Por traumas, 2 millones de niños mexicanos podrían contraer enfermedades crónicas
El maltrato infantil podría convertirse en un problema de salud pública.
La aparición de enfermedades crónicas en la edad adulta está estrechamente relacionada con los traumas que una persona generó en su infancia, reveló un estudio del Centro para el Control de Enfermedades en Estados Unidos que comenzó en 1996.
El estudio midió 10 tipos de traumas infantiles diferentes, cinco personales y cinco relacionados con los miembros de la familia entre los que se cuenta: vivir con padres alcohólicos, una madre maltratada y la violencia sexual.
A mayor número de traumas infantiles mayor es el riesgo de que un niño contraiga enfermedades crónicas. Las experiencias infantiles adversas (ACE, por sus siglas en inglés) también se vinculan con padecimientos como la depresión, la violencia, ser víctimas de violencia y el suicidio en la edad adulta.
El 87% de los 17 mil analizados en el estudio con alguna enfermedad como cáncer de pulmón, diabetes o padecimientos cardiacos tenían por lo menos dos traumas infantiles, pues de acuerdo con el estudio la gente suele experimentar más de un tipo de trauma.
Cuando las hormonas que provocan el estrés inundan el cuerpo y el cerebro de un niño, alteran los genes que controlan la reacción ante ese estado y re-establecen de por vida una producción fuerte de esas hormonas, explica la periodista científica Donna Jackson Nakazawa.
Las hormonas del estrés están ligadas al instinto humano de supervivencia, pero un exceso produce cansancio, dolor físico, falta de concentración, problemas de memoria e ira.
Cuando los médicos reconocen y conversan sobre traumas infantiles con sus pacientes, estos reducen en 35% sus próximas visitas. La introspección o el reconocimiento de que persisten efectos de un trauma infantil en la edad adulto a través de métodos como la meditación ayudan a los adultos a recuperarse de un trauma, incluso décadas después, asegura.
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A decir de la revelación, en México más de 2 millones de niños y adolescentes están en peligro de contraer una enfermedad crónica en la edad adulta, el mismo número que ha sido víctima de algún tipo de delito o maltrato.
Lo que representa a 48% de los niños y adolescentes en México de acuerdo con la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En México cerca de 10% de esta población ha sido violentada con maltrato físico. Entre los adolescentes de 12 a 17 años 1.8% ha sido víctima de violación y 5% de tocamientos ofensivos.
Mientras que 1.5 niños sufren de otra violencia, el hambre, de acuerdo con la Unicef esa cantidad de menores en México padecen de desnutrición crónica.
En México cerca de 10% de esta población ha sido violentada con maltrato físico.
“Las amplias consecuencias negativas de las experiencias infantiles adversas destacan la importancia de prevenir traumas infantiles” dice el estudio.
Más allá de las consecuencias emocionales y sociales para los niños, México no puede darse el lujo de aumentar el padecimiento de enfermedades crónicas.
Casi 12 millones de personas sufren diabetes actualmente, lo que se ha considera un problema de salud pública principalmente por los elevados costos de atención para los programas gubernamentales.
Además, México es uno de los países que ha reducido con mayor lentitud el índice de mortalidad de enfermedades cardiovasculares debido a la prevalencia de altos niveles de obesidad y diabetes, de acuerdo con un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
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El porcentaje de mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio es 25% mayor al estándar de la OCDE.
Si los derechos de la infancia no se toman con mayor seriedad, México podría sembrar un ejército de adultos enfermos y cosechar un problema para la economía y el bienestar de las familias y el Estado.
MÁS INFORMACIÓN: Estadísticas a propósito del día del niño, Inegi, abril de 2017.
