Privatizar cárceles salió caro, gasto en reclusión creció 833% en una década
Será más barato, dijeron; gobierno federal no tiene suficientes recursos, aseguraron.
En 2010 el ahora expresidente Felipe Calderón privatizó la administración de los Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos) con el argumento de que sería más barato. Seis años después el gasto por administración se incrementó 400%.
Dicho gasto se encuentra incluido en el dinero erogado para reclusión y readaptación social, un monto que en 10 años se elevó 833%, es decir, pasó 3 mil millones en 2006 a 28 mil millones en 2016.
Más del 90% del dinero que se gastó en ese último año se destinó a la administración del Sistema Federal Penitenciario, donde se incluyen los Ceferesos, reveló el Instituto Belisario Domínguez en su reporte Panorama del Gasto Federal en Seguridad publicado en junio de 2017.
El 10% restante está dividido entre la cuota alimenticia para internos federales en penales estales y los proyectos de inversión e infraestructura.
No obstante, los costos por la administración no deberían llegar a los 25 mil millones de pesos, pues reducir estos gastos fue el argumento principal para que, en 2010, cuando el gasto era de 5 mil millones de pesos, se firmaran al menos ocho contratos de prestación de servicios entre empresas privadas y la Secretaría de Seguridad Pública, de acuerdo con el informe Privatización del Sistema Penitenciario en México publicado en 2016.
Algunos de los servicios subrogados en los Ceferesos fueron la lavandería, el comedor y el mantenimiento general de los centros. En algunos casos la construcción de los Ceferesos también fue subrogada, pero la seguridad y custodia quedo a cargo del Estado.
El aumento en los costos fue advertido en la tercera visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos cuando se aseguró que, con la privatización de las cárceles el costo por cada persona privada de su libertad se elevaría a mil 500 pesos diarios, cuando el costo diario en un centro estatal es de 150 pesos por cada preso y en uno de administración federal de 390 pesos.
El Cefereso número 14 de Durango, es uno de los seis centros privados de reclusión que operan actualmente en el país.
El motivo del incremento es la manera en el cobro de la administración. Las empresas privadas no cobran una cuota por cada preso que resguardan en sus cárceles, sino por cada lugar disponible en el centro, esté o no ocupado.
Hasta 2016 de los 19 centros federales que existen en el país, cinco son Centros de Prestadores de Servicios (CPS). Estos son el número 12 en Guanajuato, 14 en Durango, 11 en Sinaloa, 16 en Morelos, 13 en Oaxaca y 15 en Chiapas. En ninguno hay sobre población o cupo completo de acuerdo con la CNDH.
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Vida carcelaria aún con deficiencias
Otro de los argumentos que se utilizaron para defender este modelo carcelario fue que “admitía pocas fallas” pues “en ningún caso hay autogobierno, ni manejo de estupefacientes o violaciones a derechos humanos”, declaró el ex Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón en 2013.
Sin embargo, el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reportó que todos los Ceferesos de administración privada que existen en el país cuentan con deficiencias en la prevención y atención a quejas de violaciones a los derechos humanos.
El 100% de los reclusos dijeron haber recibido ropa, cobijas y calzado, objetos que solo 40% de los internos en centros estatales o municipales recibió.
En adición, la cantidad de autoridades es insuficiente, existe maltrato por parte de los elementos de seguridad a los presos y encierros prolongados en las estancias, de acuerdo con el comunicado del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura publicado en julio de 2017 por la CNDH.
Parte de estos datos se corroboran con la información brindada por los internos al Inegi en la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad 2016, pues el 94% de los reclusos aseguraron pasar entre 19 y 24 horas diarias dentro de sus celdas.
Dentro de estos centros el personal técnico, de seguridad y de custodia también es insuficiente asegura la CNDH y existe una falta de actividades laborales, de capacitación, educativas o deportivas.
Aunque el 93% dijo practicar alguna actividad deportiva en algún momento durante la semana, el 92% de la población de los Ceferesos privados no realiza ninguna actividad laboral y según datos del Inegi.
A pesar de ello el 100% de los reclusos dijeron haber recibido ropa, cobijas y calzado, algo que solo el 40% de los internos en centros estatales o municipales aseguró.
MÁS INFORMACIÓN: Panorama del Gasto Federal en Seguridad, 2006-2016, Instituto Belisario Dominguez, 2017.
MÁS INFORMACIÓN: Privatización del Sistema Penitenciario en México, México Evalua, 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016, CNDH.
MÁS INFORMACIÓN: Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, CNDH, 2017.