¿Es el cigarrillo electrónico la antesala de los niños al tabaquismo?
Muchas son las páginas especializadas en salud que hablan sobre este tema y aseguran que, por su rico sabor y por la ausencia directa de fuego, estos aparatos lucen inocuos a la vista del común de la gente, pero en realidad esconden un peligro brutal: son la antesala de la adicción al tabaco en niños y adolescentes.
Sabemos que el tabaquismo, en la mayoría de los casos, comienza en la adolescencia. Por hacernos los "buena onda", por no quedar mal con nuestras amistades, por probar que somos capaces, por la razón que sea, a pesar de los esfuerzos que han hecho las autoridades sanitarias, es un problema que no se ha podido solucionar. Y un nuevo agente se ha sumado a esta batalla que está lejos de ganarse: el cigarrillo electrónico.
Generalmente, estos artículos se adquieren cuando los fumadores quieren dejar la nicotina, pero las encuestas de consumo de tabaco en los menores de 18 han arrojado un dato revelador: muchos coinciden en que el cigarrillo electrónico les sirvió de introducción al cigarrillo común. “Ese es el peligro real”, afirma Aruni Bhatnagar, referente de la Asociación Estadounidense del Corazón, en la investigación del consumo de tabaco para las autoridades regulatorias de los Estados Unidos.
Un dato alarmante: en Estados Unidos, los niños de 9 años ya están probando el cigarro electrónico, como puerta de entrada al tabaquismo. “Experimentan y cuando se vuelven adictos, pasan al cigarrillo de tabaco, que es más económico y está disponible en todos lados. Se está atrayendo a los más chicos con los sabores, como caramelo o frutas, además de exhibirlos en sitios donde los pueden ver. Cuando se dice que estos sabores sirven para dejar de fumar, no es cierto. Se usan, principalmente, para reclutar nuevos consumidores”, explica Bhatnagar.