El Poder Judicial

La reforma pendiente del país para un mayor crecimiento (sin demeritar otras), es la reforma judicial.
3 Enero, 2019

Entre los economistas, tarde pero más vale, uno de los pocos consensos acerca de las causales más potentes que han imposibilitado a nuestra economía crecer a su potencial es el trillado Estado de Derecho.

Para muchos este concepto significa distintas cosas. De hecho, de manera natural, para un ciudadano común y corriente este concepto se asocia con derecho penal y civil y frecuentemente se preguntan por qué es importante para la economía.

De manera breve y general, permítaseme un ejemplo. El inicio de las relaciones comerciales/económicas se da con el intercambio de mercancías, conocido como trueque. Cuando el intercambio es instantáneo y las mercancías sujetas a éste son de calidad, cantidad y cualidades observables en el momento, entonces se produce una transacción inmediata, como cuando se compra una manzana. El problema en la antigüedad se da cuando el intercambio se daba entre mercancías con características distintas.

Por ejemplo, imagínese el intercambio (Ricardiano) entre una levita y una garrafa de vino.  A menos que la levita se haya elaborado a la medida del individuo adquiriente, sería necesario tomarle medidas para su confección1. Por su parte, el vino es un producto perecedero. Entonces, para que la transacción se lleve a cabo en caso de no coincidir ambas características se necesita que la oferente de vino entregue la mercancía al instante y la de la levita haga lo propio tiempo después, una vez que se haya confeccionado. En otras palabras, este trueque requiere de confianza de ambas partes. Por otra parte, esto puede verse como un crédito que le da la vitivinicultora a la costurera.

¿Qué pasa si la costurera le incumple a la vitivinicultora? Para minimizar el posible incumplimiento se requiere de un contrato donde se especifiquen las cláusulas en caso de incumplimiento. Pero es no basta. ¿qué pasa si el contrato está bien elaborado y contiene todas las posibles contingencias durante el proceso, pero aún así la costurera incumple y le importa un comino cumplir el contrato? Pues entonces tiene que entrar una instancia que determine la validez del contrato y emita un fallo. Y más aún, se necesitará la ejecución del mismo.

Todos estos elementos tienen que estar presentes para que la vitivinicultora tenga certidumbre de que se le va a pagar. En la medida que exista esta certidumbre tendrá más incentivos en invertir y producir más levitas. Y esta es la relación que hay entre la economía y el Estado de Derecho.

Para un buen estado de derecho existen cuatro etapas: 1) la definición de los derechos y obligaciones de las partes; 2) Existencia de un buen andamiaje legal que establezca las reglas para normar y regularlos; 3) Un buen aparato que determine si el derecho está siendo violado por alguien más; y, 4) un aparato ejecutor (coercitivo) para hacer valer la decisión del punto 3.

En México los puntos 1 y 2 salen relativamente bien parados en las evaluaciones nacionales e internacionales. Lo que es muy malo, y de aquí que los economistas digan que el Estado de Derecho es deficiente son los puntos 3 y 4. Y son precisamente en los que interviene el poder judicial.

 

Lo que es muy malo, y de aquí que los economistas digan que el Estado de Derecho es deficiente son los puntos 3 y 4. Y son precisamente en los que interviene el poder judicial.

 

Entonces, la reforma pendiente del país para un mayor crecimiento (sin demeritar otras) es la reforma judicial. Este reto pasa por la calidad del sistema judicial. En este sentido un primer requisito para contar con un buen sistema judicial es la existencia de jueces bien capacitados (que entiendan sobre la materia que legislan/deliberan, para que el resultado no sea solo procedimental), incorruptibles (hoy día son los magos del nepotismo), y autónomos e independientes (por ejemplo, no recibir órdenes del ejecutivo o legislativo).

Más aún, los fallos en materia económica algunas veces muestran el desconocimiento de la economía de los jueces. Su salario hoy día no está a la altura de las necesidades del país.

El problema de la ley de remuneraciones de AMLO es que pagaron sirios por troyanos. Las operaciones quirúrgicas requieren de bisturí, como dicen los abogados críticos de esta ley, no machetazos. Pero en el caso de nuestro sistema judicial, es claro que están sobre-pagados, ya que no salen bien librados en las evaluaciones internacionales. Necesitan un machetazo.

 

[1] Hoy día la compra de un avión implica una transacción que toma mucho tiempo.

Fausto Hernández Trillo Fausto Hernández Trillo Investigador y académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Experto en finanzas públicas, macroeconomía y sistema financiero. Investigador Nacional Nivel III. Doctor en Economía por la Universidad Estatal de Ohio, EU, y profesor visitante en universidades de México y Estados Unidos. Autor de 3 libros y de decenas de artículos académicos. Conferencista y consultor de organismos internacionales y del gobierno mexicano y galardonado con el Premio de Economía Latinoamericana "Daniel Cosío Villegas".