Turismo de pobreza: foto de modelo con niño vendedor ha desatado polémica
La fotografía de una modelo argentina abrazando a un niño que vendía pulseras en las playas de Tulum ha levantado el debate en las redes sociales sobre racismo producto de la explosión del turismo y el voluntariado a países exóticos.
Esto ha provocado que ONGS hayan sugerido a los turistas que no muestren en sus fotos a los residentes locales como pasivos, indefensos y desdichados, alimentando las imágenes estereotipadas sobre esos lugares, de acuerdo a Univisión.
Después de hacerse las fotos de bikini de rigor en las playas de Cancún y el hotel de elegantes pisos de madera en donde se estaba hospedando, Stephanie Demner, se tomó una foto con un pequeño que pasó por su lado en la playa vendiendo pulseras artesanales. La publicación ha alcanzado los 65,000 'me gusta', pero al mismo tiempo desató un interesante debate.
"Acá ando enamorada de Alex que es un bombón y decidimos ponernos un emprendimiento de pulseritas" escribió la rubia acompañando la foto donde se ve abrazando al pequeño de piel tostada por el sol y notable sudor en la frente.
Uno de los comentarios que alcanzó casi más likes que la foto de la rubia, 75,000 al momento de escribir esta historia fue el de @leocherni:
Hablemos de esa costumbre que tienen las personas de viajar al caribe y siempre sacarse una foto con un nene de por ahí de clase baja, quieren no parecer racistas pero creo que esto lo hace más racista aún. pic.twitter.com/DwVlBsEzdJ
— Tachame la doble (@leocherni) 9 de febrero de 2018
Otro comentario destacado fue el de @DiegoKermit:
"Que hermoso eres, pequeño niño café, todos somos hermanos. Ahora anda y ve a seguir vendiendo pulseras bajo el sol, pequeño hermano".pic.twitter.com/D1zD4pxAhG
— Usuario de Redes Sociales. (@DiegoKermit) 10 de febrero de 2018
Algunos iban incluso más lejos: "¿qué hacía un pequeño niño vendiendo pulseras en la playa?" o bien resultarían pertinentes: "¿Qué pasaría si una familia de lugareños se toma una foto con la hija de un turista sin la autorización de su padre?", preguntaba el usuario @oykos.
La reacción de Stephanie ante la inesperada polémica que desató su fotografía, fue de bloquear los comentarios y compartir una aclaración sobre la imagen: "Para los que están comentando que es trabajo infantil, esto está lejos de eso. El papá vendía las pulseras y Alex lo acompañaba porque no tenía con quien quedarse. Y se quedó conmigo un rato jugando. Nada más".
Cabe destacar que la explosión de turismo y de voluntarios contando sus historias en lugares exóticos del mundo han encendido focos rojos de varias organizaciones que han urgido en evidenciar la mercantilización mediática de la imagen de los desvalidos. "Esto es literalmente turismo de pobreza", ha sentenciado la Radi-Aid Awards, una campaña que se encarga de concientizar en la manera cómo famosos, instituciones y ONGs usan la imagen de los pobres para recaudar fondos con fines benéficos.
"Sabemos que puede ser difícil presentar a otras personas y el entorno con precisión en una breve publicación en las redes sociales. Aunque no se pretende dañar, muchos voluntarios y viajeros terminan compartiendo imágenes y textos que muestran a los residentes locales como pasivos, indefensos y lamentables, alimentando las imágenes estereotipadas en lugar de desglosarlas", añade Radi-Aid que ha añadido algunos instructivos para evitar que fotos de vacaciones como la de la modelos Stepanie Dremer termine lanzando señalamientos de racismo o de indignación.
Algunas de sus principales recomendaciones: Promover la dignidad y, sobre todo, obtener consentimiento del que es retratado y si es el caso de un menor, del mayor a cargo.
Con información de Univisión