Stan Lee: de estar harto de los comics a sentar las bases de un imperio multimillonario
Mucho antes de convertirse en una leyenda, cuando Stan Lee aún no creaba a la mayoría de sus famosos personajes, el icónico escritor pensó abandonar el mundo de los cómics.
Más de medio siglo después de haber decidido darle una oportunidad más a las historietas de super héroes, Stanley Martin Lieber falleció el 12 de noviembre dejando un legado en la cultura popular que en números no se puede calcular.
Películas, series, caricaturas, videojuegos, muñecos de acción, mochilas, loncheras, playeras, celulares…prácticamente cualquier producto que se pueda venir en mente, probablemente se ha comercializado con algún personaje creado por Stan Lee.
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El mítico escritor nació en 1922 en el corazón de la ciudad de Nueva York, en Manhattan. A sus 18 años fue contratado como asistente general de la empresa Timely Publications, casa editorial que al poco tiempo se convertiría en Marvel Comics. Dos años más tarde ascendería al puesto de editor de la línea de cómics y comenzó a escribir bajo el seudónimo de "Stan Lee".
Sin embargo, tras 20 años en el puesto, Stan Lee estaba harto de los comics, de acuerdo con Bob Batchelor, autor del libro biográfico más famoso de Lee.
“Estamos escribiendo tonterías”, detalló a su esposa al comienzo de la década de los 60´s. "Es un negocio estúpido para un adulto." Pero su esposa opinaba distinto y le recomendó dejar de venderlo como un producto orientado a los niños y pensar en historias que a un adulto pudieran interesarle.
Siguiendo el consejo de su esposa, Lee decidió escribir una última historia. Con personajes ubicados en el mundo real, afectados por acontecimientos de coyuntura - como las tensiones de la Guerra Fría- Stan Lee creó a Los Cuatro Fantásticos.
Un jóven Stan Lee dibujando incluso en su época en la milicia.
A raíz del éxito de Los Cuatro Fantásticos, Lee continuó co-creando con Jack Kirby, Steve Ditko y otros artistas de Marvel, personajes famosos hoy en día como Hulk, Doctor Strange, Black Panther, Daredevil y el favorito de la audiencia, El Hombre Araña.
Lee siguió ascendiendo dentro de la compañía hasta convertirse en el editor en jefe de Marvel Comics en 1972. En 1981 se mudó a California para desarrollar las producciones de cine y televisión de Marvel.
El 6 de enero de 1989, el grupo de compañías MacAndrews & Forbes Holdings compraron Marvel Entertainment Group (MEG), empresa matriz de Marvel Comics y Marvel Productions por 82.5 millones de dólares.
Marvel entró a la bolsa de valores de Nueva York el 15 de julio de 1991 y el éxito de la acción fue tan inmediato que la compañía no dudó en expandirse: compró la compañía de tarjetas intercambiables Fleer en 1992. En 1993, la empresa adquirió el 46% de ToyBiz por los derechos para fabricar juguetes de sus super héroes.
En su ambición por ampliar la ganancia en los comics y distribuirlos de manera directa, Marvel compró en 1994 Heroes World Distribution, un distribuidor regional para tiendas de cómics, sin embargo, esta fue la primera mala decisión de la compañía, pues las ventas comenzaron a disminuir.
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Para revertir la caída en las ventas de cómics la compañía creó Marvel Studios, la filial que se encargaría de llevar a la pantalla grande a super héroes del calibre de Thor o Iron Man. Sin embargo, las cintas jamás vieron la luz y la empresa empezó a vender los derechos de sus personajes a otros estudios para realizar los largometrajes.
Las pérdidas de la compañía en 1995 se calcularon cercanas a los 50 millones de dólares, ante este panorama, el 4 de enero de 1996, Marvel despidió a 275 empleados.
Las acciones de la compañía que en 1993 valían 35.75 dólares cada una, su hundieron en 1996 hasta alcanzar los 2.37 dólares por acción, una reducción del 93% de su valor. Marvel se declaró en bancarrota el 27 de diciembre de 1996.
Entre litigios entre la compañía y sus accionistas, Marvel solo pudo mirar cómo el nuevo milenio vio nacer grandes producciones de super héroes como El Hombre Araña o los X-men de la mano de estudios como Sony y 20th Century Fox.
Sin embargo, en 2009 Disney decidió comprar Marvel por 4 mil millones de dólares, lo que resultó en un negocio más beneficioso para ambos. Por su parte, Marvel pudo realizar por cuenta propia muchas de las películas de su enorme acervo de super héroes, mientras que Disney vio cómo sus acciones se elevaban por las alturas.
Tres de las 10 películas más taquilleras de la historia han provenido de Marvel Studios, ya como subsidiaria de Disney, mientras que las acciones de la empresa dueña de Mickey Mouse se elevaron cerca del 200% en la última década.
Durante toda la montaña rusa que significaron las negociaciones de Marvel las últimas décadas, Stan Lee continuó siendo el presidente emérito de Marvel Entertainment, así como un miembro de su consejo editorial.
Recibió un salario de un millón de dólares al año, por el cual Lee solo tenía que realizar apariciones públicas en convenciones de cómics y demás. El creador original de muchos de los super héroes que se disfrutan hoy en día en el cine no tuvo participación en Marvel Studios (que ahora es una subsidiaria de Disney de Marvel Entertainment) o en películas con licencia de Marvel; su único rol era aparecer en papeles secundarios.
La fortuna que dejó Stan Lee al morir se calcula en 50 millones de dólares.
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