Reducción salarial de 10% a funcionarios de alto rango, una burla para la ciudadanía
La austeridad no es tan austera para quien vive del erario.
La reducción de 10% al salario de servidores públicos de mando superior que el Presidente Enrique Peña anunció como medida de austeridad no representa una disminución significativa de cara al ajuste que el gasto público requiere debido al boquete que ha dejado el aumento de la deuda y la merma de ingresos petroleros.
La brecha salarial entre el ciudadano promedio y los altos funcionarios del gobierno es abismal, de la misma forma son los impactos en sus bolsillos respecto de la inflación, la depreciación del peso frente al dólar y los incrementos al precio de los combustibles.
Ya con la reducción del 10% aplicado al salario del Presidente de la República, Enrique Peña ganará este año casi 260 mil pesos mensuales en números brutos, un ingreso que cabe 35 veces en el monto máximo de lo que percibe el 60% de los trabajadores del país, un salario de entre 2,400 y 7,300 pesos mensuales.
El salario bruto mensual de Enrique Peña alcanza para adquirir 94 veces los alimentos y servicios básicos para subsistir que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha integrado en la canasta de bienestar urbana.
En contraste, al 15% de los trabajadores que ganan hasta un salario mínimo en México le es imposible adquirir la canasta de bienestar completa pues su costo es de 2,760 pesos mensuales, mientras que esa porción de la población gana hasta 2,430 pesos al mes.
Luego de anunciar la reducción de 10% al salario de funcionarios de alto rango Enrique Peña exhortó al Poder Legislativo y Judicial para que hicieran su parte, pero hasta ahora no se han pronunciado al respecto.
Los representantes de los ciudadanos con el mejor salario de los tres poderes son los ministros de la Suprema Corte, quienes ganan 188 veces la canasta de bienestar del Coneval con un monto mensual de 520,370 pesos que duplica el ingreso del propio Presidente de la República.
El ingreso de los diputados federales es equivalente a 53 veces la canasta de bienestar del Coneval o 145,700 pesos mensuales más prestaciones; el de los senadores cabe 74 veces en la canasta y es de 205,130 pesos mensuales.
Ministros y legisladores forman parte del 6% de la población ocupada que gana más de cinco salarios mínimos. Estos últimos tampoco se han pronunciado respecto de los vales de gasolina que reciben, en el caso de los diputados de entre 10 y 15 mil pesos mensuales, a pesar del enojo social que ha causado el contraste entre los gasolinazos y la falta de austeridad de los servidores públicos.
Un recorte real al gasto público que comience por los salarios de los burócratas, más allá de responder a un exhorto federal, significaría una muestra de responsabilidad y solidaridad hacia aquellos a quienes sirven.