La elección se decidirá hasta el 7 de septiembre
"Lo que una democracia quiere es tener certeza de que el 1 de julio sabremos quien es el siguiente presidente de México" pero el contrario actuar del Tribunal Electoral y el INE no lo están permitiendo, comparte para Arena Pública el ex consejero del IFE, ahora INE, Arturo Sánchez Gutiérrez.
A 80 días de la elección presidencial la ciudadanía aun no tiene certeza de quienes serán todos los candidatos que aparezcan en la boleta presidencial, lo que el ex consejero del IFE califica como “lamentable”.
El motivo de este conflicto comenta Sánchez es el “desencuentro en la manera en el que INE y el Tribunal interpretan las cosas” que ha tenido un máximo ejemplo en la decisión del Tribunal Electoral en otorgar a Jaime Rodríguez ‘El Bronco’ su registro como candidato a la presidencia, a pesar de que el INE lo había negado.
Para el ex consejero “la democracia por sí misma genera incertidumbre, pero es una incertidumbre sana” pues se refiere a la expectativa de los resultados electorales y la manera en la que se manifestarán los ciudadanos, pero lo que vive en la actualidad México es más que eso y no es positivo.
El actual Decano Asociado de la Escuela de Gobierno y Transformación Política del Tecnológico de Monterrey, sociólogo por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y maestro en estudios latinoamericanos por la Universidad de Oxford comparte con Arena Pública sus percepciones sobre el estado actual de las instituciones electorales, su experiencia en ellas y las complicaciones que podrían acarrear para la democracia mexicana.
Aquí la entrevista completa:
¿El derecho de audiencia es motivo suficiente para exentar al Bronco de un cumplimiento legal para llegar a la boleta?
Son varias interpretaciones jurídicas las que se cruzan en este caso. Por un lado está el asunto del debido proceso, el INE necesitaba uno que estuviera bien aprobado, bien normado, sin ninguna duda y con ese procedimiento seguir la revisión, pero a los ojos del Tribunal, la máxima autoridad jurisdiccional electoral, no hubo un debido proceso y en conscuencia, es inválida la resolución del INE.
Sin embargo, al seguir ese camino se hace muy obvio que se le esta dando un lugar privilegiado al Bronco para cualquier mexicano, que es estar en la boleta presidencial, independientemente de que el INE sí encontró una gran cantidad de irregularidades en las firmas que había presentado originalmente y que las irregularidades eran de tal tamaño que no le alcanzaban a pesar del millón y tantas que presentó para obtener su registro como candidato.
Eso genera una contradicción muy importante ¿qué es lo que hay que privilegiar? ¿la letra en la norma en término del número de firmas o el derecho del ciudadano de estar en la boleta? El Tribunal decidió irse por el lado garantista, lo que obvia los demás requisitos.
¿Qué opina usted?
A mí me parece que había mucha evidencia del trabajo que hizo el INE, de la forma como se levantaron las firmas, no nada más en la que le faltaron sino en las que le sobraron, las simuladas.
¿El Trife equivocó su fallo entonces?
El Trife optó por una forma de garantizar un derecho a alguien que dentro de la otra interpretación, que es la del INE, no la merecía.
Inmediatamente después de que se diera a conocer el fallo del Trife usted escribió en su cuenta de Twitter lo siguiente:
¿Qué sigue después de la decisión del Tribunal? 1. Esperar resolución sobre El Jaguar; 2. Rediseñar la boleta; 3. Recalcular financiamiento a independientes y número de spots; 4. Redefinir debates; 5. Esperar más sorpresas y tratar de recuperar la certeza.
— Arturo Sánchez G. (@ArturoSanchezG) 10 de abril de 2018
¿A qué se refería con esperar la resolución sobre Armando Ríos Piter "El Jaguar"?
Ese es un muy buen elemento porque una vez que el Tribunal había optado por el camino garantista con El Bronco, uno pensaría que podía seguir de la misma manera con Ríos Piter, en su caso tomó una decisión distinta pero sí le garantizó su derecho de audiencia.
Lo lamentable ahora es que ya estamos en abril, cerca de una jornada electoral que está a menos de 80 días y todavía no sabemos quiénes son los candidatos a la presidencia.
¿Es decir que Ríos Piter puede estar en la boleta?
Desde luego que sí bajo esta sentencia del Tribunal, lo que el INE tiene que hacer es darle a Ríos Piter un derecho de audiencia durante 10 días, en los que él va a construir una gran cantidad de argumentos para decir que sus firmas son válidas. Si convence al INE, bien, y si no lo convence va a ir nuevamente al Tribunal.
Su tuit también dice que hay que rediseñar la boleta, recalcular el financiamiento a los independientes, el número de spots y los debates. Esto cambia toda la operación electoral.
Un proceso electoral es toda una cadena de acontecimientos, por eso es tan importante cada paso y dejar cada uno de ellos como definitivo.
Se discutió la semana antepasada en el INE cómo y cuánto dinero debían tener los independientes y la premisa de la cual partieron era que solo había un candidato independiente a la presidencia, ahora serán dos y todavía no sabemos si serán tres. Eso hace que incluso proyectos de gastos que podrían tener algunos candidatos tengan que modificarse.
Sobre el límite de spots, Margarita Zavala se ha quejado de que son muy pocos los que le tocan, pues ahora le van tocar menos porque hay un candidato más y esto cambia la estrategia de campaña de una de las candidatas.
Incluso modifica todo el marco al respecto, quizá no mucho, pero para un candidato independiente como Margarita esto cambia su estrategia.
En el mismo sentido, el Consejo General debe tener mucho cuidado en la capacitación, los documentos para hacerlo tienen ahora que precisar que son cinco o seis candidatos y todos estos elementos hacen que la cadena lógica de la jornada se vaya modificando.
Si Ríos Piter puede ser el sexto candidato en la boleta, esto no se va a dar mañana, ¿esto no podría incluso trastocar las fechas de la propia elección?
No, ese supuesto no está previsto porque el mandato constitucional es que la elección presidencial se realize el primer domingo de julio en esta ocasión, de hecho si fuera la próxima elección sería el primer domingo de junio.
¿Pero sí tendrían que cambiar las fechas de los debates o acaso Ríos Piter tendría que estar en la boleta antes del 22 de abril, día del primer debate?
Pues sí pero como no sabemos si suspender el debate hasta que el Tribunal tenga a bien resolver, es ahí donde la certeza, la que creo que estaba detrás de un comentario de Diego Valadés, Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en twitter, el derecho no nos está alcanzando para garantizarla.
La actuación del Tribunal Electoral generará muchas dudas acerca del destino de las elecciones. El derecho está dejando de ser un elemento para prever las decisiones de la autoridad.
— Diego Valadés (@dvalades) 10 de abril de 2018
Y en efecto, 10 días después de la resolución del Tribunal nos da el 20 de abril. Supongamos que el INE se da prisa y le da el registro el 21, Ríos Piter arrancaría su campaña en el debate.
O supongamos que no le dan el registro y va al Tribunal cuatro días después y si el Tribunal se da mucha prisa en resolver entraría a la campaña después de haber pasado un debate, entonces él alegaría inequidad en la competencia.
Este desencuentro en la manera en el que INE y el Tribunal interpretan las cosas está generando este tipo de conflictos. En el mejor de los casos para Ríos Piter si va a estar en la campaña, ya se perdió un debate y eso no es lo que se busca en una elección equitativa.
Por mandato del Tribunal, el Consejo General del INE le dará el registro como candidato al Bronco, perfecto, bueno él ya perdió dos semanas de campaña y va a alegar que es una campaña inequitativa. Sin duda esto ya rompió con la dinámica electoral, pero no es la primera vez que ocurre.
Afortunadamente el INE encontró un mecanismo adecuado para resolver el problema del conteo rápido, pero es un camino imperfecto. En lugar de tomar el acta, que es el documento definitivo, toman el cuadernillo de notas, pero por qué se toma éste, pues se viene la elección presidencial y yo apunto aquí que tal candidato tiene 37 puntos.
Luego contamos los votos para diputados y ¡ay! me encuentro un voto para la presidencia, lo pongo acá y en realidad van a ser 38 o 40, pero como hay que sacar el conteo rápido con este cuadernillo se va a quedar el 37, es un sistema imperfecto, aunque también va a ser muy poca la variación, pero el método que había diseñado el INE era mucho más pulcro.
Al Tribunal le pareció que el anterior mecanismo del INE rompía el esquema de la ley en una interpretación diversa, ¡vale!, que prevalezca el criterio del Tribunal, pero nos lleva a un resultado que no es tan perfecto como uno quisiera y si el INE no hubiera encontrado esta salida no tendríamos conteo rápido.
Entonces lo que sufre es la certeza que debe tener cada elección, yo oí a la presidenta del Tribunal preguntar ‘¿cuál era la necedad del INE de dar una hora a la cual va a dar los resultados?’, pues sí, el INE sí tiene esa necesidad y no se nos olvida.
Yo estuve ahí en 2006 y lo que generó una gran incertidumbre fue que la noche de la jornada electoral no pudimos decir quién era el ganador y eso motivó una situación crítica que nadie quiere repetir.
Arturo Sánchez fue consejero del IFE durante la elección de 2006.
Ese punto es muy delicado, porque si algo nos ha caracterizado como sociedad en las últimas décadas es la desconfianza en las instituciones. En el mismo tuit usted agregó que habría que esperar más sorpresas y tratar de recuperar la certeza.
Hay algunos datos que generan una problemática distinta, por ejemplo, el consejero Marco Baños, comentó en la prensa que el PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares de México) va a empezar a funcionar hacia la media noche, no porque la maquinaria del PREP no esté lista sino porque dadas los criterios que estableció el Tribunal van a empezar a llegar los paquetes más tarde de lo acostumbrado.
Normalmente alrededor de las 8 pm empezaban a llegar los resultados, a las 9:10 pm ya teníamos más casillas llegando y empezaba a fluir el resultado del PREP; ahora no, porque dado que en muchos estados vamos a tener hasta seis elecciones, como va a ocurrir en la Ciudad de México, todo esto va a generar un retardo que no estaba contemplado anteriormente y que provocará que el PREP arranque más tarde.
Cuál es el problema que quería resolver el INE: encontrar un mecanismo para que todo esto fluyera más rápido, porque el INE si algo sabe, es que el tiempo es decisivo.
Es muy diferente trasladar un paquete a las 10 de la noche desde la casilla al consejo distrital, que hacerlo a las 2 am en el marco de inseguridad que se está viviendo en el país.
Aunque todos estos elementos ayudaban a crear un contexto de mayor certeza, la alternativa del Tribunal ha sido una y otra vez dar a veces un procedimiento tal cual como dice la ley, como lo hizo en el caso del conteo rápido; y a veces teniendo una actitud garantista como en el daso del registro del Bronco.
Como no sabemos la manera en que va a operar el Tribunal ante ciertas decisiones fue que escribí “esperemos más sorpresas”.
Mismas sorpresas que tienen que ver con la credibilidad en las instituciones, estamos en medio de una crispación social y política en México y a esto se le suma este tipo de situaciones.
Esta diferencia de criterios entre el Tribunal y el INE hace que en lugar de que el día 1 de julio sepamos quién va a ser el presidente, sabremos que ese mismo día empezará un largo camino de impugnaciones y fiscalizaciones de las que no vamos a tener certeza hasta que el Tribunal valide la elección y eso va a ser hasta el 7 de septiembre.
Lo que una democracia quiere es tener la certeza de que el 1 de julio sepamos quién es el siguiente presidente de México, pero no, será hasta septiembre que es la fecha límite en la que el Tribunal puede validar la elección presidencial y eso genera incertidumbre.
¿El maestro Arturo Sánchez cree en el Trife?
Creo que hay una autoridad que está, ahorita, tomando un criterio interpretativo diferente al Instituto Nacional Electoral y generando incertidumbre.
Considero que el INE, a diferencia de lo que se dijo en el Tribunal, hizo todos estos mecanismos de buena fe, en una lógica clara de construir certeza; no irresponsablemente sin cuidado jurídico, como acuso el Tribunal.
¿Es esto un antecedente de las resoluciones del Trife el día de la elección o posterior a la elección respecto de lo que diga el INE?
Con estas diferencias de criterio, puede haber alguna interpretación alternativa a los resultados del INE que diga que, por la fiscalización o por el recuento de los votos u otra serie de elementos que el resultado puede ser otro, quién lo va a decidir: el Tribunal.
El problema no es que estén enojadas dos instituciones, o que el consejero Córdoba se lleve bien o mal con la presidenta del Tribunal, o que se digan cosas en los medios. Ese no es el problema, el problema es tener certeza de cuál es el camino jurídico que van a seguir ambas instituciones.
Lo que se vio en el caso del Bronco es que no había certeza, todo el mundo asumió un resultado diferente después de que el Tribunal invalidó las fotocopias como una forma de presentar firmas, de que desechó alegatos del Bronco en contra del director ejecutivo de prerrogativas y partidos políticos, de que el Tribunal había dicho que la aplicación era válida para recopilar firmas.
Ahora resulta que, tras la audiencia del Bronco, la aplicación no funcionó, que el director de prerrogativas hizo mal en dar a conocer cierta información, que hubo una conferencia de prensa que no debió haber ocurrido y que no se había dado derecho de audiencia.
Si todo lo que se venía construyendo avanzaba en una dirección y de repente salen criterios distintos que se aplican de esta manera, puede que jurídicamente el Tribunal tenga razón, es una interpretación de la ley, pero eso no nos da certeza de que si todo había avanzado por un camino ahora se cambie.
La democracia por sí misma genera incertidumbre, pero es una incertidumbre sana, la incertidumbre sana es ‘ahorita no sabemos quién va a gobernar el país’, porque la ciudadanía no se ha expresado.
¿Pero aquí estamos hablando del árbitro?
Exactamente, la incertidumbre democrática nos dice: no sabemos quién va a gobernar porque falta contar los votos, ahora lo que estamos viendo es que a esa incertidumbre se suma el criterio con el que la autoridad va a resolver.
Y ya que hablamos en términos futboleros ¿Si empezando el partido creemos que ese árbitro no es competente o que está vendido, como dice la gente, tenemos un problema con ese partido y el resultado final?
Pongámoslo en otro sentido, supongamos que se da el silbatazo de arranque del mundial y de repente, acabando la primera ronda, se presenta un equipo nuevo y la federación –la FIFA- dice ‘sí puede jugar porque había sido descalificado ilegalmente’, eso modifica todo el mundial, el comportamiento de los equipos, toda la preparación.
Eso es lo que no puede pasar y eso fue lo que paso en la noche con el fallo del Tribunal respecto a la candidatura del Bronco.
En ese sentido no es que el árbitro esté comprado sino que, el árbitro interpreta de una manera cuando suponíamos, todos y el INE para empezar, que la interpretación era otra.
¿Qué tanto los gobiernos locales o federales meten las manos antes, durante y después del proceso electoral?
A mí me tocó vivir el IFE desde 1996 hasta el 2010 y durante esos años no había las leyes que hoy existen, en esos años sí se valía que el gobierno hiciera propaganda en plena campaña electoral hoy no. Sí el gobierno se metía, ahora está prohibido.
Cuáles son las nuevas formas que se han acusado mucho en las últimas elecciones, que el gobierno o los gobiernos se meten a través de hacer uso de los programas sociales y de esos recuros que se dan al ciudadano en programas sociales, se condicionen o se desvíen exclusivamente para aquellos que van a votar por una u otra alternativa. Eso lo ha perseguido la Fepade y el INE y eso no debería ocurrir.
Me tóco también cuando los órganos locales electorales tenían problemas serios de relación con su gobierno, básicamente porque no les daban recursos, era impresionante como un órgano electoral en plena elección no recursos, ya no digamos para pagar sueldos, sino para imprimir las boletas. Una forma de precisión de los gobiernos locales de no soltar el dinero a la autoridad.
Eso se vivió y se vive ahora, precisamente por eso el estado de Morelos tiene un Instituto Electoral y un Tribunal Electoral que se declaran en quiebra cuando estamos a días de la elección y no están fluyendo los recursos.
A quién beneficia que la elección salga mal en el estado de Morelos y por qué el estado no suelta los recursos, que si me dicen que no hay recursos en un estado, se trata de una acción tan importante el organizar una elección que los recursos fluyen, al final sucede, pero se daña a las autoridades en ese sentido.
Hemos visto que la autonomía no es una muralla suficientemente fuerte como para detener la injerencia de los gobiernos en su toma de decisiones interna, ¿es el caso del Trife ahora?
Hay una gran crítica al respecto, la conformación de este Tribunal pasó una etapa compleja y que no lo fortaleció mucho y eso le ha pasado a muchas autoridades electorales, al IFE le pasó.
Cuál fue la gran fortaleza de José Woldenberg y los consejeros que formaron aquella primera generación, que se tomó una decisión por unanimidad en la Cámara de Diputados.
El grave problema que tuvimos en la segunda generación cuando en el 2003 nos eligieron a Luis Carlos Ugalde, a un servidor y a otros grandes funcionarios como consejeros electorales, fue que parte del Congreso de la Unión no votó a nuestro favor, el PRD en ese entonces se separó de la decisión mayoritaria.
Fuimos electos normalmente, sí, pero no teníamos la misma credibilidad y legitimidad que había tenido el consejo anterior.
El Tribunal Electoral es electo por el Senado de la República y los procedimientos son similares. Se elige a este Tribunal pero resulta que es la primera vez que íbamos a tener uno, que algunos de sus miembros iban a terminar antes y otros después para hacer el cambio escalonado.
Van a la Corte y esta decide que no, que se debía extender el periodo ya nombrados a algunos magistrados, rompiendo la lógica con la se debió organizar este Tribunal y se les empieza a cuestionar por el tipo de decisiones que toman.
Esta composición del Tribunal modifica los criterios que estaban vigentes anteriormente, por ejemplo, la forma en que fiscaliza el INE y pone sus sanciones es modificada una, otra y otra vez por el Tribunal Electoral.
Pero viene el caso de Coahuila en el que el INE dice en tres ocasiones que se violaron los topes de gastos de campaña y en las tres ocasiones el Tribunal dice que no. Ahí hay un divorcio claro y una concepción de criterios que pone al Tribunal en el caso de Coahuila y el Estado de México en tela de juicio porque lamentablemente para el Tribunal esas elecciones beneficiaban a un mismo partido y eso es, aunque no sea el caso, una proyección de una imagen que no es la más correcta para una autoridad electoral por que no se transparenta.
La imagen de dos instituciones debilitadas proyecta que en los próximos días de la contienda electoral la frase ‘fraude electoral’ aparezca en los labios de los ciudadanos cuando el 1 de julio se de a conocer el resultado de la elección.
Hay que tener mucho cuidado con el uso de la palabra fraude, se utilizaba mucho antes de las elecciones de 1997, incluso antes de 1994; y se utilizaba ‘fraude’ porque era una forma en la que se suponía que la autoridad electoral no independiente, progobierno, montaba diversos operativos para cambiar el resultado electoral. Eso sí era fraude.
En el 2006, Andrés Manuel utilizó otra vez la figura de fraude, él decía: me robaron 3 millones de votos y sobre el cómputo del PREP decía: se cambiaron los votos y me robaron la elección. Y la palabra ‘fraude’ volvió a estar en el centro del debate.
Por qué Andrés Manuel ya no utilizó esta palabra en el 2012, que justamente los mecanismos y las leyes cambiaron para hacer más complejo y difícil esta posibilidad, que no existió en el 2006, pero que se alegó.
En el 2012 no solamente no existió, sino que ya no era posible, se recontaron casi el 40% de las casillas, ya no había probabilidad de fraude, pero alegó compra de votos ante el Tribunal, que no le dio la razón.
Ahorita cuál sería el argumento que no consideran justas algunas decisiones del Tribunal o del INE, va a ser otra vez que los medios de comunicación, que las autoridades electorales imperfectas, están no cometieron fraude pero están orientando las cosas para favorecer a uno u otro candidato.
No es el fraude a la vieja usanza pero está percibiendo algo así y eso es muy peligroso para la democracia.
Fraude es engaño y esa es una modalidad de engaño si es que no se actúa conforme a derecho repitiendo un poco lo del doctor Valadés: si el derecho está siendo el instrumento para llevar a cabo este proceso o hay otras razones.
El INE utilizó el derecho para llevarnos a una solución y el Tribunal escogió otra interpretación del derecho para llegar a la decisión contraria y eso es un uso incierto de la materia por parte de las autoridades electorales.
Esperemos por el bien del país que nos vaya bien.
Yo también, pero esto no obsta para ir a votar, se requiere que de cualquier manera con la fuerza de nuestro voto hagamos presidente a quien creamos que debe serlo, el que sea, pero no ir a votar como efecto de estas situaciones sería muy lamentable para el desarrollo de nuestra democracia.