Los salarios contractuales y la inflación
Tradicionalmente -sin tomar en cuenta prestaciones- las alzas a los sueldos de los agremiados a centrales obreras o a sindicatos -como el del IMSS, UNAM o Pemex- habían estado por encima de los incrementos que se otorgaban a los empleados no afiliados. Además, gracias a las prestaciones (que hasta hace algunos meses tenían un mayor espectro de deducibilidad) la compensación era mayor.
Pero este año, gracias al impacto que generó el alza en combustibles y la reforma fiscal, los salarios contractuales perdieron poco más de 0.52%, en términos reales.
Desde 2010, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) a cargo de Alfonso Navarrete Prida, no se presentaba esta situación.
En enero los salarios que se acordaron en los contratos colectivos de trabajo pierden 0.52% cuando la tasa de inflación superó las expectativas más pesimistas. Este año se prevé que las negociaciones de los nuevos contratos colectivos se presenten cuesta arriba; los dirigentes no podrán alcanzar porcentajes más allá de la inflación, las prestaciones serán menos y los emplazamientos a huelga no serían extraños como una forma de presión porque el poder adquisitivo de estos trabajadores también se ha visto afectado por las alzas en transporte y alimentos básicos.
Pemex no negociará este año su contrato bianual pero sí se espera la renovación de las condiciones y acuerdos de trabajo para universidades públicas. Todo un reto.
A FONDO: Revise aquí más estadísticas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.