La armadora Renault presentó en el Motor Show de Ginebra un vehículo robotizado que está diseñado para disminuir los problemas de movilidad en ciudades de primer mundo, el EZ-GO.
EZ-GO es un vehículo autónomo en su manejo que servirá de transporte para seis personas; brinda comodidad y flexibilidad de acuerdo a las necesidades de cada uno de los usuarios.
Este vehículo interactúa con otros autos y la infraestructura de la ciudad gracias a sus múltiples sensores, análisis de datos, servicios de conectibilidad y otros sistemas que brinda soluciones móviles.
La presentación de EZ-GO fue gratamente recibida por la prensa especializada que se reunió aquí, principalmente, por la demostración de distintas funciones, como una rampa que se despliega cuando algún usuario en silla de ruedas o con carreola lo necesita. Además, el techo del EZ-GO se levanta para que las personas puedan continuar caminando erguidas hasta sus asientos, lo que aumenta la comodidad.
El vehículo es 100% eléctrico, autónomo nivel 4 y libre de emisores contaminantes y es el primero de una serie que la casa francesa enfocará a la movilidad y que se irán revelando a lo largo del año.
Se espera que EZ-GO pueda operar tanto para la red de transporte pública, como privada, y sería una opción extra a los sistemas de metro, camiones y traslado de pasajeros.
En cuanto a diseño, el vehículo resulta sumamente atractivo, con ventanas amplias, lo que brinda la sensación de mayor espacio, además de integrar a los usuarios con el entorno urbano.
EZ-GO permite los cambios de carriles, posiciones de seguridad, detenciones programadas o de emergencia y todo lo necesario para moverse libremente en una ciudad, como si se contara con un conductor. Además, cuenta con velocidad limitada (50 km/h – 30 mph), lo que beneficia a la programación de rutas y a la seguridad de los pasajeros.
Esta es sólo una de las medidas del programa “Renault Mobility” que Renault ha lanado en Ginebra, y que integra autos compartidos, movilidad verde y vehículos autónomos.
Con EZ-GO, Renault tomó por sorpresa a Ginebra y nos deja claro que, al menos ellos, ya rebasaron al futuro.