Rechazar el efectivo, ¿el método que necesita México para acelerar la bancarización?
En los bolsillos de los ciudadanos suecos se ha extinguido todo tipo de monedas o billetes.
Los métodos de pago en Suecia se han vuelto totalmente electrónicos y todo el dinero con el que cuentan sus ciudadanos está resguardado por los bancos, lo que implica una total bancarización del país, publicó recientemente el Foro Económico Mundial.
La historia de México es muy diferente, donde solo alrededor de cuatro de cada 10 adultos tienen una cuenta bancaria, sin embargo, podría tomar algunos ejemplos de Suecia para acelerar la bancarización.
El principal método utilizado por el país europeo para ir disminuyendo el uso del efectivo estuvo en su legislación, al permitirle a los minoristas, restauranteros y otras empresas rechazar el uso del efectivo.
Así, de la manera en que en México no todos los lugares aceptan pagos con tarjeta, en ambos casos solo era necesario marcarlo con un letrero dentro del lugar; sin embargo, Suecia fue más allá pues incluso los bancos podían hacer uso de esta legislación.
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De tal manera que en un punto, los bancos dejaron de ofrecer servicios que implicara la entrega efectivo, lo que incluso redujo los costos de los servicios bancarios.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, más de la mitad de la población sueca cuenta con alguna aplicación de pago instantáneo en su teléfono que pueden utilizar desde para pagar la cena de un restaurante, hasta para distribuir dinero necesario a sus hijos en una salida.
Es cierto que Suecia es un caso muy particular –incluso en su zona- pues el porcentaje de efectivo que existe aún es equivalente al 1% de su GDP, en comparación con el 10% en la Eurozona, sin embargo, tomarlo como una meta a largo plazo no es dañino.
No obstante, los beneficios que puede tener una sociedad sin efectivo, como la reducción en prácticas de lavado de dinero, aumento de fiscalización y a nivel personal, un mayor control de las finanzas personales, México es un país que se aferra al efectivo … y no solo por la arraigada costumbre del comercio informal.
Desde la aplicación de la nueva factura electrónica, se disparó el uso de efectivo en el país 45%, detectó en 2017 el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en un estudio para Banco de México.
Mientras que en 2009 el efectivo per cápita promedio era de 4 mil 500 pesos y en 2013 de 5 mil 500, en 2017 este fue cercano a los 8 mil pesos; para este periodo la factura electrónica ya era vigente.
Este aumento en uso de efectivo se acompañó de una caída en el uso de tarjetas pero solo en la población con mayores recursos, el motivo, según explicó el CIDE, era el temor a una mayor fiscalización.
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