El calvario de los mineros en México: morir trabajando a manos del crimen organizado
Se puede ganar mucho entrándole al negocio de la minería en México.
Pero si se es trabajador minero en el país, las posibilidades de perder son más altas que las de ganar.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía(INEGI), la producción minera de México alcanzó un monto total de 747 mil 347 millones de pesos para el tercer trimestre de 2017, lo cual equivale al 3.7% del Producto Interno Bruto Nominal generado en el mismo período.
Esa cifra, sin embargo, ha tenido un costo que el dinero no puede medir. Entre 2008 y 2016 murieron 311 mineros en el país, según datos de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social obtenidos por la prensa local. El 24% de esas muertes (74) sucedieron en el estado de Coahuila, donde yacen las reservas de carbón más grandes de México.
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La cifra es testimonio del riesgo que enfrentan los mineros en el país. Riesgo que va desde condiciones de trabajo precarias hasta la presencia de organizaciones criminales que buscan su tajo del negocio minero.
Las minas carboníferas de Coahuila, por ejemplo, han adquirido fama por sus faltas a los reglamentos de seguridad y higiene, lo cual amenaza el bienestar de quienes las trabajan.
Según el “Informe especial sobre las condiciones de seguridad e higiene en la zona carbonífera del estado de Coahuila”, elaborado en 2011 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la mayoría de estas minas de carbón no cumple con las normas de seguridad.
Los pozos de las minas de carbón en Coahuila no cuentan con salidas de emergencia, y sus trabajadores carecen de capacitación y del equipo de seguridad necesario.
Más de 70 mineros han muerto en las minas de carbón de Coahuila
La CNDH ha denunciado además la existencia en la zona carbonífera coahuilense de los llamados “pocitos”: excavaciones verticales ligeramente inclinadas de entre 20 y 100 metros de profundidad en los que se trabaja sin maquinaria ni aparatos que hagan más segura la labor minera.
Los pocitos, señala el informe, son un riesgo pues suelen estar mal ventilados y carecen de salidas de emergencia. Si se añade que quienes los trabajan suelen hacerlo agachados por períodos de alrededor de 10 horas, el riesgo es más evidente.
A los riesgos laborales hay que añadir la presencia de organizaciones criminales en las zonas mineras del país.
Según el reporte “Crimen organizado y la minería ilegal de oro en América Latina”, de la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado, en 2013 había minas de oro controladas por organizaciones criminales en cinco estados mexicanos: Chihuahua, Guerrero, Michoacán, Morelos y Tamaulipas.
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El control de estas minas se traduce en extorsión y otras formas de violencia. Los grupos criminales exigen a las mineras una cuota que les garantice el permiso de operar sin problemas, según reportes de la Procuraduría General de la República (PGR) citados en el informe.
Existe, además, el peligro constante de secuestro y asesinato en contra de los administradores y trabajadores de las minas. Según reportes de la prensa local, entre febrero y marzo de 2015 hubo 16 secuestros y seis asesinatos en la zona minera del estado de Guerrero, ocupada por empresas canadienses.
A principios de marzo de 2015, la prensa reportó el secuestro de cuatro empleados de la mina guerrerense Los Filos, de la canadiense Goldcorp. Tres de ellos fueron encontrados muertos en una fosa común en el municipio de Cocula, cercano a la mina.
Los mineros y sus patrones son extorsionados por organizaciones criminales
Los efectos de esta violencia van más allá del sufrimiento inmediato. El informe de la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado señala el desplazamiento forzado de comunidades como una de las consecuencias del crimen en sus intentos por asegurarse recursos mineros.
En México, los estados que se han visto más afectados por el desplazamiento son Michoacán y Guerrero, según el informe. La superficie abarcada por concesiones mineras en ambos estados suma más de 1 millón 850 mil hectáreas (18 mil kilómetros cuadrados) de acuerdo con un mapa interactivo elaborado por la organización SubVersiones.
Según reportes del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, hubo alrededor de 23 mil personas desplazadas forzosamente por coflictos en México durante 2016. En 2013 la cifra fue de 160 mil, y en 2014 de más de 280 mil.
MÁS INFORMACIÓN: Informe especial sobre las condiciones de seguridad e higiene en la zona carbonífera del estado de Coahuila, CNDH, noviembre de 2011
MÁS INFORMACIÓN: Organized Crime and Illegaly Mined Gold in Latin America, The Global Initiative Against Transnational Organized Crime, abril de 2016
MÁS INFORMACIÓN: Mexican Workers at Canadian Mines Are Under Constant Threat of Cartel Kidnappings, Killings, Vice News, 13 de abril de 2015
MÁS INFORMACIÓN: Coahuila, estado donde más mineros han muerto, revela Secretaría del Trabajo, Vanguardia, 23 de julio de 2017
MÁS INFORMACIÓN: Global Report on Internal Displacement, Interal Displacement Monitoring Centre