enero de 2018
MÁS INFORMACIÓN: The wasteful truth about industrial plastics 3D printing, 1 de marzo de 2018
MÁS INFORMACIÓN: 3D Printing Offers Multi-Dimensional Benefits to Aviation, NASA, 5 de enero de 2018