Los riesgos al alza y los políticos los atizan

Los riesgos económicos globales han crecido. Pero nada o muy poco se ha hecho, desde la política y la confianza en las instituciones, para que las inversiones extranjeras directas den un salto cualitativo en México
6 Mayo, 2016
El Observador

La economía mundial enfrenta ahora mas riesgos que hace mes y medio.

Ésa es la conclusión a la que llegaron los cinco miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México en su reunión de este miércoles.

No solo se trata de los problemas que enfrentan los grandes países emergentes, como China o Brasil, sino incluso la debilidad económica de Estados Unidos y la formación de nuevos riesgos financieros sistémicos.

Un panorama global sombrío es el que ha dibujado el gobernador Agustín Carstens en su explicación de ayer ante los periodistas en torno a la decisión de la Junta de Gobierno del banco central de mantener la tasa de referencia en 3.75%.

Esta percepción de mayor incertidumbre no es privativa del Banco de México.

Los altos ejecutivos de las principales empresas del mundo piensan lo mismo. El recién publicado Índice de Confianza de la Inversión Extranjera Directa 2016 que elaboró la consultora global ATKearney –la encuesta se realizó en enero pasado- muestra un panorama económico global sombrío.

Una percepción que se ha traducido en expectativas de redireccionamiento de las inversiones directas hacia los países desarrollados tanto en Norteamérica como en Europa, generadas por la alta incertidumbre.

Brasil, que ocupaba la sexta posición en el Índice de Confianza 2015, pasó al lugar 12 este año; mientras que México tuvo una fuerte caída desde el noveno lugar el año pasado, al lugar 18 en 2016.

El deterioro en la confianza en las grandes economías emergentes es tal que de los cinco países llamados BRIC, solo tres: China, India y Brasil, se mantienen en el Índice; los otros dos, Rusia y Sudáfrica, ni siquiera aparecen en el listado de los 25 países con mayor confianza para la inversión directa por parte de los altos ejecutivos de empresas globales con ventas mayores a 500 millones de dólares anuales.

La dura caída mexicana en un índice de confianza como éste, es una bofetada a los pretendidos beneficios de corto y mediano plazo producto de las reformas económicas que emprendió el gobierno de Peña Nieto.

Los miles de millones de dólares que llegarían por reformas como la energética, impulsando de una vez por todas las medianas cifras históricas de inversión extranjera directa –que han oscilado entre 20 y 30 mil millones de dólares anuales- simplemente no se dieron.

Pero también –hay que decirlo- esta caída refleja la prevalencia de la alta incertidumbre global que perciben los tomadores de decisiones en todo el mundo y que la Junta de Gobierno del Banco de México reiteró este jueves en su comunicado.

Lo relevante hacia adelante es si las condiciones económicas, de mercado, e institucionales, son favorables para una explosión de la inversión directa en México.

Lamentablemente las respuestas no son nada halagüeñas para el país. Ya el Banco Central advirtió sobre la mayor desaceleración económica global incluyendo a Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, lo que impactará negativamente la perspectiva de crecimiento económico local.

Pero además, por la encuesta de ATKearney sabemos que los decisores de estas inversiones toman en cuenta otros factores adicionales, entre los que destacan por su peso: el tamaño del mercado local, los costos laborales, la transparencia en la regulación y el grado de corrupción, el ambiente de seguridad, así como la eficiencia en los procesos legales y regulatorios.

Excepto por los bajos costos de la mano de obra, en todos los otros cinco factores mencionados en la encuesta de ATKearney, México no se distingue por su competitividad para atraer grandes inversiones.

Los sonados casos sobre miles de desaparecidos, la ausencia de respeto a los derechos humanos, la rampante corrupción en los diferentes niveles de gobierno y la oposición del gobierno y del partido en el poder para aprobar leyes anticorrupción efectivas, la mayor desconfianza en las reglas del juego (comenzando por las fiscales), así como los altos niveles de percepción de inseguridad pública y de impunidad, son factores que alejan a México como destino de inversiones extranjeras directas.

Los riesgos económicos globales han crecido. Pero nada o muy poco se ha hecho, desde la política y la confianza en las instituciones, para que las inversiones extranjeras directas den un salto cualitativo en México.

FALSO

“Es falso que los índices de contaminación de la Megalópolis se deban a que se importan gasolinas altamente contaminantes”, respondió vía redes sociales Rafael Pacchiano, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales. El hecho es que se sigue incentivando la compra de la gasolina Magna, la de menor calidad.

 

MÁS INFORMACIÓN: Anuncio de Política Monetaria, 5 de mayo de 2016. Comunicado de Prensa, Banco de México

MÁS INFORMACIÓN: The 2016 AT Kearney Foreign Direct Investment Confidence Index  (Reporte completo en inglés)

Samuel García Samuel García Es economista y periodista económico. Es fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y del diario El Universal. Director fundador de Infosel. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y Coordinador-profesor del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Columnista y comentarista en diversos medios de comunicación en México.