Niño de 11 años con un coeficiente intelectual mayor que Albert Einstein
Mientras Albert Einstein y Stephen Hawking tenían un cociente intelectual de 160, Arnav Sharma, un niño de 11 años que vive en Reading (Inglaterra), tiene coeficiente intelectual de 162. Y cuando a Arnav le preguntan "¿Te gustaría usar tu inteligencia para ayudar al mundo?" él responde encantadoramente: "Sí, pero no sé cómo."
Toda persona que tenga más de 140 puntos de coeficiente intelectual entra directamente en la categoría de genio, cociente que solo 1 de cada 1.000 personas tiene. Según el médico David Weschler, encargado de diseñar en su momento algunos de estos test y escalas de inteligencia, cuando se superan los 145 puntos comienza a emerger una forma excepcional de pensamiento, si bien, como contrapartida, aparecen también otro tipo de problemas psicológicos derivados de semejante don.
Según la entrevista que le dio el Arnav a The Independent, realizó hace unas pocas semanas al examen de inteligencia de Mensa sin haberse ni siquiera preparado para él. ¿Es el caso de este chico un ejemplo de que la inteligencia es un factor congénito?
El club de los cerebros extraordinarios
El resultado de 162 puntos en el examen de inteligencia, le permite a Arnav ingresar como nuevo miembro en Mensa, la principal asociación internacional de superdotados que reúne a mentes privilegiadas de cualquier procedencia y formación sin tener en cuenta diferencias políticas, religiosas o ideológicas. La misión de esta organización, según sus fundadores, es la de “identificar y promover la inteligencia en beneficio de la humanidad”.
“El test de Mensa es muy difícil y no mucha gente lo pasa. De hecho no se espera que lo superes” comentó Arnav al periódico británico. El niño se presentó a rendir el examen con otras seis personas, casi todas adultas, para completar el examen. Sólo quienes obtienen un mínimo de 149 puntos pueden formar parte del selecto grupo.
Arnav es de origen indio y cuenta su experiencia con el examen: “no había practicado para el test, así que no me sentía tampoco nervioso. Mi familia se quedó sorprendida y muy feliz cuando les dije el resultado”.
Meesha Dhamija Sharma, su madre, comenta cómo desde muy pequeño Arnav demostraba unas habilidades muy especiales. Con tan solo dos años y medio: “sabía contar hasta más de 100. Dejé entonces de enseñarle. Cuando te pones a aprender números ya se sabe que aquello no acaba nunca”. Si se le pregunta a esta mujer sobre si hay alguien en la familia que tenga un cerebro tan privilegiado, ella responde: “Su padre es muy inteligente, pero no tanto como él”.
“Tengo un hermano de 4 años. En el futuro él también hará el examen, aunque todavía es muy pequeño para presentarse”, comentó Arnav y también aclara que sólo desde 10 años y medio se puede postular para poder enfrentarse a la prueba. Los resultados de cociente intelectual de las personas puede, de hecho, cambiar a lo largo de nuestra vida, sobre todo de niños. A pesar de estas diferencias de puntuación es poco probable que cambie al llegar a la edad adulta, en la que comienza a bajar lentamente por un peculiar fenómeno, llamado efecto Flynn.
Algunos de los hobbies del joven prodigio son la programación, el bádminton, el piano, la natación y la lectura. A los 9 años Arnav fue finalista de la competencia tenológica para jóvenes talentos, Tech4good, con un dispositivo capaz de monitorizar el asma, utilizando como base del proyecto el popular microordenador Raspberry Pi junto a una placa Arduino y un sistema de sensores.
Arnav también ha demostrado una especial predilección por la danza y el canto y, particularmente, presentarse a los concursos locales con sus bailes sacados de las películas de Bollywood. Sus conocimientos geográficos son extraordinarios y puede nombrar las capitales de todos los países del mundo. Sin embargo, Arnav reconoce que no sabe todavía qué quiere ser de mayor, si bien piensa que le gustaría estudiar algo relacionado con las matemáticas.
“Me gustaría conocer a otros chicos de Mensa porque, seguramente, se parecerán a mí”, cuenta en la entrevista a The Independent. Actualmente las mejores escuelas de Reino Unido como el Eton College y la Westminster School, promotoras de un ambiente tremendamente competitivo muy propio de la educación británica de élite, se disputan la presencia de Arnav en sus aulas.