La OMS alerta sobre aumento y resistencia a los antibióticos de la Gonorrea
Cuando hablamos de enfermedades de transmisión sexual (ETS), pensamos que cada vez son menos frecuentes. Desde la introducción de los antibióticos en la década de 1930, la sífilis, las ladillas, la clamidia y el herpes genital parecen enfermedades antiguas. Sin embargo, nada más lejano a la realidad.
Los avances tecnológicos, médicos y farmacológicos también tienen su lado B: generan resistencia ya que las bacterias mutan y se vuelven inmunes a los antibióticos.
Este viernes 7 de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un comunicado, alertando a la población, sobre la gonorrea.
A corto plazo, esta enfermedad infecciosa de transmisión sexual, puede ser un gran problema ya que, en algunos países desarrollados, han aparecido casos intratables, producto de mutaciones de la enfermedad, como señala una investigación.
Estos países son España, Japón y Francia.
Lamentablemente se ha demostrado, también, que estos casos son transmisibles, alimentando los temores fundados que existían, de que los fármacos de último recurso pronto serán inútiles, después de estos tres casos ya confirmados, en los que los antibióticos fueron ineficaces.
Cabe recordar que la bacteria 'Neisseria gonorrhoeae' produce inflamación del tracto urinario y en los genitales, así como también en el recto y la garganta. Otro dato importante de esta bacteria es que resulta especialmente peligrosa para las mujeres ya que es causante de infertilidad o de enfermedad inflamatoria pélvica. Para peor, aumenta considerablemente las posibilidades de contraer el VIH-Sida.
La gonorrea es una de las enfermedades de transmisión sexual más común, y presenta, anualmente, más de 78 millones de nuevos casos en todo el mundo. El grupo de mayor riesgo son las mujeres menores de 25 años.
La gonorrea se propaga a través de relaciones sexuales vaginales, orales o anales sin protección, así como a través del intercambio de juguetes sexuales que no han sido lavados adecuadamente o cubiertos con un nuevo condón.
Muchos de los que contraen la enfermedad no experimentan síntomas, pero si la enfermedad no es tratada, puede causar infertilidad y, en las mujeres embarazadas, pone a los bebés en riesgo de ceguera.
"La gonorrea es un error muy inteligente", dijo Teodora Wi, especialista en reproducción humana en la agencia de salud de la ONU, con sede en Ginebra. "Cada vez que se introduce un nuevo tipo de antibiótico para tratarlo, este insecto desarrolla resistencia a él".